Sólo Mía

Capítulo 15 "Feliz cumpleaños"

Narrador desconocido

Observé a la joven desde que salió de casa hasta llegar al centro comercial.

Hoy es el cumpleaños de mi hermosa princesa y tengo para ella algo tan especial que se quedará sin palabras.

Dos horas después, sale de la tienda dispuesta a regresar a su querido hogar, pero después de que traicionó a mi princesa y la dejó a punto de morir merece recibir su castigo.

Estando sola en el estacionamiento, aprovecho para sorprenderla por la espalda y coloco un pañuelo con cloroformo en su nariz.

Al principio forcejea, he de admitir que sabe defenderse, sin embargo no podrá contra mi.

********

Despierta un poco desorientada pero no tarda en entender la situación

- ¿Dónde estoy? ¿Qué hago aquí? ¡Alguien ayúdeme! - gritó por auxilio pero era muy tarde, ya no tenía salida.

Esto es por ti mi niña, borraré a cualquiera que te haga daño. Lo juro

 

Angela

Todo parecía transcurrir con normalidad.

Mamá y yo fuimos en la mañana a una tienda de modas a comprar mi vestido, ella quería uno largo con escote en la espalda pero yo no.

Escogí al final un vestido azul corto que me llegaba dos dedos arriba de la rodilla con unos zapatos de tacón color negro. El maquillaje será sencillo, Maurice llegará a casa a arreglarnos a mamá y a mi.

Aunque no lo consideré necesario, todos los empleados de la casa me hicieron una sencilla fiesta, donde hubo globos con mi número de cumpleaños, música alegre, porque admito que las de reuniones de sociedad son muy aburridas, Silvia preparó mi pastel de cereza y compartimos con todos.

Recibí regalos de parte de Silvia, su hija Agnes, James, Raymond y Matt, este último se notaba algo nervioso. ¿Recuerdan que dije que hablaría con él? Pues hoy lo haré sin importar lo que me diga, bueno o malo.

Veo al tipo en el jardín trasero cerca del invernadero y me aproximo a él.

- Hola Matt, te he notado muy serio en estos días ¿Tu mamá está bien? - pregunté de forma amable pero su respuesta fue muy seca.

- Ella está bien señorita.

- Matt tu no eres así, de un momento a otro estás distante conmigo, siempre te mantienes serio y en ocasiones molesto. ¿Qué te está pasando en realidad?

Su mirada color avellana se ve triste, con cierto tono de desilusión.

- ¿Quieres saber porqué actúo así? - asiento - Es por ti.

¿Por mí? ¿Habla en serio?

- Habla más claro por favor que no logro entender...

- ¡Yo te amo Angela! - soltó de repente tomádome de los brazos y con eso me toma por sorpresa - ¡Te juro que me muero de celos de saber que esos niñitos están cerca de ti! Que uno de ellos se adueñó de tu corazón - dijo eso último algo angustiado, sus manos pasaron de apretarme con fuerza, a descender por mis brazos y llegar a mi cintura.

- ¿Des-Desde cuando dices sentir algo?

- Desde que cumpliste diecisiete - casi dos años - Yo no te veo como una niña, sino como lo que en verdad eres, una gran mujer de nobles sentimientos, de la cual... me... enamoré - con un susurro ronco acercó su nariz a mi cuello como un animal salvaje olfateando a su presa.

- No creo que sea amor lo que sientas, y te soy honesta no puedo corresponderte, sabes que alguien más está en mi corazón - su mirada apesarada me dice que está a punto de colapsar.

- Estoy dispuesto a luchar por ser quien ocupe ese lugar, en verdad te amo Angela.

Poco a poco se iba acercando nuevamente a mi rostro y podía sentir el latido acelerado de su corazón.

- Matt yo amo a Evan... - mis palabras se vieron interrumpidas por el salvaje contacto de sus labios con los míos. Me estaba besando con tanta pasión que no me dejaba respirar siquiera.

Sus fuertes manos pasaron de mi cintura al inicio de mi trasero, donde apretó con fuerza.

—Te amo —la excitación era clara en su voz, en un momento yo me vi correspondiendo a ese beso. —No sabes cuantas veces soñé con esto… tenerte en mis brazos.

—Matt —susurré en sus labios. —Esto no es correcto.

—¡Al diablo si es correcto o no! —exclamó mientras dejaba mis labios y dejaba un camino de besos por mi cuello. —Déjame estar junto a ti y demostrarte que te puedo hacer sentir mujer.

No tuve una buena reacción ante eso, segundos después me separé de golpe de él y le di una bofetada tan fuerte que su cabeza giró completamente y mi mano quedó marcada en su mejilla.

- ¡Angela, perdóname por favor, yo no quise!...

- ¡No te me acerques Matt! ¡Aléjate de mi!

¿Por quién me tomas? ¿O es que acaso piensas que soy igual de fácil que Sarah?

—Nunca he pensado o dicho algo semejante. Ya eres una mujer en todo el sentido de la palabra, lo único que quiero es que me permitas ser ese hombre que esté a tu lado.

—Eso es imposible —su rostro se descompuso en una clara mueca de confusión. —Sabes que no tengo prejuicios, pero no puedo sentir nada por ti. Amo a Evan, nadie puede borrar ese sentimiento. Nadie.

—Pe–Pero yo sé que puedo hacerte muy feliz, si tú…

—¡Entiende! No puedes forzar a alguien a que te ame. No te hagas daño a ti mismo. No puedo amarte.

Él, sorprendido por mi actitud me da una última mirada y yo entro a la casa.

¡¿Me ama?! ¡¿Es una broma acaso?!

Voy a la cocina por un poco de agua y me encuentro con Silvia, quien observó toda la escena desde la ventana.

- ¿Tu lo sabías? ¿Sabías lo de Matt?

Le pregunté y en su rostro obtuve mi respuesta.

- Si mi niña, él me pidió que nunca te comentara porque tenía miedo de que lo rechazaras.

—Silvia, Matt es un buen hombre, pero simplemente no puedo corresponderle.

—Angela, nadie manda en el corazón. Las personas nos enamoramos de quienes creemos que es la indicada. Debes darle un tiempo, ambos deben dárselo. —este día no pinta nada bien.




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