Capítulo 24 "Despertó"

Aaron

Le dio un infarto pero afortunadamente no pasó a mayores.

Según lo que Damian nos dijo, le harán varios estudios a Angela para corroborar que no haya más peligro.

Tiempo después

Evan

Dos años.

Dos largos años en los que Angela aún no despierta de ese maldito coma.

Las empresas de Aaron y de mi padre han vuelto a funcionar, solo que no como antes.

Según los estudios que le hicieron, su útero quedó muy dañado debido a las violaciones y múltiples golpes que recibió, las posibilidades de que Angela pueda ser madre son pocas, un tres por ciento.

Será un golpe muy duro para ella cuando se despierte.

Por otro lado, ese infeliz del tal Patrick se la ha pasado muy mal.

Nos dimos cuenta por Darren que algunos reos en prisión se han encargado de que viva un infierno encerrado en ese lugar. Está con los reos más peligrosos.

Me encuentro junto a ella en este momento, pues desde que la rescatamos no me he querido separar de ella por nada ni nadie.

Veo su hermoso rostro, ahora pálido debido a los medicamentos que le suministran por intravenosa, sus bellos ojos peculiares cerrados... pareciera que tan solo duerme, pero la realidad es otra. Los golpes que recibió con el pasar del tiempo se curaron.

Pero ella sigue así, cada día se le nota más débil.

Mamá dice que debo descansar y para lo único que voy a casa es a darme un baño y cambiarme de ropa.

Marcela y Bayle también han cuidado de ella y por cierto, parecerá increíble pero su madre está embarazada. Angela va a tener un hermanito.

- Preciosa - le susurro de forma tranquila - Soy yo de nuevo. Supongo que ya debes saber que vas a tener un hermanito, si, Marcela está embarazada. Otra nueva noticia en tu ausencia.

Salieron unas lágrimas de mis ojos al recordar los buenos momentos que pasé a su lado, aunque fueron pocos.

- En ese tiempo solo hago una cosa, estar junto a ti en el momento en que despiertes - apreté su mano fuerte - Te amo... aquí estaré siempre no importa lo que pase.

Sentí un apretón por parte de ella y de inmediato mis ojos se posaron en su rostro.

Vi como abría poco a poco sus ojitos y con un leve susurro habló.

- E_Evan...

- ¡Angela¡ ¡Gracias a Dios!

Angela

"Estoy en una especie de jardín celestial, porque hay todo tipo de flores.

Más adelante visualizo una pequeña pero hermosa fuente, sin temor alguno me acerco hasta allá.

- ¿Mamá? ¿Papá? - no lo puedo creer. Después de tanto al fin vuelvo a verlos.

- Nuestra hermosa pequeña, que gusto que al fin llegaras.

- ¡Los he extrañado mucho!

- Lo sabemos, por eso hemos venido por ti.

Mi expresión de felicidad se borró por una de tristeza total.

- ¿Qué te pasa pequeña? ¿Acaso no estás feliz por vernos?

- Claro que lo estoy. Siempre había querido verlos aunque fuera en sueños, pero no estoy lista para ir con ustedes.

- Entonces debes luchar, estamos orgullosos de ti..."

Poco a poco fui abriendo mis ojos tratando de acostumbrarme a la luz de la habitación.

Sentí una mano sobre la mía y la apreté fuerte.

Supe que estaba nuevamente en el hospital y a mi lado estaba una de las personas más importantes en mi vida.

- E_Evan - le dije a duras penas, sentía mi garganta quebrarse cada que intentaba pronunciar palabra alguna.

- ¡Angela! ¡Gracias a Dios! - me acercó un vaso con agua para poder tomar un poco y luego fue a llamar a los demás.

- ¡Aaron! ¡Marcela, Bayle! ¡Angela despertó!

El solo escuchar que mis padres y mi amiga estaban aquí me hizo sentir ganas de llorar.

El primero en entrar fue papá, seguido de mamá, Bayle y el doctor Rossi.

- ¡Papá! - dije con lágrimas.

- ¡Mi princesa! - dijo entre feliz y con voz quebradiza.

- ¡Él los mató...! ¡A mis padres, a Sarah, Ben y a Matt intentó matarlo! - fue lo primero que mencioné.

Mamá tomó una de mis manos entre las suyas y me dedicó una sonrisa llena de ternura y tristeza.

- Amiga, que gusto que estés bien.

- Bayle... gracias por estar aquí.

- Angela, bienvenida a la vida nuevamente. Necesito hablar contigo, por favor debo pedirles que nos dejen a solas con los señores Zuckerman.

- Desde luego, amor estaré afuera.

Una vez solo el doctor y mis padres en la habitación, comenzó la conversación.

- Bien Angela, lo que tengo que decirte es delicado pero necesario que lo sepas.

Mamá y papá tomaron mis manos y Damian prosiguió.

- Cuando llegaste estabas muy mal herida sin mencionar que...

- Doctor - le interrumpí - ¿Cuánto tiempo... llevo aquí?

- Dos años... luego de extraerte la bala del pecho entraste en coma.

- Supongo... que mi hijo... no sobrevivió ¿Verdad?

- ¿Lo sabías hija? - preguntó mamá.

- Si... pero tres día antes de que me encontraran sentía dolores leves pero constantes.

- En efecto Angela, producto de múltiples golpes... tuviste un aborto.

Sollocé en mi interior.

- Eso no es todo... Se que es difícil para ti y contarás con mi ayuda. Debido a las violaciones y golpes que recibiste... tu aparato reproductor quedó lastimado y existe una posibilidad de un 3% de que puedas ser madre.

Ya es demasiado para mí.

- Creo que lo mejor será que descances, permiso.

Lloré por todo lo que me pasó.

Dos años postrada en una cama de hospital, con secuelas de por vida seguramente, y el ser estéril es algo que me ha marcado para siempre.

- Hija - mamá se acercó aún más y dijo - Sabes que siempre estaremos a tu lado, sin importar que.

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Unos días después ya me estaban dando de alta.

Llegué a mi casa y todo fue como un deja vú, yo llegando del hospital y los empleados recibiéndome con alegría.