Solo tú

81. NamYoon

La semana ha sido larga con la preparación de la gira, los ensayos y, para no aburrirnos, el problema de la demanda de plagio. 

El director de la empresa me ha dicho que no me preocupe por ello, pero no se puede olvidar una cosa así como si fuera una mala letra escrita en una canción que se quedará en la papelera del ordenador. 

El próximo jueves tendremos una reunión con los abogados que se están ocupando del caso y espero que, para entonces, haya buenas noticias al respecto. 

Bajo las escaleras preparado con ropa cómoda y una mochila para meter botellas de agua y algún que otro paquete para picotear. Me encuentro con las novias de cuatro de mis compañeros, las saludo con el rostro aún adormilado y dejo la mochila encima de la mesa del comedor para que ellas metan lo que crean oportuno. 

Me siento en el sofá y miro las redes sociales mientras espero a que mis compañeros estén listos. Leo alguna que otra noticia sobre el plagio y la sangre me hierve en las venas cuando algunos, muy ajenos a la vida de todos los involucrados en el caso, sale como supuesto testigo. «¿Testigo de qué, imbécil?», pregunto con la vista clavada en la pantalla del teléfono y el rostro indignado. 

—Nam, ¿estás bien? —quiere saber Elenor, la novia de JK, observando mi rostro serio desde la mesa del comedor. 

—Sí, noona. Tengo sueño —respondo con una sonrisa que marca mis hoyuelos para que no se preocupe.

—De acuerdo. ¡Chicos, vamos! Se hará tarde —llama a mis compañeros desde la escalera para que puedan oírla mejor. 

Cuando todos estamos preparados en el salón, entramos en el garaje, nos montamos en los coches y ponemos rumbo hacia el parque de atracciones ataviados con las mascarillas, las gorras y las gafas de sol para que no puedan reconocernos con tanta facilidad. 

***

JK y Mónica, la novia de YoonKi, están emocionados e impacientes por montarse ya en las atracciones. Ambos parecen dos críos tirando de la mano de sus padres para que se den prisa y llegar cuanto antes a la primera atracción. «Nadie diría que tienen veinticuatro y veintiocho años», pienso con una sonrisa en los labios al ver cómo llevan a sus parejas. 

—Tranquilos, tendremos tiempo de montarnos en todo lo que queráis. No hace falta que nos saquéis los brazos de los hombros —intenta tranquilizarlos la editora parando la carrera de su novio. 

—A esa velocidad de ancianos no nos dará tiempo —replica el maknae del grupo frunciendo el ceño.

—No vayas por ahí. Te vas a meter en un lío del que no podrás salir, jovencito. 

—¿Podéis por lo menos caminar un poco más rápido? 

—Corred vosotros si tanto queréis montaros en esa cosa —dice la editora andando más lenta que al principio. 

—Lo estás haciendo a propósito, ¿verdad? —inquiere JK con los ojos entrecerrados observando la espalda de su novia mientras se aleja. 

—No. Tengo ya una edad que no me permite ir más rápido. Lo siento, estás saliendo con una vieja. 

Mi compañero pone los ojos en blanco, da dos zancadas hacia ella y rodea su cintura con los brazos para caminar juntos hacia la atracción, a un ritmo intermedio entre rápido y lento. Ambos se ríen abrazados y los observo con un poco de envidia. 

Llevan ya varios meses juntos y cada día que pasa los veo más enamorados el uno del otro. No sé cómo lo hacen, pero se les da muy bien y yo me alegro por ellos. Sin embargo, también me gustaría encontrar a esa persona con la que tener esa complicidad. 

—NamYoon, ¿te encuentras bien? —me pregunta HoYung llamando mi atención con una palmada en la espalda. 

Asiento para no darle importancia a mis pensamientos y los sigo hasta la atracción en la que se quieren montar casi todos. 

—¿No fue aquí donde grabamos un episodio? —comento echando un vistazo al barco que se balancea de un lado a otro.

—Sí. JoMin estuvo muy gracioso esa noche —apunta HoYung guiñando un ojo al aludido. 

—YoonKi y tú también, ositos —responde el susodicho al dirigirse hacia un banco para sentarse con su novia mientras los demás se montan en la atracción. 

Me quedo con ellos, a la sombra de un árbol y me debato entre sacar el móvil para mirar las noticias u olvidarme de ello y empezar a divertirme. 

—¿Seguro que estás bien? —me susurra HoYung al ponerse a mi lado. 

—No te preocupes. Divirtámonos de estas mini vacaciones —contesto apoyando mi brazo en sus hombros para calmarlo.

***

Estamos todos exhaustos con todo lo que hemos recorrido del parque de atracciones y, aún, no hemos terminado en absoluto. Este recinto es enorme y no le veo la salida por ningún lado. 

Caminamos hacia las atracciones de agua y mi oído capta un sonido extraño. Miro a mi alrededor con el ceño fruncido y mis ojos se quedan clavados en el cuerpo aovillado al lado del tronco de un árbol. 

Mi mano se mueve para agarrar el brazo de HoYung, el compañero que tengo más cerca, y me alejo del grupo para acercarme al árbol. Mi amigo se encarga de que los demás se paren y me sigan para no dejarme solo. 



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En el texto hay: romance, amor

Editado: 12.05.2023

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