Sólo Mía

Capítulo 1 "Angela"

—¡Hija se te hace muy tarde! —la voz de mi madre me hace despertar y veo el reloj de pared en mi habitación.

6:40

¡No puede ser es muy tarde!

Me dirijo al baño y no tardo más de diez minutos.

Al salir, escojo un vestido celeste qme me queda dos dedos arriba de la rodilla con unas sandalias color crema que hace juego con el pequeño cinturón de mi vestido.

Bajo las escaleras y casi me caigo. De no ser porque no acostumbro a decir malas palabras, ya habría echado mil maldiciones por mi torpeza.

Mis padres están en el comedor esperando para desayunar.

—Hola mamá, hola papá lo siento pero voy muy tarde —les doy un beso de despedida y escucho.

—De ninguna manera jovencita, siéntate a desayunar y luego te vas a la universidad.

—No insistas papá, las clases comienzan en veinte minutos y hoy llega el profesor sustituto. Lo siento pero no puedo perder más tiempo.

—Angela debes trata de levantarte más temprano. Siempre llegas tarde.

- Perdón papá de verdad.

- Maneja con cuidado, no queremos que algo te pase, eres...

- "Nuestra poseseión más valiosa" - dije interrumpiendo a ambos - Lo sé, me lo demuestran a diario ahora si me lo permiten debo irme.

Salgo de mi casa y me voy en mi auto a la universidad.

Me presento, me llamo Angela Zuckerman, tengo dieciocho años y en dos meses cumplo diecinueve. Mi cabello es negro ondulado y mis ojos son entre verdes y azules, verdes por mi madre y azules por mi padre. Formo parte de la familia Zuckerman desde los siete años.

Estoy en último año de administración de empresas para ayudar a mi padre a dirigir las grandes empresas que tiene.

A los cinco años mis padres biológicos murieron en un trágico accidente cuando veníamos de una feria.

Todavía recuerdo cuando desperté y recibí la noticia, no tenía más familia y me enviaron a un orfanato.

Flashback

Un año, llevo un año en este lugar.

En un mes cumplo siete y lo voy a pasar sola.

- Angela - la señorita Linda entra y junto a ella dos personas más.

- Ellos son los señores Aaron y Marcela Zuckerman, quieren conocerte.

Se va. Son extraños para mi y no los quiero cerca.

- Hola hermosa, me llamo Marcela, sabes yo no tuve la dicha de ser madre y mi esposo y yo queremos que alguien muy especial ocupe un lugar en nuestra familia.

Aaron si mal no recuerdo habla: - La señorita Moore nos dijo lo que pasó con tus padres, solo queremos que formes parte de nuestras vidas.

- Usted tiene los ojos azules de mi papá - le dije al señor - Y usted tiene la misma mirada de ternura que mi mamá.

— Cariñito, entendemos que sientas miedo, tus papitos están en el cielo y te puedo asegurar que te van a cuidar siempre.

— ¿Si me voy con ustedes... no me van a dejar solita verdad?

—Lo prometemos —habló ese señor —Tanto mi esposa como yo te vamos a dar todo lo que necesites, solo si tú nos aceptas en tu vida.

— Quiero tener una familia, tener una mamá que me prepare galletas, un papá que siempre esté protegiéndome... Sí, quiero vivir con ustedes.

Nos dimos un cálido abrazo, de ese tipo de abrazo que he sentido en mucho tiempo.

Fin del flashback

Fue lo mejor que me pudo haber pasado y siempre estaré agradecida por ello.

Por lo que me explicaron, papá tuvo un pequeño accidente a sus diez años que le dejó un gran daño en su aparato reproductor, fue por esa razón que decidieron adoptarme  al cumplir el primer año de casados; dado que no sabían con certeza si podrían tener hijos en un futuro.

Admito que a medida que fui creciendo quise tener un hermanito con quien jugar, sin embargo, todo se fue complicando, mamá tuvo dos embarazos, por decir así milagrosos, eran de alto riesgo y por más que guardó reposo tuvo dos abortos espontáneos.

Fue muy duro para todos, luego de eso ambos dejaron de intentarlo y a pesar de eso siguieron adelante.

Estoy orgullosa de los padres que me han tocado.

De los cuatro.

Llegué y estacioné bien el auto antes de cerrarlo.

Mi mejor amiga, Sarah, me esperaba ansiosa y por lo que veo con alguna novedad.

- Disculpe no me fijé - sin saber choqué con alguien y casi tiro mis libros al suelo.

—No hay ningún problema señorita, pero debe tener cuidado y ver muy bien por dónde camina.

—Lo tendré, de nuevo una disculpa —me fui con mis libros acomodados a mi salón de clases, por alguna razón sentí algo raro cuando choqué con ese sujeto.

- Amiga tarde otra vez - me regañó

- Sarah no empieces, mamá y papá me dan sus sermones todas las mañanas y ahora que lo pienso ¿No deberíamos estar en clases ya?

- Ah si, recuerda que el profesor Miller se jubiló y hoy viene el nuevo maestro de historia, que por cierto parecen tener algo en común...

Dejó de hablar, volteo y Evan, mi mejor amigo y el chico del que estoy enamorada viene hacia nosotras.

- Hola hermosas, deberían entrar a clases.

- El nuevo profesor aún no llega y yo que venía a toda prisa.

Se escuchó una pequeña risita juguetona - Hermosa tu siempre llegas tarde... Por cierto, recuerda que mañana iremos a cenar a tu casa.

¡Maldición! Lo había olvidado.

- Claro que no Blake, sabe que siempre son muy bien recibidos en nuestra casa.

Se va no sin antes darme un beso tierno muy cerca de mis labios.

- Amiga, no se cuando ustedes van a dar el primer paso si es muy obvio que ambos sienten lo mismo.

- Sarah sabes muy bien que aunque nuestros padres sean muy amigos a parte de ser socios no significa que pueda haber algo entre Evan y yo.

Evan Blake es hijo de Robert y Karen, los socios de papá y muy buenos amigos desde que recuerdo.




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