Solamente una vez...

CAPITULO 6- JB

Hace una semana que Miranda desapareció de la faz de la tierra. No puedo creer que esto esté pasando. ¿Cómo es posible que se marchara? Paola no quiso decirme nada por más que se lo pedí, dijo que era una promesa y que no intentara preguntar al padre de Miranda porque él pensaba que ella estaba en España, pero realmente se encuentra en otro lugar. Eso me preocupa más, porque ella es una niña, nunca ha vivido sola y me aterra pensar que le pueda pasar algo.

Las noches son la peor parte para mí, todavía tengo el sabor de mi hermosa, todavía mis manos recuerdan su piel, lo suave que es y lo dulce que sabe ¿cómo estará? Creo que me voy a volver loco! Mi corazón late deprisa cada vez que recuerdo su cuerpo, cada vez que pienso en lo que sentí al estar dentro de ella, saber que tomé su inocencia. No dejo de pensar que ella está sola y las palabras que me dejó en la nota ¨te amo con todo mi corazón¨, ¨no te voy a molestar¨… es que no puedo creer que realmente me ame, quién soy yo para que alguien me ame?.

Hacía mucho tiempo que no pensaba en mi infancia, en los golpes que recibí y en eso que no puedo sacar de mi mente. Mi madre nunca me cuidó, nunca me protegió, nunca me amo! ¿Cómo puedo creer que ella me ama de verdad? Lo que más me duele es que se fue, mi hermosa niña se fue, me dejó. Pero tengo que encontrarla, tengo que hablar con ella, tengo que saber cómo está.

Llego a la empresa más tarde que de costumbre, esta última semana no he podido dormir de manera adecuada por estar dándole vueltas al paradero de la ¨señorita Ferrer¨. Su silencio ya me está haciendo enojar, la he llamado mil veces, le he mandado correos electrónicos y no responde a nada. Le hablé nuevamente a Paola y me dijo que Miranda estaba bien y que eso era lo único que me iba a decir.

_Buenos días Celeste—le digo a mi secretaria pasando delante de su escritorio.

_Buenos días señor Blair. Le he dejado algunos mensajes en su escritorio y los informes del mes para que los pueda revisar—me dice de manera automática. Realmente Celeste es muy eficiente, siempre mantiene todo en orden.

_Gracias Celeste, ahora mismo veo todo eso. ¿Sabes si el señor Ferrer está en su oficina?

_Sí, estaba reunido con el gerente de finanzas, pero ahora esta solo ¿quiere que lo anuncie?—me pregunta mi secretaria, que también es la secretaria de Francisco Ferrer.

_No te preocupes, yo voy a su oficina en un momento, primero voy a ver todo lo que me dejaste—le digo mientras entro a mi oficina y cierro la puerta.

Este espacio siempre me calma, puedo concentrarme en otra cosa que no sea Miranda. Cada vez que cierro los ojos recuerdo su boca, recuerdo su cuerpo, recuerdo sus gemidos cuando la hice mía por primera vez. Tengo que encontrarla, no sé como lo voy a hacer pero la encontrare.

_Hola Jackson—dice el señor Ferrer entrando a mi oficina.

_Hola señor ¿cómo está?—digo poniéndome de pie y dándole la mano para saludarlo. Me da tanta vergüenza lo que hice con su hija. Si él se entera me mata! Pero lo que más me preocupa es lo que pueda estar pasando con ella ¿estará sola? ¿Estará triste? El no saber me desespera y me pone de mal humor.

_Todo bien hijo, vine para ver contigo los informes del mes, hay un par de cosas que me gustaría revisar contigo.

_De acuerdo señor—busco los documentos y paso una de las carpetas a mi jefe y mentor.

_ Quiero dejar todo en orden porque el fin de semana me voy a NY para trabajar con los directivos de la nueva sucursal. A propósito, quiero que sepas que te vas a quedar como director interino durante mi ausencia. Voy a aprovechar que la niña esta de viajes para ir a NY, pienso quedarme un mes para dejar todo lo más estructurado posible—me quedo paralizado cuando menciona a Miranda. No quiero imaginar lo que pasaría si se entera de lo que le hice a su niña.

_Muy bien señor y muchas gracias por la confianza.

Nos pasamos tres horas revisando los informes y ajustando algunas cosas. Luego participe en dos teleconferencias y atendí a unos potenciales clientes. Todo esto fue delegado por el señor Ferrer, ya que se fue temprano a terminar de preparar su viaje. Me sentía alagado de que mi jefe confiara tanto en mí y eso me venía muy bien porque ya había invertido en algunas acciones. Tengo tantos planes para seguir creciendo en la empresa o tenía, porque en cuanto el señor Ferrer se entere de lo que pasó con su hija, seguro me despide o me mata.

Luego de la ardua jornada de trabajo me fui a mi casa, me di un baño y me acosté a pensar, porque dormir no podía, tenía tantas cosas en mi cabeza. Siento que mi celular empieza a vibrar y lo tomo para ver quién me habla, es un mensaje de un número desconocido.

Número desconocido: Hola JB, solo escribo para que sepas que estoy bien. Por favor ya deja a Paola tranquila, ella no te va a decir nada. Quédate tranquilo por favor.

JB: Hola Hermosa! Dame tu número para que podamos hablar, por favor dime dónde te encuentras?

Número desconocido: No te voy a decir, ya olvida lo que pasó, te dije que sólo sería una vez, que te dejaría tranquilo.




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