Solo tú

49. EunSu

El viernes ha llegado y mi móvil suena cuando me llega un mensaje. Lo miro y contesto al ver que es SuHye.

Ya están llegando a la puerta de mi oficina para recogerme, por lo que empiezo a guardar todos los bártulos en mi bolso, apago el ordenador, me despido de mis compañeros hasta el lunes y salgo del edificio. Miro a un lado y otro para ver por donde vienen Elenor y SuHye, y cruzo cuando las veo paradas unos metros más adelante.

Me subo al coche saludando a ambas y la editora pone rumbo hacia el estudio de grabación.

Al entrar, los chicos están sentados mientras las peluqueras los arreglan para comenzar a grabar.

JK y TaeJoon nos ven, se acercan para saludar y besan a sus novias.

Observo a mi alrededor y me doy cuenta de que nadie de los presentes pone atención a las parejas.

«Deben de ser personas de confianza para ellos», me digo tragando con dificultad al ver a JoMin ataviado con un traje blanco y el pelo rubio con mechas de colores.

Me abanico inconscientemente con la mano ante la repentina subida de mi temperatura corporal y mi corazón se acelera cuando veo que se acerca a mí con una sonrisa encantadora en sus labios.

Me abraza guiándonos con disimulo hacia el pasillo oscuro detrás de las cámaras, me baja la mascarilla y me deja un beso que hace que mis piernas tiemblen.

—Buenas tardes a ti también —le digo cogiendo aire cuando sus labios se alejan durante unos segundos.

—Tengo que preguntarte una cosa después de que acabe la grabación. Espero que aceptes —me comenta en un susurro ronco y los labios hinchados por el beso.

—Miedo me das.

Me dedica una sonrisa traviesa, me da otro beso, coge mi mano entre la suya y regresamos con los demás.

La grabación va a comenzar y el director nos pide silencio antes de reproducir la canción.

***

Todos los presentes intentamos mantenernos en silencio para no interrumpir la grabación, pero es difícil con estos siete chicos juntos. 

Sus locuras no cesan, por lo que un videoclip de tres minutos les ha llevado casi tres horas.

Las chicas y yo nos levantamos de las sillas cuando hacen un pequeño descanso y nos acercamos a la mesa de bebidas para calmar nuestra sed y susurro: 

—¿Vosotras sabéis lo que quiere preguntarme JoMin después de la grabación?

—Es posible que tengamos alguna idea, pero no vamos a decirte nada —contesta mi amiga dando un sorbo de agua.

—¿Es algo bueno o malo?

—Bueno. Si dices que sí, claro.

—Vale, ya me dejas más tranquila —suspiro regresando con ellas a las sillas cuando el director pide silencio.

Cuando la grabación queda concluída, los chicos se cambian de ropa, se desmaquillan y se acercan a nosotras para ir a cenar a la casa que comparten.

Ya en el garaje, JoMin me agarra de la mano para que me quede con él y espera a que todos entren para besarme.

—La semana que viene nos vamos al lago Cheongpyeong para grabar un episodio o dos del programa. He pensado que si no tienes nada que hacer podrías venir conmigo —me propone con un rostro lleno de ternura y una sonrisa llena de esperanza.

—¿Pasaremos la noche fuera? —Pregunto entendiendo lo que me quiere decir.

—Una o dos noches, depende de lo que nos lleve la grabación. También podremos disfrutar del sitio cuando las cámaras se apaguen.

Lo miro durante unos segundos, intentando resistir la tentación de sus labios y su carita de ternura.

«Mierda», blasfemo cuando me es imposible resistirme.

—Está bien. Iré.

—Genial. Las chicas te recogerán para seguir nuestro coche —me informa dejando un beso en mis labios.

 



#13248 en Novela romántica
#1854 en Novela contemporánea

En el texto hay: romance, amor

Editado: 12.05.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.