Estábamos en el funeral de quien fue en su momento mi mejor amiga. Sarah.
Fueron los dos días más agobiantes y grises que me ha tocado vivir. El informe de la autopsia reveló que, en efecto, sus muñecas presentaban marcas, las cuales reflejaban que ataron sus manos con una cuerda muy sólida, la dejaron sin oportunidad alguna de escapar. Su vagina presentaba un desgarre producto de las embestidas brutales de ese desgraciado sin alma, pero lo último fue la clara causa de muerte, disparo contundente en la cabeza, la bala atravesó el cerebro.
Lo realmente fuerte, fue cuando los Hamilton se presentaron en la morgue para retirar el cuerpo de Sarah, su madre no soportó siquiera la idea de entrar y tuvo una crisis nerviosa, en cambio el señor Hamilton tuvo que ser fuerte por los dos.
¿Se puede sentir culpa? Porque es lo que yo sentía, sentía culpa por la forma en que nos encontramos la última vez. Es verdad que su actitud y la de mi padre no fue la correcta, pero ni ella ni ninguna mujer se merecía ni merecen tener un final tan denigrante.
El sacerdote decía unas palabras en su memoria y solo podía ver como los Hamilton lloraban por su pequeña.
Todos se estaban yendo, incluso sus padres, yo quería pasar más tiempo.
- Angela... debemos irnos, debes descansar - Evan trató de convencerme pero no lo logró.
- A pesar de su traición... el que haya sufrido una muerte tan violenta... Fue mi amiga por mucho tiempo - las lágrimas salían a mares, sentí unos brazos rodearme y un susurro en mi oído. —¿Quién tendrá el alma y la consciencia tan sucia como para hacerle esto a alguien más?
—Ojalá tuviera una respuesta a eso Angie, lo que debes hacer es tener mucho cuidado cuando salgas.
—Ese hombre se encargó de que la perdiera en pocos días.
- Tranquila, encontraremos al maldito hijo de puta que hizo esto y todo se va a arreglar.
- Pero nada va a devolverle la vida.
Evan decide dejarme sola un momento y le hago señas a los de seguridad que me esperen un poco a una distancia prudente. Veo su nombre en esa lápida gris.
"Sarah Kristall Hamilton"
(1996 - 2019)
- ¡Como lamento que nuestro último encuentro! - dije con nostalgia recordando ese día - ¡Las cosas horribles que nos dijimos! Aún recuerdo el día en que nos conocimos, yo solo tenía 13 años, era nuestro primer año de universidad - los recuerdos llegan.
Flashback
Papá me dijo que iniciaba una nueva etapa a partir de ahora, que pase lo que pase siempre iba a estar conmigo.
Me sentía perdida en este lugar, en mis manos tenía la hoja que decía en que salón me corresponde la primera clase.
Veo a una joven de cabello castaño y piel blanca caminar por el mismo pasillo y decido preguntarle.
- Disculpa ¿Sabes dónde queda el salón 304?
- Voy al mismo salón... un momento, tu eres Angela Zuckerman - dijo la chica un poco alocada - Mucho gusto, Sarah Hamilton - me dijo tendiendo su mano hacia mi y la tomé.
Fin del flashback
- Solo espero... que estés donde estés... puedas perdonarme.
Me levanté del césped y al levantar mi cabeza a lo lejos, detrás de un gran roble, pude ver la figura de alguien y por alguna razón que me causó temor, sentí que me veía fijo.
- Matt, Vince, vamos a casa por favor.
********
Bien, estoy en la sala de estar y frente a mi, unos muy pero muy enojados padres que me ven fijo.
- ¿Y bien? ¿Vas a decirnos el por qué nos ocultaste algo tan delicado?
La mirada de papá hizo que bajara mi cabeza.
- Creí que era una simple broma...
- Responde la pregunta Angela Christine - mamá y papá nunca me llamaban por mis dos nombres a menos que estuviesen furiosos conmigo, como es el caso. Y si, mi segundo nombre es Christine, Angela Christine Zuckerman.
- Yo... no quería involucrarlos, aparte que el me decía en cada nota que nunca hablara de esto con nadie.
- Ahora alguien pagó con su vida aún sin merecerlo - dijo mamá.
- Temí por ustedes - me vieron con confusión - Temía que les hiciera algo y si los perdía a ustedes también... me volvería loca. No soportaría si algo les pasa, no quiero perderlos.
- ¿Piensas que nosotros no sentimos lo mismo? - habló papá - Eres nuestra única hija, el simple hecho de imaginar que corres peligro a donde sea que vayas, nos preocupa y mucho. Como la vez que por mi maldita culpa terminaste en el hospital... temí que no volvieses a abrir tus hermosos ojitos. No vuelvas a hacer algo así.
Después de unos minutos hablando, nos dimos un fuerte abrazo y desistí de aquella idea de mudarme. Era mejor quedarme en casa. Luego papá le ordenó a Silvia que llamara a todos los de seguridad, que son como veinte, supongo que para darles nuevas instrucciones.
- Bien, como se habrán enterado la amiga de mi hija fue brutalmente asesinada y todo indica que ese bastardo va tras Angela - la mirada de todos recae en mi - Es por eso que desde ahora se tomarán fuertes medidas de seguridad tanto en la casa como en las oficinas. Matt, Vince, ustedes dos seguirán a cargo de su seguridad.
- Saben muy bien lo que significa nuestra hija para nosotros - interrumpió mamá - Por eso les pedimos que estén al pendiente de lo que sea que ocurra en los próximos días ¿Quedó claro?
- Si señores - respondieron al unísono.
- Pueden retirarse.
Me voy a mi habitación a tratar de descansar después de un día tan abrumador. Recostada en mi cómoda camita pienso, todo de la noche a la mañana se convirtió en una especie de pesadilla para mi y por alguna razón sentía que no iba a detenerse.
********
Estoy a pocos días de graduarme de la universidad.
He ido de visita a las empresas para ponerme al corriente del manejo de casi todo un imperio en el mundo del marketing.
Editado: 13.12.2021