62. YoonKi

Es demasiado temprano para que alguien se despierte y consiga ser productivo, pero no me queda más remedio. Mis compañeros y yo estamos invitados a un programa de la radio y, para mi mala suerte, empieza a las siete de la mañana. 

Me desperezo en la cama, estirando mi cuerpo para desentumecer los músculos, me levanto y arrastro los pies hasta el baño anexo de mi habitación. 

Me lavo la cara y los dientes, me visto al sacar la ropa del armario y bajo la escalera para encontrarme con todos mis compañeros y las novias de tres de ellos en la cocina. 

Las chicas me miran con una sonrisa divertida en los labios y me desconcierta. 

—¿Qué miráis? ¿Tengo algo en la cara? —les pregunto arrastrando las palabras. 

—Tienes una cara de dormido que no puedes con ella. No eres de madrugar mucho, ¿verdad? —inquiere EunSu antes de dar un sorbo a su café. 

—No me gusta madrugar. ¿Y vosotras qué hacéis tan temprano levantadas? 

—Yo voy con vosotros. Tal vez me encuentre con la locutora que me encanta, aunque ya lo hice el martes cuando le enseñé el apartamento de SuHye. La ciudad es un pañuelo —contesta EunSu con el rostro iluminado por la emoción. 

—Por cierto, la locutora a la que se refiere es la del programa de la madrugada. La que tanto te gusta escuchar cuando te desvelas componiendo en el estudio —agrega JoMin con una sonrisa traviesa en sus labios y un guiño de ojo. 

—Si se tiene buen gusto por la música no es de extrañar que le guste. Ya tenemos algo en común —digo sin darle importancia al asunto e ignorando a mi compañero. 

—Tal vez la encontremos. Ella saldrá cuando nosotros entremos —continúa JoMin con un tono de voz que se acerca a burlón. 

El timbre suena y todos nos dirigimos hacia la puerta para encontrarnos con nuestro mánager. Entramos en el garaje y salimos de la urbanización después de que TaeJoon y JK se despidan de sus novias. 

Me quedo mirando el paisaje que pasa a una velocidad considerable por mi ventana. Pienso en lo que ha dicho JoMin en la cocina, antes de salir, y mi corazón empieza a latir con fuerza. 

Me llevo la mano al pecho con disimulo para no preocupar a nadie y me asombro por ese efecto tan extraño en mí. 

«¿Qué haré si la conozco?», me pregunto sin poder dejar que mi corazón palpite con rapidez, ansioso y nervioso.

***

Bajamos del coche cuando llegamos a la puerta del edificio donde se encuentra la emisora de radio, subimos en el ascensor y nos reciben dos hombres trajeados con una reverencia de noventa grados. 

Los imitamos para demostrarles respeto, los seguimos hasta el interior de la cabina donde están los micrófonos repartidos por la mesa ovalada y nos sentamos para comenzar con la transmisión del programa. 

—Bienvenidos. Estamos emocionados de que podáis hacer un hueco en vuestra agenda para nosotros —nos agradece el jefe con unas arruguitas en los ojos, signo de que nos está dedicando una sonrisa bajo la mascarilla. 

La puerta de la cabina se abre para dejar paso a una chica pelirroja, alta, ya que calza unos grandes tacones, y con unos ojos grises como el humo que me cautivan al clavar mi mirada en ellos. 

—Perdón por la tardanza, estaba terminando un trabajo que tenía entre manos —se disculpa la chica con una voz melódica y un poco rasgada que me resulta familiar. 

—No te preocupes, Mónica. Te presento al grupo BT7. Chicos, ella es Mónica Valcárcel, es la presentadora del programa de la madrugada: Madrugada de música —nos presenta el jefe haciendo que mis ojos se abran de par en par al ver cómo el comentario de JoMin se hace realidad. 

Todo mi cuerpo comienza a temblar, mi corazón late con rapidez y siento que sudo por cada poro de mi piel como nunca antes lo he hecho. 

Estoy nervioso, lo sé. No puedo evitarlo y eso no me gusta. No me gusta dejar ver mis sentimientos y no quiero meter la pata o hacer el ridículo delante de ella. 

Todos le dedicamos una leve reverencia como saludo, excepto EunSu que la abraza como si la conociera de toda la vida. 

—¿Qué tal va el papeleo de mi nuevo apartamento? —le pregunta la locutora ante mi cara de sorpresa y desconcierto. 

«¿Era verdad? ¿De verdad le está vendiendo el piso de SuHye?», me cuestiono frunciendo el ceño por no haberlo creído antes. 

—Muy bien. Pronto podrás mudarte. Te puedo echar una mano si quieres —contesta la agente inmobiliaria al sentarse detrás de nosotros, pegada a la pared del fondo, con la chica. 

—Mónica estará presente en la entrevista, pero no interactuará con nosotros, no os preocupéis —nos dice el locutor encargado del programa. 

***

El locutor nos pone entre las cuerdas para intentar saber algo sobre el nuevo disco, sin embargo, estamos curados de esas preguntas tan esquivas y las sorteamos sin mucho esfuerzo. Bueno, a mí me cuesta un poco más. Estoy nervioso al tener a la locutora detrás de mí, conversando con EunSu, y hace que me desconcentre. 

—¿Y cómo lleváis las relaciones de pareja? —nos interroga RiWoo, el locutor, con una mirada traviesa.