Solo tú

63. Mónica

Estoy nerviosa y emocionada al mismo tiempo. Por fin, después de tanto trabajar y ahorrar, voy a firmar la hipoteca de mi primer apartamento. Mío y solo mío. Sin nada de alquiler. Haciendo un guiño a Gollum de El señor de los anillos: Mío todo él. Mi tesoro.

Mis manos tiemblan mientras espero con impaciencia a que me pongan los papeles por delante de las narices, cojo el bolígrafo que me ofrece EunSu y firmo. 

«¡Mamma mia! Esto no es un sueño, se ha hecho realidad», pienso metiendo la copia de los papeles firmados en mi gran bolso que parece una bolsa de playa. 

—¿Cómo te sientes al comprar tu primer apartamento? —me pregunta la chica con una sonrisa que llega hasta sus ojos azul oscuro. 

—Feliz. Ahora sí siento que me estoy independizando de verdad —contesto siguiendo sus pasos hacia el ascensor. 

—Me alegro de hacer mi trabajo bien. Casi es la hora de almorzar. 

—No noto el hambre por los nervios que tengo. ¿Te parece bien que almorcemos juntas? Yo invito —entramos en el elevador y ella pulsa el botón de la planta baja. 

—He quedado con mi novio, pero si no tienes nada que hacer, apúntate. El grupo está grabando para su programa.

—¿El grupo? ¿Qué grupo? —inquiero confusa. 

—Ah, claro. Te lo cuento en el coche si decides aceptar mi invitación. 

Entrecierro los ojos para que sepa que me ha dolido que me deje con la intriga, asiento con la cabeza y nos montamos en su vehículo para poner rumbo hacia no sé dónde. 

—¿Y bien? ¿Qué me he perdido? —la interrogo intentando que no se dé cuenta de mi curiosidad como buena periodista. 

—Recuerdas que fui a la radio como parte del staff, ¿verdad? —asiento con la cabeza y la miro con expectación—. En realidad, soy la novia de JoMin. 

Mi boca se abre de par en par y me quito la mascarilla para poder coger aire. 

—¿Me estás tomando el pelo? 

—¿Por qué debería hacerlo? Además, eres periodista. Yo saldría mal parada si llegaras a contarlo. Estoy confiando mucho en ti —responde mirando de vez en cuando hacia mí. 

Lo pienso durante unos segundos y asiento para darle la razón. Pongo una de mis manos en el corazón y la otra la levanto para decirle:

—Prometo no decir nada. 

—Gracias. Te diré que JK y TaeJoon también tienen pareja. Somos todas amigas y estoy segura de que encajarás con nosotras, sobre todo, porque todas hablamos español —me advierte con una sonrisita divertida en los labios. 

—¿En serio? No sabes lo que me está costando mantener la boca cerrada con toda esta información. Sin embargo, lo he prometido y nunca he faltado a mi palabra. No será esta vez la primera. 

—Te lo agradezco mucho. Es un alivio. Ya no me matarán por contarlo. 

—Soy una tumba. 

Entramos en el aparcamiento de un enorme edificio blanco, pasamos por el recibidor con las mascarillas ya en alto y entramos por una puerta doble de madera clara que lleva a lo que parece un estudio de grabación. 

Escuchamos risas y gritos muy cerca y EunSu me guia hacia dos chicas sentadas en unas sillas, un poco alejadas de todas las cámaras que hay delante. 

—Hola, chicas. Os presento a Mónica, la locutora que me gusta escuchar de madrugada cuando me desvelo —nos presenta la agente inmobiliaria en un susurro mientras me ofrece una silla.

—¿La misma que escucha YoonKi? —pregunta la rubia con sus ojos celestes clavados en mí. 

—La misma. Mónica, ellas son Elenor, la novia de JK, y SuHye, la novia de TaeJoon. 

Las dos aludidas la miran con los ojos abiertos de par en par al escuchar cómo revela sus identidades y EunSu se sienta con tranquilidad para echar un vistazo hacia los chicos. 

—Tranquilas, no contaré nada. Me guardaré la gran exclusiva como si fuera una tumba —les digo con mi voz más amable que puedo pronunciar. 

—Gracias —contesta Elenor para girar la cabeza hacia la agente inmobiliaria y hablarle—: ¿Por qué has llegado tan tarde? ¿No salías hoy más temprano? 

—Eso pensé, pero la he acompañado a firmar los papeles del apartamento. Ya es suyo oficialmente —responde señalando hacia mí y mirando a SuHye. 

—Te aseguro que estarás muy feliz en ese piso. Yo lo fui durante cinco años —me informa la rubia sin apartar la mirada de su novio que estaba jugando con un martillo gigante de juguete.

—¿Tú eres la dueña? Bueno, eras la dueña. Vaya, el mundo es un pañuelo —comento sorprendida por la coincidencia. 

—No lo sabes bien. ¿Por qué están vestidos como si fueran al instituto? —Quiere saber EunSu extrañada y humedeciendo sus labios al ver a su novio ataviado con el traje negro, camisa blanca y corbata negra. 

—Van a jugar a juegos de adolescentes y los han vestido así para que estén en sintonía. No les queda nada mal, ¿verdad? —contesta Elenor mordiendo su labio inferior cuando clava su mirada verde en su novio. 

***



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En el texto hay: romance, amor

Editado: 12.05.2023

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