Sólo Mía

EXTRA II

Matt y Bayle 
(ocurre entre los capítulos 20 en adelante)

Narrador

Cada día que pasaba era un día más de sufrimiento y angustia para todos.

Habían pasado tres meses desde el secuestro de Angela Zuckerman y toda la familia, amigos y conocidos estaban al borde de la desesperación.

- Señora ¿Todavía despierta?

- Es difícil descansar en mi situación Bayle, no cuando tu hija está a merced de un enfermo y no sabes si está sufriendo.

Marcela, como toda madre, tiene la viva esperanza de que su hija regresará, se encontraba en la sala de estar viendo una foto de la familia en lo que parecía ser un cumpleaños.

- ¿Qué edad tenía? - preguntó con curiosidad la joven.

- Ocho años, era su cumpleaños y en ese entonces el padre de Aaron no la aceptaba todavía.

- Por eso Angie casi no hablaba de su abuelo.

- Adrien era un hombre con un pensamiento anticuado. En lugar de apoyar a su hijo cuando tuvo ese accidente de niño, mas bien le negó todo tipo de afecto y cuidados. Silvia y Raymnod tenían poco de haber llegado a la casa y ellos criaron a Aaron cuando su madre murió. Para él fue muy difícil asumir una responsabilidad a tan corta edad, en lo único en que Adrien estuvo de acuerdo es en nuestro compromiso, lo que lo enojó bastante fue saber que pensábamos adoptar, él por ningún motivo apoyaba nuestra decisión, cuando Angela llegó a nuestra vidas quiso conocer a los demás miembros de la familia, pero Adrien la tomó por poca cosa al no llevar su sangre.

- Entonces fue por eso que se distanciaron.

- Eso y porque Adrien se enojó con Angela por haber roto un jarrón de colección antiguo, estuvo a punto de pegarle y Aaron llegó a tiempo.

- No todo es perfecto, aún en la familia.

- Por eso no puedo estar tranquila, no hasta que mi hija aparezca.

- Será mejor que trate de descansar señora, si sigue forzando su cuerpo puede enfermarse.

- Por esta vez te tomaré la palabra, tú también descansa querida.

A simple vista Marcela a parentaba tranquilidad, pero solo el corazón de una madre sabe el dolor tan profundo que alberga el no tener idea en donde está tu hijo.

Pasadas la horas Bayle seguía sin poder dormir, se asomó por su ventana como todas las noches y pudo distinguir la silueta de Matt, sentado cerca de la alberca.

Decidida a conquistarlo se cubrió con una bata y bajó hasta llegar al jardín y tomar asiento junto a él.

- ¿Tampoco puedes dormir?

Matt no tenía ánimos de conversar con nadie, en su mente la única mujer que estaba presente llevaba tres meses desaparecida.

- Sabes, tengo poco de trabajar para los Zuckerman, exactamente desde que Angela asumió la dirección general, es una gran mujer y sé que donde sea que ese idiota la retenga ella saldrá adelante, no es de rendirse tan fácil.

- ¿Señorita por qué hace esto? - preguntó con un tono de fastidio que enseguida Bayle captó - Por más que le doy a entender que no quiero hablar con usted, insiste en acercarse ¿Por qué lo hace?

- La respuesta es simple - se puso de pie - Me gustas Matt y sé que yo también te gusto, solo quieres aferrarte a algo que sabes que es imposible. Quiero que me dejes estar cerca, estoy segura que... puedo hacer que te enamores de mi.

Sorprendiendo a Matt lo tomo de su rostro y le besó, le besó tan salvajemente que ese simple acto mostraba algo más que una simple atracción, mientras Bayle le demostraba cuanto lo amaba, Matt simplemente sintió un profundo asco por ella.

- ¡SUELTAME! - la empujó de forma tan violenta que provocó que ella cayera al suelo - Ya estoy cansado de pedirle que se aleje de mi, estoy harto de sus coqueteos, de sus insinuaciones, de su acoso.

- No hay necesidad de actuar así Matt...

- ¡Claro que la hay! Parece que las mujeres como usted entienden a la mala.

- ¡¿Las mujeres como yo?! - respondió al momento de levantarse con enojo.

- ¡Sí! Las mujeres como usted, las sinvergüenzas que se arrastran por un poco de atención, eso es lo que está haciendo. Entienda que la única mujer que me importa y que realmente amo es Angela Zuckerman, usted está muy lejos de llegar a ser como ella y nunca lo va a ser... Lo único que usted provoca en mi es asco... AS-CO.

Si alguien le hubiese advertido de esto Bayle no lo creería, pero pasó.

Con lágrimas derramándose y la poca dignidad que le quedaba se cubrió lo más que pudo con su bata de dormir.

Matt al ver su rostro lleno de lágrimas y reflejando dolor puro de inmediato se arrepintió de las atrocidades que salieron de su boca. Ella no quiso permanecer un segundo más en el mismo sitio, así que se marcho a su habitación.

Ninguno se percató de la presencia de Raymond, el jefe de seguridad y esposo de Silvia.

- Hay muchas formas de hacerle entender a una mujer que no le interesas, no creo que hacerla sentir como basura sea la correcta Matt.

- Ray, ella me acosaba y coqueteaba en cada oportunidad, debía decirlo.

- ¿Pero tomaste en cuenta el cómo se sentiría? No lo hiciste, yo también soy padre y creéme que si alguien le hiciera lo mismo a Agnes soy capaz de castrarlo.

- ¿Pero quien me entiende a mi? Me enamoré como un loco de Angela y ella...

- Ella ama a otro, tienes que entenderlo, la señorita Angela antes de su secuestro se comprometió con el joven Evan, es él a quien ama, aún estando en cautiverio. En cambio la señorita Bayle está o estaba dispuesta darte el amor que mereces y tú lo despreciaste.

Raymond se marchó dejando a Matt totalmente confundido.

En cambio Bayle entró por la cocina encontrando a James, quien se sorprendió de verla en ese estado deprimente.

- ¿Se encuentra bien?

- Estoy bien James.

- Hace demasiado frío, ¿Por qué salió si no está bien abrigada?

- Necesitaba pensar... aclarar algunas cosas que tenía en la cabeza y... - miró en dirección en donde estaba Matt - Creo que funcionó.




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