Capítulo 16 "¡¿Muerta?!"

Eran las ocho de la noche y esto parecía apenas comenzar.

Mamá recibía a todos y los empleados iban y venían con bandejas repletas de bocadillos. No era un "pequeña" fiesta.

Algunos inversionistas me felicitaban y otros se me quedaban viendo de manera seductora, a lo que yo solo sonreí.

Los Darrow se quedaron sorprendidos al verme, dijeron "Te has puesto muy bella, tu y Ben harían una muy linda pareja"

- Hija, ven por favor - mi padre me llamó y dijo que tenía una sorpresa para mí.

- Su atención por favor - habló para que todos voltearan a vernos, estábamos en el centro de la sala de estar mis padres y yo.

- Primero que nada queremos agradecerles el que estén aquí con nosotros festejando el cumpleaños número diecinueve de nuestra hermosa hija - dijo mamá señalándome a lo que mostré una sonrisa - Y como sabrán, estuvo unos días en un hospital luchando por su vida... pero hoy está con todos nosotros aquí.

Cada palabra dicha hace que se forme un nudo en mi garganta y lágrimas nublen mis ojos.

- Por eso hoy, queremos anunciarles algo muy importante. En pocas semanas, Angela será quien asuma la dirección general de las Empresas Zuckerman - todos murmuran entre si - Pero aún hay más, hemos decidido que tanto ella como Evan Blake estarán a cargo del nuevo proyecto que se llevará a cabo en los próximos meses.

A esto se refería con "sorpresa". Piensa hacerme trabajar con él.

Ya entiendo cuál es tu plan querido padre, seguramente notaste el distanciamiento que hubo entre nosotros y quieres que volvamos a ser los de antes.

- Evan ven aquí - el mencionado se acercó y se paró junto a mi, rodeando con su brazo mi cintura.

- Felicidades por tan merecido honor preciosa - y aprovechando el momento, se acercó a mi y me beso de manera tierna. Fue el mejor beso de mi vida, debo admitir que extrañaba su manera única de besarme, sin dudarlo rodeé con mis manos su cuello y ambos profundizamos el beso y los presentes lo entendieron como un supuesto compromiso y llegaron los aplausos.

Una vez separados, pude ver el rostro de todos con cierto tono de envidia o celos, incluso, a lo lejos pude ver los ojos avellana de Matt los cuales estaban cristalizados y él con tanta tristeza reflejada que me hizo sentir un poco mal.

Debo hablar de esto con alguien, antes de que ocurra algo. Lo lamento Matt.

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Los invitados se veían cómodos y algunos sorprendidos por el anuncio de papá.

Trabajaré con Evan en unas semanas.

No suena del todo mal porque reconozco que es muy inteligente para los negocios, sin mencionar que el muy imbécil aprovechó la situación en que estábamos para besarme.

Creo que hay personas que no cambian. Y hablando de él.

—No he tenido oportunidad de felicitarte Angie. —su sonrisa me saca de balance, sin embargo me recompongo fácilmente y mi rostro se torna lo más serio posible.

—Ya lo has hecho, así que me puedes dejar tranquila.

—Eso no es para nada educado hermosa. Ambos estaremos al frente del proyecto Azzurro, debemos permanecer unidos.

—No tientes tu suerte Evan —me acerqué a él de forma provocativa hasta quedar muy cerca de sus labios rojos y carnosos, aprovechando su desconcierto. —Te di una oportunidad, es cierto, pero aún no decido si eres digno de ser algo más para mi. Nos vemos.

Lo dejé solo y aún anonadado. Tendrá que hacer el doble de méritos que papá comenzará a hacer para con mamá.

Por otro lado, saludando a algunos de los nuevos inversionistas, me encontré con el padre de Sarah, Manuel Hamilton, me dijo que ella había salido temprano a realizar algunas compras y que cuando vino a mi fiesta ella aún no llegaba a casa.

Quitando el hecho de que fue amante de papá, me preocupa el que no de señales de vida.

—Mi niña, hay unos agentes en el jardín preguntando por ti y por el papá de Sarah.

¿A que  vendrán?

—Dile a los señores y al señor Hamilton que vayan al despacho, yo me encargo de los agentes.

Así lo hizo.

—Buenas noches agentes, por favor síganme.

—Señorita una disculpa por interrumpir su fiesta.

—Descuide, he de suponer que el motivo es muy delicado.

—Más de lo que quisiéramos reconocer.

Llegamos al despacho y una vez dentro los agentes hablaron.

—Buenas noches señor Zuckerman, somos el detective Murray y el detective Strauss.

—¿En que podemos servirles?

—Disculpe que hayamos venido sin avisar, pero necesitamos hablar con el señor Manuel Hamilton.

Todos nuestros rostros voltean a verlo.

—Soy yo ¿Qué pasa? Supongo que es algo urgente como para que hayan venido hasta acá.

—Señor —parece que esto es más serio de lo que pensé - Lamento mucho informarlo de esto pero... encontramos en un callejón oscuro el cuerpo sin vida... de su hija Sarah.

¡¿Qué?! Esto debe ser una broma.

—¡¿Cómo así?! ¡¿Acaso es una maldita broma?! ¡¡ Detective dígame la verdad!! Mi niña solo fue de compras y a comer con una amiga. ¡¡Ella no puede estar muerta!!

Era desgarrador ver como Manuel llora a gritos la muerte de su hija y en un vago intento por consolarlo, su esposa le toma de las manos.

—Señor Hamilton —habló Strauss. —No es ninguna mentira, recibimos una llamada anónima que nos dijo dónde se encotraba el cuerpo.

Pobre hombre, enterarse que su hija fue asesinada debe ser terrible.

Sarah fue mi amiga por mucho tiempo, a pesar de su error nunca le deseé la muerte.

De reojo pude notar que papá se puso algo ¿triste? luego de la noticia y mamá, aunque al igual que yo comenzó a odiarla no pudo evitar sentirse mal.

—Hay algo más —espero que no sea algo peor. —Junto a ella encontramos un sobre que va dirigido a usted señorita.

¿A mi? ¿Acaso el culpable de esto es...?

Tomo el sobre y lo abro, primero saco una tarjeta de cumpleaños que decía: