Solo tú

103. Jan

Me despierto cuando mi móvil suena con la llegada de una llamada y contesto con la voz aún adormilada:

—¿Diga?

—Jan, ¿dónde estás? Te estoy esperando en la empresa para ir juntos a la productora —me pregunta nuestro mánager con premura.

—Perdona, se me ha olvidado. Llego en cinco minutos.

Cuelgo la llamada y me levanto de un salto para prepararme en un tiempo récord. Bajo las escaleras corriendo, entro en el garaje para montarme en el coche y pongo rumbo hacia la empresa para encontrarme con el mánager.

SeoKWoo, nuestro mánager, me señala su muñeca para mostrarme el reloj y me mete prisa para que entre en la furgoneta.

—¿Se te han pegado las sábanas? —me inquiere al sentarse en el asiento del copiloto.

—Un poco. Me acosté tarde anoche. Lo siento. ¿Para qué tenía que ir a la productora?

—Quieren invitarte a uno de los episodios del nuevo K-drama de Lee Yoon Jin, el actor que está revolucionando a todas las chicas. Lo viste en el hotel de Pekín.

El recuerdo llega a mi mente, pero no precisamente para reconocer al actor, sino para ver a Belinda junto a él. ¿Estará pensando en cambiar de agencia?

—¿Qué se supone que quieren que haga? —interrogo sacando la preocupación de mi cabeza en ese mismo instante.

—Quieren que aparezcas en un episodio haciendo de ti mismo, como amigo de la infancia de la protagonista y celos del chico protagonista.

—Un cliché en toda regla. Escucharé lo que tengan que decir, pero no creo que acepte. La gira está a punto de comenzar y no tendré tiempo para aventurarme a ser actor.

***

Entramos en el edificio de la productora, sigo a mi mánager hasta el despacho donde nos espera el director y el actor, me siento después de saludarlos con una reverencia y me doy cuenta de que es la misma agencia que lleva a cabo nuestro programa de entretenimiento.

Miro a través de los cristales que separan las mesas de los empleados de la sala de reuniones y mis ojos encuentran a quien buscaba. Belinda está sentada en su puesto, enfocada y concentrada en la pantalla del ordenador.

Saco el móvil del bolsillo de mi pantalón, lo desbloqueo y busco su contacto para enviarle un mensaje cuando veo que se estira para desentumecer los músculos.

“Deberías tomarte un descanso. Te veo cansada”, le escribo con una leve sonrisa en mis labios bajo la mascarilla.

—Creo que serías un gran impacto en este K-drama haciendo esta aparición. Tal vez te guste la experiencia y decidas cambiar de profesión —me comenta el director con diversión en la voz.

—No lo creo y no estoy seguro de poder llevarlo a cabo. Estamos ocupados con la gira del nuevo álbum y no puedo fallar a mis compañeros.

—Solo sería un día de grabación para poder hacer todas las escenas en la que aparecerías.

Una chica llama a la puerta acristalada en ese momento y mi mirada se clava de nuevo en Belinda que está leyendo el mensaje y mirando a su alrededor con los ojos abiertos de par en par, llenos de confusión.

“¿Me ves? ¿Dónde estás?”, me pregunta sin dejar de mirar a su alrededor.

La nueva integrante de la reunión entra haciendo una reverencia como disculpa por su tardanza y se sienta a un lado del director y de mí.

—Jan, ella es Jung Hye Ji, la protagonista femenina. Ella será tu amiga de la infancia a la que encontrarás por casualidad después de tantos años sin veros —me informa el director con los ojos más rasgados por la sonrisa que esconde bajo la mascarilla.

—Encantado de conocerte —respondo con una leve reverencia de cabeza.

Dirijo mi atención hacia el teléfono que tengo en la mano, escondido debajo de la mesa y escribo:

“¿Cómo me vería como actor? ¿Crees que tendría futuro en la actuación?”

Miro de reojo hacia el puesto de la fotógrafa, la veo leer y responder a gran velocidad:

“Serías un excelente actor. ¿A qué viene esa pregunta?”

Le dedico una sonrisa, aunque aún no me ha visto, y contesto:

“Me están proponiendo grabar un episodio para el nuevo K-drama del actor YoonJin. Creo que lo conoces, ¿no?”

La joven al fin se da cuenta de lo que está pasando y alza la mirada hacia la sala de reuniones. Me dedica una sonrisa cuando clava sus ojos verdes en mí y me saluda con un disimulado movimiento de mano.

“¿Vas a aceptar? Podríamos pasar un gran día de grabación juntos, después de todo lo que pasó”, me escribe con un emoticono sonrojado al final.

“¿Estarás en la grabación?”, ella asiente cuando la miro y contesto: «Más te vale enfocarme bien con la cámara»

“¿Cuándo te he enfocado mal? Y si así fuera, tú siempre sales guapo, aunque estés desenfocado, maldito”.

Retengo la carcajada que ha estado a punto de salir de mi garganta, guardo el móvil en mi bolsillo, apoyo las manos en la mesa y miro al director.

—Acepto —anuncio cuando tengo la atención de todos.



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En el texto hay: romance, amor

Editado: 12.05.2023

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