Solo tú

18. JinKook

Han pasado tres días desde que Elenor se marchó a España para estar cerca de su madre y, aunque hablamos todas las noches, me he dado cuenta de que la echo mucho en falta. La necesito a mi lado y no puedo respirar bien si ella no está conmigo.

Entro en mi habitación con la botella y la copa de vino y me siento en la silla de escritorio. Casi es la hora en la que hablamos por videollamada y no aguanto las ganas. Quiero tenerla a mi lado para abrazarla, consentirla y besarla. 

La llamada de mi chica se escucha en el ordenador y contesto de inmediato:

—Buenas noches, preciosa. 

—Para mí son buenas tardes. ¿Cómo te ha ido el día? —me dice con una sonrisa en sus hermosos labios. 

—Te echo de menos. ¿Cómo está tu madre? 

—Mucho mejor. En una semana regresaré. Yo también te echo de menos. 

Escucho una voz de hombre a lo lejos, seguida de una femenina, y mi ceño se frunce. Elenor se da cuenta y se levanta de la cama para dirigirse hacia el salón y enfocar hacia el sofá donde hay sentadas dos mujeres, una de ellas asiática, y un chico. 

—Familia, os presento a JK, mi novio —nos presenta al sentarse al lado de la mujer asiática. 

Los tres me observan por la pantalla, me dedican una sonrisa y un saludo con un movimiento de manos enérgico. 

—Encantados de conocerte. Yo soy MinJi, la madre de esta hermosura —me contesta la mujer con un perfecto coreano. 

Yo estoy asombrado al verla y escucharla, pero también confundido. ¿Por qué Elenor no se parece a su madre en nada? 

—En realidad no es mi madre biológica, pero no me importa. Me ha criado desde que tenía tres años y por ella sé coreano —me informa mi novia al ver mi rostro desconcertado. 

—Yo soy Belinda, su prima, y este es Lorenzo, mi hermano. Encantados de conocerte al fin —se presenta la chica castaña con el mismo color de ojos que la editora. 

—Menos mal que habláis coreano o no me enteraría de nada —advierto con alivio de no tener que poner todo mi esfuerzo en aprender español. 

Se ríen de mi comentario y conversamos durante unos minutos más todos juntos. 

Elenor regresa a su habitación, se sienta en la silla del escritorio y desbloquea su tableta digital para buscar un archivo. 

—La escritora me ha mandado algunas páginas del cuento que escribisteis Jan y tú. Lo he leído y me parece que está bien, pero te lo voy a enviar para que lo leáis vosotros y me déis vuestra opinión. ¿Te parece bien? —me informa mientras sus ojos se enfocan en la pantalla de la tableta. 

Está ocupada mandando el archivo cuando alguien llama a la puerta de mi dormitorio y tengo que ausentarme unos segundos para poder abrir. Sin previo aviso, tres de mis compañeros invaden la estancia y se asoman al ordenador para ver a mi chica y hablar con ella. 

—¡Buenas noches, Elenor! —gritan los tres al unísono, moviendo las manos con demasiada energía. 

—¿Qué os pasa? ¿Habéis estado bebiendo? —quiere saber mi novia frunciendo el ceño con una sonrisa traviesa en los labios. 

—No hemos estado bebiendo, aún estamos bebiendo —responde Jan riendo a carcajadas, sentado en el borde de la cama junto a JoMin y TaeJoon. 

—Ya decía yo que estáis más alegres de lo normal. Ya he mandado el archivo, echarle un vistazo cuando podáis.

—¿Qué archivo? ¿Son fotos picantes que nosotros no debemos ver? —se interesa JoMin con una sonrisa pícara y seductora en su rostro. 

—No, pervertido. Son las primeras páginas del cuento que escribimos Jan y yo. La escritora asignada ya las ha adaptado y quiere saber qué nos parece —le explico a mis compañeros dejando una torta en la pierna de mi amigo. 

—¿Podemos leerla ahora? —inquiere Jan con curiosidad. 

—Mejor cuando estéis más sobrios. No me corre prisa —responde Elenor dejando su tableta a un lado para prestarnos toda la atención. 

—¿Piensas volver algún día? JK no deja de llorar por las esquinas por tu ausencia —TaeJoon se asoma a la cámara y ocupa toda la pantalla.

—¿Has llorado, amorcito? —me pregunta mi novia con una sonrisa tierna.

—Mucho. Te echo de menos —contesto siguiendo el juego de mi compañero y frunciendo los labios en una mueca infantil. 

—No te preocupes, estaré de vuelta cuando menos te lo esperes.

—Más te vale o iré a secuestrarte. 

Me dedica una sonrisa de oreja a oreja, desvía la mirada durante unos segundos mientras su prima le habla desde la puerta y escucho los murmullos de mis compañeros, muy cerca de mi oído. Se han levantado como un resorte de la cama y han apoyado las manos en la silla, acercando sus orejas para escuchar la voz femenina del fondo. 

—¿Quién es ella? —susurra JoMin sin apartar los ojos de la pantalla. 

—Su prima. 

—¿Qué le está diciendo? 

—No sé español, al igual que tú. Ahora le pregunto a Elenor —digo escuchando lo que dicen las chicas, aunque sin entender nada. 



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En el texto hay: romance, amor

Editado: 12.05.2023

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