Solo por 8 meses

Reconciliación


Durante esta semana que ha pasado desde que la habitación de Félix se encuentra habitable, no he perdonado a Alfr bueno ya lo hice pero solo quiero hacerlo sufrir un poquitin, el ya se da cuenta de ello por eso varias veces me ha dado una cucharada de mi propia medicina, mis tardes se han pasado desde encontrar«la tienda» para mi vestido de novia, hasta ir de persona en persona llamando, claramente para verificar si venderán a mi fiesta de compromiso. Recuerdo que solo ayer volví a llenar cada uno de los formularios para que mi hijo esté entre mis brazos. La última vez que fui, el me lleno de dibujos para mi, su cabello está más largo de lo normal haciendo que se vea mas tierno de lo que ya es.

-Dulce.- La voz de Lucían me hace mirarlo desde la distancia.

-Mmm, sí.

-Quiero mi vestido de rosa.- Chillo como adolescente con novio literario nuevo.

-Lucían.- Hable entre dientes.

-¿Que?, mira ya te saque una sonrisa, deja de enojarte.

-No estoy enojada solo un poco mucho nerviosa en dos semanas me caso y hoy me comprometo.

-Pero hace más de un mes que tienes casi todo listo.

-Si, pero igual Alfr no sabe eso y de ninguna de las dos familia se sabe que me voy a casar, nos, Dios sabes que es tan extraño esto de un dia para otro bueno meses son meses.

-Si y recuerda que muchas personas se enamoran en una hora, los mejores amigos de mis padres se enamoraron en tres dia y en cuatro meses se casaron.

-Lo dices por aquella familia que son como doce hermanos.-Pregunté un poco confundida.

-Exactamente, ellos ya tienen treinta años de casados.

-¡¿Tantos?!

-Si se casaron a los veinte y cinco años ahora tienen cincuenta años de edad, pero no son viejos, tu padre murió con más edad y solo tenían como veinte años de matrimonio.

-Si y todavía no se por que mi madre se casó con él.

-No, no, llores, te tengo que vestir y maquillar para que seas la prometida mas hermosa que haya en este lugar y por que Mel no se en dónde rayos se metió, en verdad en donde estara metida.

-La pregunta será en donde no se haya.

-Bueno sería entonces en un colegio, una biblioteca o un parque con niños.

-Si...

...

No supe en verdad cuánto tiempo debió haber pasado, pero cuando ya estaba lista el sol ya se había escondido y la luna cada vez se veía más espléndida en el cielo nocturno, toque mi vestido y sentí el duro corpiño de encaje y la pesada falda, compre este vestido por todo lo que significa, lo vi en una de las revistas que el mar mantenía en su azotea solo que ese tenía un corte menos antiguo, adiós mangas de dos metros, bienvenido corte sin mangas y espalda baja.

-Cariño, ya llegaron tus invitados y Alf está loco buscandote.

-En un momento, la noche está fría pero deliciosa.

-Bueno pero no tardes que todos te están esperando que dirás esta noche.

-Claro.

La noche está fría pero no de esos que te congelas sino que solo te entumes y la piel se coloca de gallina, perfecta para los enamorados y los que tienen una mantita de papas fritas.

-Dulce ven ya va hacer la hora que anunciamos nuestro compromiso.

-Claro, vamos hoy estoy un poco melancólica, sabes que hoy fue el primer día en el que me escapé de mi casa.

-Bueno, pero hoy no podrás recordar eso por que es tu fiesta de compromiso y después habrá una recompensa.

-Mmm, yo quiero la recompensa ahora.

-No...,espera.

