Capítulo 20 "Hay que encontrarla"

Matt y Vincent llegaron a la casa (mansión) de la familia Zuckerman, pensando en la forma adecuada de dar la noticia.

Al entrar y ver los demás presentes que Angela no venía con ellos comenzaron a tener miedo.

- ¿Y Angela? ¿Por qué no viene con ustedes? - preguntó Marcela.

- S-Señores... lo sentimos... pero al salir de la empresa... secuestraron a su hija.

Aaron, Marcela, Evan y sus padres quedaron perplejos ante lo que acabaron de decir.

Directamente el puño de Aaron fue al rostro de Matt, Vincent solo se apartó.

- ¡CÓMO ES POSIBLE QUE NO PUDIERAN PROTEGERLA! - el pobre gritaba como loco a sus hombres de confianza, pues ahora su hija se encontraba en peligro, los demás lograron separarlo del pobre Matt que tenía su rostro cubierto de sangre debido a los golpes que le dio su jefe.

- ¡Aaron cálmate por favor!

Después de eso la señora habló.

- ¡Les confiamos lo más valioso que tenemos, y ahora por su culpa Angela está en quien sabe donde! - Marcela por su parte estaba destrozada, ya una vez sintió que la perdía, ahora se repetía la historia. Esta vez su mano fue a la mejilla de Vince.

- Marcela, querida cálmate - Karen la detuvo antes de que sucediera otra tragedia.

- De verdad lo sentimos señor Zuckerman, ese tipo nos sorprendió cuando bajamos al estacionamiento, nos golpeó en la cabeza y cuando reaccioné... se la llevaba.

- ¡Debieron hacer hasta lo imposible por ella! - la madre estaba destrozada y Aaron solo pudo darle un abrazo de esos que te dan fuerzas.

- Cariño cálmate, la encontraremos... te lo juro.

- ¡Solo quiero que nuestra hija vuelva Aaron! ¡Solo eso! - dijo en medio susurro con sus ojos llenos de lágrimas.

Evan, su prometido, no sabía que hacer. A penas ayer se convirtió oficialmente en su futura esposa, hoy estaba en peligro.

- ¿Alguno de ustedes vio al sujeto? - preguntó el padre de Evan.

- No del todo, lo único que vi fue como se llevaba a su hija señor.

La mirada de todos se torno triste y preocupada a la vez.

La puerta sonó y por ella entraron los agentes Nathan Murray y Albert Strauss, comenzó la investigación.

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Días después

Angela estaba asustada, no quería probar bocado.

La noche que llegó a ese lugar revisó por dónde podía encontrar una posible vía de escape.

Pero lo único que encontró fueron más fotos suyas en todos los lugares que había frecuentado, también encontró ropa de su talla. Al parecer Patrick la tenía muy bien vigilada.

Era otra noche como las demás.

Patrick le llevaba a su habitación la cena y se iba a asegurar de que comiera siquiera un poco.

- Mi princesa, te preparé lasaña, se que es uno de tus platillos favoritos.

- No tengo hambre - le contestó de manera fría.

- Angela por favor... no has comido nada así que vas a cenar te guste o no - con voz dura le contestó igual dejando la charola sobre su cama.

- ¡Y yo le dije que no quiero nada que venga de usted! - arrojó todo al piso, hubiese sido mejor que no lo hiciera.

- Mira, ya estoy muy enojado contigo por tu estúpida actitud de niña mimada... - le dio una fuerte bofetada que la arrojó al piso a ella también.

- Us_usted dijo que no iba a lastimarme...

- Te lo ganaste - el tono de  voz que Patrick utilizó hizo que Angela pusiera sus sentidos alerta.

De manera rápida fue sobre ella directo a sus labios y la besó salvajemente.

- ¡Suélteme! ¡Me lastima!

No la escuchó.

Con su mano la tomó fuerte del cabello y la llevó a la cama.

Rasgó su blusa y besó su cuello y sus senos dejando pequeñas mordidas en ellos.

Se deshizo de su camisa y sus pantalones quedando en ropa interior al igual que Angela.

- Esperé catorce años por esto - dijo co cierto tono de lujuria y en sus ojos se podía notar la maldad.

- Por favor... no me haga daño... - dijo con lágrimas saliendo de sus ojos.

Se deshizo de sus boxers y del sostén de ella, luego hizo lo mismo con sus bragas quedando ambos desnudos.

- Será tan especial....

Y de nuevo atacó sus labios sin parar y sin dejarla respirar mientras ella trataba de librarse de su fuerte agarre, pero era inútil.

Luego la embistió sin piedad alguna provocando que un fuerte grito de dolor saliera de su garganta.

- ¡BASTA! ¡ME LASTIMA! ¡SUÉLTEME!

Se movía con tal rapidez que lo único que provocaba en ella era asco y un profundo dolor en su zona.

- ¡Oh princesa! Eres tan estrecha - seguía moviéndose dentro de ella mientras luchaba por librarse y evitar  mas daño. Cuando iba a besarla en los labios nuevamente, Angela le dio una mordida que lo hizo sangrar, grave error.

Le dejó ir otra bofetada igual o más fuerte que la anterior que la dejó aturdida por unos instantes.

- ¡Por favor... suélteme! - dijo en un susurro de súplica aún con lágrimas, esto hizo que Patrick continuara con las fuertes embestidas hasta quedar satisfecho.

Cuando terminó, vio una gran mancha de sangre en las sábanas, ahí se dio cuenta no solo de que fue demasiado brusco, sino que era la primera vez de su adorada princesa. Angela era virgen, y el no solo la golpeó, la violó.

Al verla casi inconsciente sobre la cama, parecía que la razón había vuelto a él, se vistió y fue hacia ella.

- ¿Angela? ¡Princesa despierta por favor!

Era tarde, los golpes la dejaron mal y ni hablar de lo que había pasado.

La tomó en brazos y la llevó a darle un baño. Después cambió las sábanas y la dejó vestida con un camisón que le llegaba a los muslos.

Salió de la habitación hecho una furia consigo mismo.

Prometió no hacerla sufrir y no cumplió.

Todo iba a ser muy complicado a partir de ahora.