Han sido unos días muy largos.
Conseguimos a dos nuevos accionistas, cada uno con el 2% de las acciones quedando el 3% restante aún a la deriva.
Seguiremos buscando a alguien que se haga cargo, por otro lado, el proyecto en el que trabajé desde que volví a las empresas, fue del agrado tanto de los accionistas como de los inversionistas y por supuesto de papá.
Comenzamos a trabajar terminando la junta y han pasado dos semanas desde que se puso en marcha.
El teléfono de mi oficina suena y sin esperar a saber quien es contesto.
- Dime Bayle.
- Angela, afuera en recepción está una señora que dice querer hablar contigo ¿La hago pasar?
- Que pase y por favor ninguna palabra de esto a mi padre.
- Como digas.
Minutos después entró una mujer castaña, ojos azules y tez clara.
- Buenos días señora, soy Angela Zuckerman ¿En qué puedo ayudarle?
- Mucho gusto, me llamo Katherine Loswell... la viuda de Patrick.
De todas las cosas que imaginé que pasarían el día de hoy, esta fue la menos coherente.
- Y... en que le puedo... ayudar.
- Antes que nada, quiero que me perdones.
- No le entiendo - le dije con el ceño fruncido mostrando confusión - ¿Por qué debería perdonarla?
- Porque pensé que eras la amante de mi esposo. Cuando Patrick comenzó a trabajar en la universidad en que estudiaste, también comenzó a actuar muy extraño. No estaba mucho en casa y mis hijos y yo lo extrañábamos, en las noches... cuando me hacía el amor, decía un nombre, Christine... Christine... Christine. Supongo que es tu segundo nombre.
- S-Si, es correcto.
- Te odié sin razón todo este tiempo. Poco después supe de tu secuestro y... estuve presente en el juicio. No niego que me sentí terriblemente mal al enterarme de todo lo que fue capaz... además de... que provocó que tu hijo muriera. De verdad lo siento.
- Señora - dije con la voz entrecortada por el nudo que comenzaba a formarse en mi garganta al recordar a mi hijo - No tiene por qué hacer esto. Tanto usted como yo fuimos víctimas de Patrick por muchos años, ya es tiempo de que las heridas comiencen a sanar.
Después de unos minutos la mujer se va y las lágrimas no tardan en salir.
- Angela - Bayle entró a mi oficina y se detuvo al verme llorar - ¿Quién era esa mujer? ¿Y que te dijo para que estés así?
- Era la esposa de... de Patrick - contesto y adivino la pregunta de Bayle - Vino a disculparse por creer que yo le robaba a su marido.
La cara que puso era digna de una foto, le conté con exactitud todo lo que hablamos.
- Pobre mujer, vivió infeliz al lado de ese maldito.
- Ya no quiero hablar de eso. Dime que tal te fue con Matt anoche.
Puso una sonrisa que le llegaba a las orejas.
- La cena estuvo increíble, después fuimos a mi departamento...
Se quedó en silencio.
- No me digas que.
- Matt y yo... hicimos el amor - dijo muy emocionada y algo en mi hizo sentir mal.
- Me alegro por ustedes... - otra vez el nudo en mi garganta comenzó a formarse - Ambos merecen ser felices. Supongo que fue algo muy especial.
Sus ojos también se cristalizaron al verme de esta forma.
- Amiga no te cuento esto para hacerte sentir mal si es lo que piensas - hace una pausa para continuar - Eres mi amiga, la hermana que no tuve y estamos para apoyarnos la una con la otra.
- Lo sé. Estar con la persona que amas es algo más que especial, en cambio yo - me detengo - No sé lo que siente porque un cruel despiadado me raptó y violó tantas veces... ¡No puedo siquiera estar cerca de Evan porque el recuerdo de él está siempre! ¡Se convirtió en una maldita sombra en mi vida y aún después de muerto sigue causándome daño!
- Angela cálmate, por favor - ella también estaba llorando - No quiero verte así.
- ¡A veces pienso en mi hijo! - le dije ya con la voz quebradiza y entrecortada - Pudo ser un niño precioso o una niña encantadora... ¡Eso es algo que jamás sabré porque su propio padre lo mató! - dije medio gritando y arroje todo lo que había en mi escritorio, por suerte todas las oficinas son insonorizadas.
- Sé que extrañas a tu pequeño pero este tipo de cosas solo te lastiman cada vez más.
- Estoy harta de sufrir. Solo quiero... que algún día esto que me pasó quede en lo más profundo de mi mente y ser feliz.
- Todos te vamos a ayudar siempre. Ahora quiero verte con la sonrisa de siempre aunque sea por unos minutos. Si quieres podemos ir de compras, aprovechando que salimos un poco temprano.
Después de debatirme en si ir de compras o no, acepto.
Si algo tiene Bayle es que puede ser persuasiva y le terminó convenciendo.
La visita de Katherine no hizo más que afectarme aún más de lo que ya estaba.
Sigo yendo a terapias y con esperanza sé que voy a mejorar.
Editado: 13.12.2021