***

Elsker, eres la mujer más hermosa, la más... -sus manos se movieron 
con creciente impaciencia, tirando duramente de su ropa hasta que hizo estallar las 
costuras de sus prendas. 
-No, este vestido lo necesito todavía queda de la cena-dije ansiosamente, intentando 
desabrocharme el vestido antes de que acabara desgarrado. Me 
quedé helada ante el sonido de pasos viniendo por el pasillo, pero pasaron de largo sin 
detenerse. Lo más probable era que fuera algún invitado. 
-Alf, por favor, ahora no.
-Seré suave -Me alzó de entre el círculo de ropa descartada-. Sé que ha pasado 
mucho tiempo desde tu primera vez. 
sacudí la cabeza mientras la tendía sobre la cama. Y mientras aferraba el tejido 
de su camisa con ambas manos para mantenerla en su lugar, le susurró: 
-No, no es eso. Alguien nos oir. Alguien... 
-Tranquilízate, elsker, para que pueda quitarte esto. 
Vislumbró una llama diabólica en sus ojos cuando le dijo suavemente: 
-Tranquilízate, o te lo desgarraré. 
-Alfr, no... 
Fue interrumpida por el sonido del lino al llegar al suelo fue una suerte que haya sacado minutos antes los delicados botones que sostenían el vestido de una manera firme al igual que delicada 
-¡Oh, Dios! 
Chille viendo que no había manera de detenerlo. 
-Echa el pestillo a la puerta -le susurre con el rostro sonrojado-. Por favor, por 
favor, ciérrala con llave. 
Una sonrisa rápida pasó sobre la boca de Alf. Abandonó la cama y se dirigió a la 
puerta, mientras se despojaba de la camisa. Después de atrancar la puerta, se 
tomó su tiempo antes de regresar a la cama, disfrutando al verla sentada a un lado de las sábanas. 
Estaba de pie ante ella medio desnudo, con los pantolenos aflojados sobre sus 
caderas. Dulce arrastró la mirada sobre la lisa y musculosa superficie de su torso, y se 
estremeció entre las sábanas frías. 
Elsker, eres la mujer más hermosa, la más... -sus manos se movieron 
con creciente impaciencia, tirando duramente de su ropa hasta que hizo estallar las 
costuras de sus prendas. 
-No, este vestido lo necesito todavía queda de la cena-dije ansiosamente, intentando 
desabrocharme el vestido antes de que acabara desgarrado. Me 
quedé helada ante el sonido de pasos viniendo por el pasillo, pero pasaron de largo sin 
detenerse. Lo más probable era que fuera algún invitado. 
-Alf, por favor, ahora no.
-Seré suave -Me alzó de entre el círculo de ropa descartada-. Sé que ha pasado 
mucho tiempo desde tu primera vez. 
sacudí la cabeza mientras la tendía sobre la cama. Y mientras aferraba el tejido 
de su camisa con ambas manos para mantenerla en su lugar, le susurró: 
-No, no es eso. Alguien nos oir. Alguien... 
-Tranquilízate, elsker, para que pueda quitarte esto. 
Vislumbró una llama diabólica en sus ojos cuando le dijo suavemente: 
-Tranquilízate, o te lo desgarraré. 
-Alfr, no... 
Fue interrumpida por el sonido del lino al llegar al suelo fue una suerte que haya sacado minutos antes los delicados botones que sostenían el vestido de una manera firme al igual que delicada 
-¡Oh, Dios! 
Chille viendo que no había manera de detenerlo. 
-Echa el pestillo a la puerta -le susurre con el rostro sonrojado-. Por favor, por 
favor, ciérrala con llave. 
Una sonrisa rápida pasó sobre la boca de Alf. Abandonó la cama y se dirigió a la 
puerta, mientras se despojaba de la camisa. Después de atrancar la puerta, se 
tomó su tiempo antes de regresar a la cama, disfrutando al verla sentada a un lado de las sábanas. 
Estaba de pie ante ella medio desnudo, con los pantolenos aflojados sobre sus 
caderas. Dulce arrastró la mirada sobre la lisa y musculosa superficie de su torso, y se 
estremeció entre las sábanas frías.



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En el texto hay: pasado, adopcion, amor

Editado: 31.01.2020

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