Solo tú

52. JoMin

Me subo al minibús que nos llevará hasta el lago para grabar un nuevo episodio del programa y me siento al lado de YoonKi, delante de TaeJoon y Jan. Miro a mis dos compañeros más jóvenes y no nos podemos resistir a preguntar:

Hyung, ¿estás coqueteando con Belinda?

Jan, el mayor del grupo, pasa su mirada marrón por los seis, con los ojos abiertos de par en par por la sorpresa y contesta:

—Lo intento, pero ella le es fiel a su prometido. 

—¿Por qué te fuiste a fijar en la que está ocupada? Hay muchas mujeres solteras encantadas de estar contigo —le digo intentando que recapacite ante esa absurda idea de coquetear con una chica ya prometida. 

—¿Creéis que no me gustaría estar enamorado de otra que no esté atada ya? Por supuesto, pero mi corazón está empeñado en ella —responde con pesar en la voz. 

Hyung, si quieres, puedo intentar saber lo que ella piensa sobre ti —le propone JK agarrando su mano para darle ánimos. 

—No estoy seguro de querer saberlo. Es posible que me decepcione y no estoy preparado aún para eso.

TaeJoon le deja un abrazo y HoYung propone jugar para así distraerlo de sus pensamientos y del momento incómodo que estamos viviendo. 

Antes de empezar cualquier juego, miro hacia atrás para ver por la ventanilla trasera y comprobar que el coche de las chicas continúa detrás de nosotros, sin embargo, me es imposible al tenerlas tapadas. 

Me levanto un poco en el asiento para mirar a nuestro líder, que está sentado en el último asiento junto a HoYung, y le inquiero:

Hyung, ¿puedes mirar si las chicas nos siguen?

Mi compañero levanta la tela, lo suficiente para echar un vistazo, y me asiente con la cabeza para dejarme más tranquilo. 

Damos comienzo a los juegos y nos vamos apostando cosas para ponerlo más interesante.

***

Las horas se nos han pasado con rapidez y nos asombramos cuando el minibús para y el director nos informa de la llegada. 

Salimos del vehículo, cogemos nuestras maletas y me acerco al coche de las chicas junto a JK y TaeJoon para ayudarlas. 

Entramos todos en la casa que el programa ha alquilado y escogemos las habitaciones antes de ir a la localización para comenzar a grabar. 

—Esta casa es enorme —comenta EunSu admirando todo a su alrededor. 

—Es impresionante. Y con muy buenas vistas al lago. Mira —señalo hacia el ventanal de la habitación que hemos elegido. 

La chica se acerca al cristal y abre la boca asombrada por el enorme jardín que rodea toda la edificación. Me acerco a ella y rodeo su cuello para apoyar mi mano en su hombro y pegarla a mí. Le dejo un beso en la sien con una sonrisa en los labios y le digo:

—Gracias por venir.

—Gracias a ti por invitarme. 

—¡Chicos! —nos llama el director desde el salón de la casa—. Si ya estáis listos deberíamos ponernos en marcha. El día está lluvioso en el lago, pero no os preocupéis, os abrigaremos bien para que no os enferméis. 

—Vamos, va a comenzar la diversión —le digo emocionado por lo que nos espera. 

—Me voy a cambiar el pantalón y coger la chaqueta. No tardo nada —contesta la chica dejando un beso en mis labios cuando se da la vuelta entre mis brazos. 

—De acuerdo. Te espero en el salón. 

Le dejo un último beso aprovechando que nadie nos ve y salgo de la habitación para que se cambie tranquila. 

Me encuentro con los demás y TaeJoon me entrega la tarjeta de staff para mi chica. 

La esperamos tarareando, para variar, y le cuelgo la tarjeta al cuello dejando un nuevo beso en sus labios. 

Salimos al camino de entrada, subimos al minibús y nos ponemos rumbo hacia el lago para comenzar la filmación. 

***

Llegamos a la piscina donde empezaremos con los juegos acuáticos, nos entregan los bañadores y unos trajes de neopreno, ya que está el día lluvioso, y nos cambiamos en el vestuario. 

Los estilistas nos peinan y veo por el rabillo del ojo que mi chica se acerca con tres vasos entre las manos.

Le ofrece uno a la peluquera y otro a mí con un guiño de ojo cómplice que cojo rozando su mano. 

—Gracias, gordita —le susurro con una sonrisa de oreja a oreja y enamorada. 

—De nada, bebé —responde antes de marcharse de mi lado moviendo las caderas en su caminar.

Me muerdo el labio inferior deseando poder seguirla, pero la peluquera me devuelve a la realidad cuando me da un pequeño tirón de pelo para que mire al frente. 

—Unos ojos muy peculiares los de tu novia. Nunca he visto unos así en toda Asia —comenta la mujer poniendo bien mi flequillo y soltando el vaso en una mesita después de darle un sorbo—. Además es muy amable y encantadora.

—Lo sé. Sus ojos fueron lo primero que me enamoró de ella. 



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En el texto hay: romance, amor

Editado: 12.05.2023

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