Otra persona importante para mi a quien le fue arrebatada la vida, otro funeral, otra vez en el cementerio.
Pareciera que el destino se empeña en hacerme sufrir sin importar el paso del tiempo, porque así como me siento ahora, me sentí hace catorce años.
Poco a poco el ataúd en el que descansa ahora el cuerpo de Ben desciende hasta ser cubierto por completo no sin antes depositar una rosa blanca, tal y como lo hice con Sarah.
- Hija, debemos irnos - otra vez era la única que había quedado frente a su tumba y papá insistía en que debo descansar.
- ¿Por qué papi? - me ve confundido - ¿Qué pude haber hecho para ser castigada de esta manera? ¿Quién sigue? ¿Ustedes? ¿Evan? ¿Matt? - de inmediato me di cuenta de mi error al mencionar su nombre, sin embargo papá no quiso comentar algo al respecto.
- No seas dura contigo princesa, tu no eres culpable de nada así que no quiero escuchar de nuevo que hables así. Ahora vamos a casa, sabes muy bien que no te debes exaltar.
Le hice caso, no podía llevarle la contraria por mi salud y con eso no puedo jugar.
El camino a casa fue muy corto, no había probado bocado desde ayer por lo que mamá ordenó que me preparan algo delicioso, honestamente no siento ni un poco de apetito pero por los medicamentos, debo comer.
- Angela - llamó papá - Cuando acabes, por favor ven a mi despacho.
Lo que menos quiero recibir ahora son más malas noticias.
Ya ni siquiera tengo ánimos de asistir a la graduación, sin embargo ellos insisten en que debo hacerlo, al menos por protocolo.
Termino de comer y voy al despacho a saber de que quieren hablarme ahora.
- Aquí estoy papá ¿De qué quieres hablar?
- Sé que no es el momento adecuado pero, se organizó un junta especial en la empresa dentro de cinco días, todo el equipo de trabajo estará ahí.
- Tienes razón papi, no es el momento. Con todo lo que ha pasado... ya no estoy segura si quiero esto.
Una vez el dijo que todo su orgullo y su carácter fuerte lo perdía al momento de estar junto a mamá y a mi. Pero hoy era la excepción.
- Sabes que lo que sea que tu quieras te lo daré sin pensarlo, pero te comprometiste a esto, no puedes declinar a tan solo unos días.
- Papito entiéndeme, necesito despejar mi mente un poco luego de el desastre en que se convirtió todo esto.
Con eso pusimos fin a la pequeña discusión y fuimos a cenar.
Las cosas entre mamá y él han mejorado un poco, ella aún no lo perdona pero papá no se dará por vencido.
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Tres meses después
No pensé que el trabajo aquí era agotador.
Estoy en mi oficina con tantos proyectos que revisar, incluyendo el que Evan y yo tenemos a cargo. Por cierto, iniciamos una especie de relación hace dos semanas, ojalá que dure.
Le pedí a Bayle, mi asistente, que trajera algo de comer, ya que debido a tantos pendientes por terminar no podré salir.
- Angela aquí está lo que pediste, comida china y tu postre favorito, pastel de cereza - dijo mostrando ese delicioso manjar.
- ¡Al fin! Muero de hambre - dije abriendo una bolsa y ella también se dispuso a comer.
- Angie, hay algo que he querido preguntarte, digo llevamos lo mismo trabajando aquí y...
- Por favor ve al grano Bayle - dije antes de dar un sorbo a mi bebida.
- Quería preguntarte el nombre de uno de tus guarda espaldas.
Casi me ahogo con su comentario, al parecer a alguien le agradó Matt.
- ¿De cual de los dos me hablas?
- Del de ojos color miel y sonrisa encantadora, es muy guapo.
No me equivoqué.
- Matthew Connor, le llamamos Matt, trabaja para mi padre hace once años y es soltero.
- ¿De verdad? Creí que estaba enamorado de alguien más, a veces su mirada se entristece.
Vagos recuerdos vienen a mi mente, como aquel beso en mi cumpleaños.
- Hasta donde sé - omitiré el nombre - Había una joven de la cual se enamoró hace algún tiempo, pero ella no pudo corresponder a sus sentimientos, amaba a alguien más.
- Debió ser duro para él que quien creyó que sería el amor de su vida... no supo apreciarlo.
- A veces la vida es así de cruel, unos sufren por amor, otros por venganza.
Después del almuerzo me quedo unos minutos observando desde mi ventana.
He pasado estos tres meses así, pensando y pensando en que esta especie de "paz" ha resultado ser muy incómoda, a como debiera ser.
- ¿Puedo pasar? - dijo un sonriente Evan asomando su cabeza.
- Claro que si corazón - dicho esto dejó un tierno beso en mis labios.
- Preciosa, vengo a recordarte que hoy nuestros queridos padres planificaron la cena de compromiso.
- Evan ¿No crees que es algo pronto para eso? Digo, no es que no me agrade la idea, pero hay que ir con calma.
- Angela, siempre he soñado con el día en que tú aceptes ser mi esposa y créeme que ambos hemos esperado demasiado.
Luego de un abrazo de oso, nos despedimos con un beso algo apasionado, que de no ser porque estábamos en la empresa, se pudo convertir en algo más.
Narrador desconocido
Al día siguiente
Como es de costumbre, estoy en la cocina desayunando y leyendo el periódico.
En este tiempo me he mantenido un poco alejado de ella, lo que no significa que he dejado de vigilarla.
Lo que estoy leyendo ahora mismo me deja sin palabras.
"Se nos casan
En poco tiempo la familia Zuckerman y Blake festejarán la unión en matrimonio de sus hijos, Angela y Evan. Anoche en uno de los restaurantes más lujosos de la ciudad, se llevó a cabo la cena de compromiso. Esperamos más detalles sobre lo que será la boda del año"
- ¡MALDICIÓN! ¡ESTO NO PUEDE ESTAR PASANDO! - grité al momento en que tiré todo lo que había en la mesa.
No pasé casi quince años de mi vida esperando por ella para que un niño mimado me arrebate lo que es mío.
Editado: 13.12.2021