*Advertencia: +18, puede contener lenguaje explícito u ofensivo, escenas de sexo y violencia.
Leer bajo su responsabilidad*
Sarah
(esto ocurre entre el capítulo 10 y el capítulo 15)
Ningún hombre me había rechazado, mucho menos me han mandado al infierno y el que Aaron lo haga solo significa problemas.
Como sea no es el único hombre en el mundo, me arreglo nuevamente y salgo del departamento que el mismo Aaron compró para nuestros encuentros.
Tuvimos un idilio por un año o más, es todo un dios griego del sexo, esos labios, esos brazos, ese pene que me hacía ver estrellas con cada embestida que me daba, sin duda todo un semental.
Manejo por las calles transitadas de Nueva York mientras recibo una llamada de papá.
- Hola papi.
- Sarah que bueno que contestas, ocurrió algo muy grave y es urgente que vengas a...
- Papá ahora no puedo atenderte, estoy al volante y debo reunirme con una compañeras y terminar un informe. Te llamo luego.
- Pero hija...
Sin esperar más cuelgo y pronto estoy llegando al departamento de Patrick, mi otra presa.
No termino de entrar cuando siento sus brazos rodearme y sus labios sobre los míos.
- Estoy muy duro pequeña - su voz se oye más ronca debido a la excitación y eso me encanta - No sabes las ganas que te tengo. Te extrañé Sarah.
- Y yo a ti mi hombre. Mío
Torpemente cierra la puerta y me lleva hasta la habitación, donde nos quitamos las prendas una por una hasta quedar totalmente desnudos.
- Espero que vengas preparada preciosa, porque no te pienso dejar ir hasta que no puedas sentir las piernas.
- No lo dudes, hazme gozar como nunca Patrick.
Sus labios pasaron por mi boca, cuello y siguieron hasta llegar a mi centro, donde su maravillosa lengua comenzó a hacer remolinos con mi clítoris.
- Deliciosa - usa sus dedos y lengua a la misma vez provocando que tenga un orgasmo maravilloso.
Toma un preservativo y lo pone en su jugoso y rico pene para luego pentrarme salvajemente, acto que me provocaba un ligero dolor pero a la vez me excita más.
- Tan apretada como siempre, me encanta.
- ¡Ah... Patrick! ¡Más rápido!
Comenzó un rápido vaivén, siento temblar todo mi cuerpo, mis pechos rebotan con cada movimiento de Patrick y no hago otra cosa más que jadear de gusto.
- Di que eres mi zorra... quiero oirte gemir como perra Sarah.
- Soy tu puta... dame duro Patrick... quiero sentirte muy profundo.
- Así me gusta, ahora - se detuvo y dimos vuelta en la cama - Quiero que me montes.
Primero hice círculos lentamente, cosa que le gustó, luego empecé a saltar como nunca lo he hecho, ni siquiera con Aaron.
- Eso... muévete así... eres increíble Sarah.
- ¿Te gusta? ¿Te gusta como me muevo sobre ti?
- ¡Joder! Me encanta. No te detengas.
Continué con mis saltos hasta sentir que mis paredes se contraían apretando la dura polla de Patrick.
Finalmente alcanzamos el orgasmo y me dejé caer en las suaves sábanas.
- Ha sido increíble - le di un beso de pico y me acomodé mejor entre sus brazos.
- No cabe duda de ello, cada vez me sorprendes más querida.
- Lo sé y me gusta esto, pero hacerlo duro contigo me dio hambre.
Tomé su camisa que estaba a un lado de la cama y me la puse.
- No sé por qué te cubres, si no tienes nada que no haya visto.
- Me tendrás desnuda solo en tu cama, ahora voy a preparar algo para los dos.
Salí de la habitación y llegué a la cocina, busqué algo de pan y todo lo necesario para preparar sándwiches.
Enciendo la TV y dejo el noticiero.
"Con una nueva noticia la joven Angela Zuckerman fue llevada de emergencia al hospital de Nueva York por un repentino ataque cardíaco. Por mucho tiempo desconocíamos su padecimiento pero ahora solo queda esperar que se recupere pronto. Para más noticias..."
¿Angela... en el hospital?
Seguramente de esto hablaba papá y no quise escucharlo.
Dejo todo y voy corriendo a la habitación, busco mi ropa y me visto lo más rápido que puedo.
- Lo que sea que estés preparando huele a quemado ¿Qué ocurre? Aún es muy temprano.
- Mi amiga está en el hospital y su estado es crítico.
- ¿Qué amiga? ¿La señorita Zuckerman?
- Si ella misma, prometo que te lo voy a compensar en nuestro próximo encuentro.
- Me parece bien.
Salgo de ese lugar y manejo lo más pronto posible hasta el hospital.
************
Lo saben, Angela y su madre saben de mi amorío con Aaron.
Y lo peor es que debido a la impresión ella sufrió un infarto.
Realmente me siento mal por ello, es mi única amiga, la única de verdad y tantos años de amistad se fueron a la basura.
- ¿Qué tienes Sarah?
- Angela está muy mal mamá, los doctores no creen que pase la noche.
- Mi niña no te angusties, esa joven a vivido situaciones muy duras, confía en que se va a recuperar pronto.
- Susan no atormentes más a nuestra hija, seguro debe estar muy agotada con todo esto.
Demasiado papá. Pienso.
- No tengo ganas de cenar, buenas noches.
Cuando estoy en mi habitación no puedo evitar pensar en mi situación, poco a poco me voy alejando de las personas a las que realmente les importo.
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Todo va de mal en peor.
Cuando se hubo recuperado, Angela me enfrentó y humilló delante de sus guarda espaldas, de Ben y de todo aquel que pasara enfrente.
¿Cómo es posible que la constructora Kessler Inc. ahora le pertenezca? No solo eso, también es dueña del 30% de la acciones de las Empresas Zuckerman, lo que significa que tiene voz y voto en todas las decisiones importantes, al igual que Aaron.
Hablando de eso la invitación para su fiesta de cumpleaños llegó hace unos días, como no pienso asistir por obvias razones me daré el lujo de cambiar completamente mi armario.
Editado: 13.12.2021