Capítulo 26 "Debo hacerlo"

He asistido a las terapias sin faltar a ninguna sesión. Me a ayudado a calmar mi temor y poder dormir un poco mejor. Espero que pronto pase.

Le comenté a Evan y Bayle lo que tenía en mente.

Al principio creyeron que estaba loca, pero les expliqué el motivo por el cual insistí tanto.

- Amiga ¿Estás muy segura de lo que vas a hacer? No quisiera que tuvieses una crisis nerviosa.

- Por supuesto que estoy segura Bayle. Debo hacerlo.

Estoy en la prisión de Nueva York y antes de todo, sí, vengo a ver a Patrick por última vez.

- Angela ten cuidado. Estaré cerca por si me necesitas.

- Voy a estar bien.

Al entrar a la sala de visitas él estaba sentado en una mesa, quien no dudó  en mostrar una sonrisa por mi presencia, mientras yo me mantengo neutra.

- Angela - suspiró - No sabes lo feliz que me haces con tu visita.

- No estoy aquí por una visita de cortesía - esa risa se borró - Esta será la última vez que usted y yo crucemos miradas.

- ¿Por qué no has venido? Yo....

Le interrumpí de golpe.

- Para empezar no tengo por qué, en segundo lugar ¿Cómo pensaba en que debía visitarlo mientras yo estaba postrada en una cama? ¿No sabía que pasé dos años de mi vida en coma?

- Angela...

- Y no solo eso, tengo una cicatriz en el pecho debido a la bala que me disparó... aún falta. Por su maldita culpa perdí la única razón que tenía de ser libre de alguien como usted... perdí a mi hijo.

- ¡¿Estabas... embarazada?!

- Si - suspiré con lágrimas en mis ojos de tan solo recordar a mi pequeño - Por sus golpes y todo su maltrato mi hijo no está conmigo en este momento... Pero eso no es todo, junto a su locura se llevó la posibilidad de que en un futuro yo pueda ser madre. Arruinó mi vida para siempre.

- ¡Yo solo quería que me amaras como yo te amo a ti! ¡Quería que estuvieras a mi lado para siempre! !Que me amaras sólo a mi!

- ¡No me pida que lo ame, porque no lo merece de mi parte! - en ese momento agradecí que nos separa un cristal - La razón por la que vine es una solamente.

Me costó hacer que unas simples palabras salieran de mi.

- Lo perdono.

Mostró confusión de inmediato pero dejó que siguiera.

- No puedo pasar el resto de mi vida guardando odio y rencor hacia alguien que está pagando por sus errores. Es por eso que lo perdono, y esta es la última vez que nos vemos.

- ¡No puedes hacerme esto! ¡Yo te necesito, te necesito junto a mí en estos momentos!

- Ya no insista - dije con fastidio por toda esta situación - No voy a repetirlo.

- ¡Princesa por favor!... ¡no te vayas! ¡TE AMO!

- Hasta nunca Patrick.

Escuchando mi nombre de parte suya salí de ese lugar.

Ahora si puedo decir que me siento en paz conmigo misma.

Me deseché de un gran peso que me abrumaba cada día más.

- ¿Todo en orden amor? Estaba preocupado por ti. Tardaste mucho.

- ¿Angela que pasó?

- Tranquilos los dos - dije mostrando una sonrisa - Ya me siento muchísimo mejor. Vamos a casa antes de  que papa se entere que vine a este lugar.

********

Desperté tranquila y sin ojeras por no dormir por las noches.

Luego de bañarme, me iba a colocar un vestido negro que me llega a las rodillas con unas plataformas del mismo color.

Al ponerme el sostén, observé por el espejo la cicatriz en mi pecho y sin poder evitarlo vi todo mi cuerpo en donde hay algunas marcas de cortadas y en uno de mis pechos la seña de una mordida fuerte.

Sin evitarlo, lágrimas salieron a mares.

- Evan no me va a seguir amando así como estoy - dije en un susurro que fue oído por mi madre quien entraba a mi habitación.

- No digas eso Angela - fue más bien un regaño - Evan te ama incondicionalmente, ha estado contigo en todo momento.

- ¡Mamá mírame! - me señalé - ¡¿Quién va a amarme si estoy marcada de por vida?! ¡Tengo cicatrices, mordidas, cortadas! ¿Crees que es fácil de olvidar algo así?

- Supongo que no, pero no debes menospreciarte por esto. No fue tu culpa.

- ¿Acaso Evan se quedará junto a mi por lástima? Porque lo único que poseo son estas malditas marcas en mi cuerpo.

- No tienes nada, y por si no lo sabías Evan ha estado junto a ti aún en el hospital, esperando a que despertaras y así fue. Fue el primero al que viste. Él te ama y mucho. Así que no quiero oír que digas ese tipo de cosas, vamos. Tu padre nos espera para el desayuno.

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