Todos en esa familia estaban destrozados.
Habían pasado tres semanas desde que secuestraron a Angela y aún no tenía alguna pista de dónde podría estar.
Aaron ya comenzaba a perder la esperanza de encontrarla, Marcela cada día esperaba junto al teléfono en compañía de Bayle, quien se volvió cercana a la familia, Matt se sentía culpable por no poder protegerla... y Evan, por dentro estaba destruido, al igual que Aaron buscaba en cada rincón del país y nada.
Con ayuda de los agentes Murray y Strauss, la noticia del secuestro llegó a todos lados y de esa forma asegurarse de que todo Estados Unidos la estaría buscando.
Por otra parte, el infierno que Angela estaba viviendo apenas comenzaba.
Desde que Patrick abusó de ella y la golpeó, Angela no podía dormir siquiera un poco.
Pasaba todas las noches despierta con temor de que le hiciera daño de nuevo, no comía ni bebía mucho, lo único que había probado desde que llegó a ese lugar era el té de hierbas que siempre le llevaba en las mañanas y un poco de jugo.
Las pocas veces que comía era cuando Patrick se quedaba para cerciorarse de que Angela comiera y así no muriera de hambre.
- Princesa - dijo entrando a la habitación - Te traje un poco de fruta y jugo de naranja para que desayunes.
Le dio un vistazo rápido y de nuevo volvió su vista a la ventana, ya no sabía si seguir luchando para librarse o rendirse y aceptar que este era su destino.
- Angela ya me estoy hartando de esto. Si no quieres comer de acuerdo, pero no vas a seguir ignorándome.
- ¿Me puede dejar sola? - fue lo único que dijo, luego el hombre salió entre desilusionado y furioso a la vez.
Ya le había pedido perdón de mil maneras por tomarla a la fuerza pero ella se negaba a tenerlo cerca.
- Vas a amarme ya sea por las buenas o por las malas Angela...
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En la casa de los Zuckerman todo era gris.
A petición de Marcela, Bayle se había mudado con ellos a lo que Aaron estuvo de acuerdo, no podía permitir que su esposa cayera en la depresión y que mejor compañía que la amiga de su hija.
Como pasaba desde esa noche, Marcela nuevamente se quedó dormida en el sillón de la sala de estar junto al teléfono, Bayle la cubrió con una manta y fue al jardín donde vio la silueta de Matt junto a la alberca y decidió acercarse.
- ¿Te puedo acompañar? - le preguntó algo tímida.
- No es necesario señorita...
- Dime Bayle - le dijo tomando asiento.
- De verdad, no es necesario.
- Puedo notar que estás muy triste Matt, todos en la casa lo estamos.
- No lo entiendes - dijo con la mirada perdida.
En ese momento Bayle recordó la plática que tuvo con Angela un día antes de desaparecer.
- Una vez ella comentó, que tu estabas enamorado de una joven, pero que no pudo corresponderte. Dime algo Matt... ¿Angela era esa joven? ¿Es esa la razón por la cual estás tan deprimido?
Aquel hombre sintió extraño al escuchar esa pregunta, sin embargo contestó.
- Si... el día de su cumpleaños... le confesé lo que sentía, aún sabiendo que no iba a corresponderme... fue la última vez que intercambiamos palabras. Los demás días fueron muy incómodos para ambos.
Fue todo lo que dijeron en ese momento, solo quedaron viendo al cielo juntos.
Luego de unos minutos, la joven de cabellos negros se retiró dejando a Matt con un sin número de cosas en su cabeza.
- ¿Donde estás Angela? ¿Dónde? - susurró lo último.
En el despacho, Aaron se encontraba con los agentes que estaban a cargo de la investigación.
- ¿Aún no hay noticias?
- Lo siento señor Zuckerman, hasta ahora solo tenemos los vídeos de las cámaras de seguridad de la empresa. Por ahora estamos investigando al tipo.
- Ojalá tengamos algo.
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Cuatro meses pasaron y Angela ya no era la misma de antes.
Ese brillo que siempre irradiaban sus ojos había desaparecido por completo. Ya no reía y la situación en la que se encontraba no se lo permitía.
Patrick intentaba acercarce a ella pero no podía.
Las violaciones seguían, Angela ponía resistencia en todo momento hasta que se cansó de luchar.
Cada noche que la tomaba a la fuerza, dejaba mordidas en todo su cuerpo, también en sus senos y quedaban las marcas de sus manos sobre ella. Y no solo eso, la golpeaba cuando ella se negaba a corresponder sus besos.
- ¿Princesa? Te traje el desayuno.
Consistía en un plato de huevos con tocino, fruta picada y un poco de jugo de naranja.
Esta vez aceptó de buena manera y comió bajo la atenta mirada de él.
Se sentía cada día más cansada, tenía náuseas y solo quería dormir.
Al principio no le tomó importancia pero luego los síntomas eran más frecuentes.
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Los agentes trabajaron sin descanso hasta dar con la identidad del culpable, noticia que llegó a los medios.
"En otras noticias, las autoridades aún no logran dar con el paradero de la señorita Angela Christine Zuckerman quien fue secuestrada hace más de cuatro meses, sin embargo revelaron la identidad del presunto delincuente (aparece una foto de Angela y otra de Patrick)
El hombre que ven en sus pantallas, identificado como Patrick Loswell es el responsable no solo del secuestro de la joven, sino de un doble homicidio ocurrido hace catorce años, también de la muerte de dos jóvenes en menos de una semana. Si usted tiene información sobre la ubicación de la joven no dude en comunicarse con el señor Aaron Zuckerman. Para más información..."
Aquel hombre que vio la noticia estaba más que sorprendido y no dudó en hacer lo correcto.
En la casa de los Zuckerman esperaban con ansias buenas noticias sobre su hija.
Matt decidido a hablar con su jefe .
- ¿Señor? ¿Puedo hablarle?
- Claro, ¿Hay noticias de mi hija?
- No señor, es de otro asunto.
Editado: 13.12.2021