Sólo Mía

Capítulo 22 "Rescate"

 

Aaron

El collar que le había regalado a Angela tenía dentro un chip GPS que la encontraría así fuera en el fin del mundo.

Después de que el tal Louis se fuera, llamé a los agentes y les di la información. Esperaba que ella aún tuviese en su poder ese collar.

En efecto, la dichosa cabaña quedaba a ochenta kilómetros de la ciudad cerca de un lago. Es difícil llegar hasta allá por el mal estado en que se encuentra el camino, pero con tal de rescatar a mi hija soy capaz de ir hasta el mismísimo infierno.

- James.

- ¿Señor?

- Llama a los demás hombres de seguridad, diles que es importante.

El hombre se va a cumplir lo que pedí.

Las empresas quedaron a cargo de Robert, ni mi esposa ni yo teníamos cabeza para esto.

La amiga de mi hija, Bayle, ha cuidado de Marcela en todo momento, lo cual agradezco porque seguramente mi esposa ya habría cometido una locura.

Después que esto termine, retomaré la conversación que dejé pendiente con Matt.

- Ya están todos reunidos señor, el agente Murray también espera.

De esto depende la vida de mi hija.

- Bien señores - dije con nervios - Como saben, hoy cumpliremos una muy importante misión, con ayuda de los agentes logramos dar con la ubicación de Angela.

- En el momento en que lleguemos al lugar - habló Strauss - Debemos ser muy precavidos, recuerden que el sujeto puede estar armado. También queremos pedirles que eviten dispararle a menos que Nathan o yo demos la orden. Necesitamos a Loswell con vida.

- Quiero que pague por el daño que le ha hecho a mi familia, pero recuerden que la vida de mi hija está en juego. Eviten cometer una estupidez.

Dicho esto, nos preparamos para ir de una vez por todas.

- Señor Zuckerman - es Evan.

- Dime que sucede.

- Quiero acompañarlo, Angela es el amor de mi vida y lo que más quiero ahora es ver al maldito cabrón que se pudra en la cárcel... Iré con ustedes aún en contra de lo que diga.

- Evan... se que amas a mi hija, pero recuerda que tu vida también puede correr peligro. Dejaré que nos acompañes pero evita cometer algún error.

- Lo juro. Quiero ver como ese infeliz sufre...

Antes de salir, la voz de Marcela me detuvo.

- Aaron...

- Disculpe señor, quería verlo antes de irse - la joven se disculpó y nos dejó a solas.

- ¡Por favor... trae a nuestra hija de vuelta! ¡Por favor Aaron! - dijo en tono de súplica con sus ojos llenos de lágrimas.

- Cielo... te juro que esta noche nuestra hija estará en casa. Trata de descansar un poco y cualquier cosa prometo avisarte. Bayle cuide de ella por favor.

- Descuide señor, así lo haré.

Nos subimos a los autos y comenzamos el recorrido.

- Pronto estarás a salvo hija...

 

Angela

¡Como extraño a mi familia!

El único recuerdo que tengo de ellos ahora es este collar con mis iniciales grabadas. Papá dijo que era muy especial y que siempre estarían conmigo no importa el lugar.

¡Maldito el día en que ese pedazo de basura se cruzó en mi vida!

Lo único que puedo hacer ahora es odiarlo.

Me arrebató a mis padres, mis amigos, mi familia, al amor de mi vida, se llevó todo de mi.

Anoche que según él me "hizo el amor" solo cerré mis ojos y dejé que terminara.

Me lastima demasiado y el dolor en mi zona y vientre es intenso.

No puedo permitir que me siga golpeando y ultrajando, debo luchar por mi y por alguien más.

La puerta se abrió y por ella entró el bastardo ese con una charola, preparó pasta boloñesa y también jugo de frutas.

Las náuseas que he tenido no me dejan comer tranquila y en este momento es lo que menos quiero hacer.

- Te traje algo de comer.

- No quiero nada, quiero estar sola - suspiró frustrado.

Ya era de noche, yo seguía viendo por la ventana el hermoso paisaje de el lago reflejando la luz de la luna. En otra circunstancia esto sin duda sería perfecto.

- Estás muy débil y necesitas alimentarte, así que vas comer.

- ¿Qué parte de que no quiero nada no entiende? Déjeme en paz.

Su mano se estrelló en mi mejilla otra vez y al caer sentí una fuerte punzada en mi vientre, llevé mis manos a esa zona.

- ¡No quiero lastimarte, pero tu me obligas! ¡Nada te cuesta obedecer! - gritó lo último - ¿Acaso no logras entender lo mucho que te amo?

Reí por eso, aunque el hacerlo me provocó aún más dolor.

- ¿De que te ríes?

- ¿Usted dice amarme? No sabe lo que significa eso.

- Cierra la boca - dijo entre dientes.

- Solo me ha hecho daño, me alejó de mi familia, de las personas que quiero, asesinó a mis padres biológicos, me violó en muchas ocasiones ¿Y dice que me ama? Nadie podría amar a un monstruo como usted porque eso es lo que es. Un. Monstruo.

Me propinó una patada en el estómago y otra y otra y otra más, quiso seguir golpeándome pero el ruido de una puerta romperse hizo que se congelara por completo.

- ¡Angela! ¡Princesa venimos por ti! - esa es la voz de mi papá, al fin podré salir de este infierno.

- "Patrick Loswell, sabemos que se encuentra en esa cabaña, mas vale que se entrgue".

Papá entró a la habitación rompiendo la puerta de golpe.

Patrick quiso tomarme del cabello pero un chico castaño se lo impidió.

Evan.

- ¡Hija! - suspiró

- ¡Papá! ¡Al fin me encontraste! - le dije con lágrimas mientras se agachaba para abrazarme. Evan me ayudó a levantarme y luego dejó ir su puño al rostro de ese maldito.

Matt y Ray lo detuvieron antes de que cometa una locura.

Los agentes aún no entraban.

- ¡Vas a pagar con creces todo el daño que has provocado maldito hijo de perra!

Lo detienen.

- ¡Mi amor! No sabes cuanto te extrañé... - nos dimos un tierno abrazo, fue tan lindo que no pude evitar cerrar los ojos.

- ¡Gracias por todo Evan!

Al momento en que abrí mis ojos, Patrick se encontraba apuntando a Evan con un arma muy pesada.




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