Solo tú

116. Belinda

Está siendo una semana un poco extraña. Nunca pensé que podría ser tan feliz con un hombre que no fuera mi ex prometido, pero estaba totalmente equivocada.

He dormido casi todas las noches en la urbanización con Jan, recuperando todo el tiempo perdido durante mi compromiso.

Es viernes, una semana desde que Jan y yo somos pareja y, sé que él está en el estudio de al lado grabando un nuevo episodio del programa de entretenimiento del grupo. Quiero salir corriendo hacia allí para verlo, pero no me queda más remedio que esperar hasta después de comer, ya que estoy trabajando en la grabación de la novela.

YoonJin, el actor protagonista, se acerca a mí mientras estoy distraída mandando un mensaje a mi novio con una sonrisa enamorada en mis labios e intenta mirar por encima de mi hombro.

Salgo de la conversación antes de que pueda ver el nombre del receptor y lo saludo.

—Te veo feliz —me dice al sentarse a mi lado.

—Porque lo soy. ¿Necesitas algo?

—¿Cómo van los preparativos de tu boda?

—Parados. No habrá boda, al menos, a corto plazo.

—¿Por qué? ¿Qué ha pasado?

—Le dejé. Me engañaba con cualquiera que se le pasara por delante.

—Entonces no entiendo tu felicidad —me comenta con desconcierto.

—Soy feliz porque ahora sí estoy con…

Mi frase queda interrumpida al escuchar que alguien me llama desde la puerta del estudio, alzo mi mirada y veo a una de las chicas del equipo que graba con el grupo y a Jan detrás de ella con el ceño fruncido.

Me levanto del suelo para acercarme a ellos con una sonrisa y la joven me informa:

—Ve al estudio de al lado después de comer. El director quiere que estés en la grabación.

—De acuerdo —miro al cantante que me dedica una leve sonrisa y se marcha detrás de la muchacha para continuar con su trabajo.

Siento el calor subir hasta mi rostro y estoy segura de que me he sonrojado. Me subo la mascarilla para ocultar mi ruborización y regreso a mi cámara para que la grabación de la novela pueda continuar. Sin embargo, YoonJin se acerca para que le diga el final de mi frase interrumpida.

—Soy feliz porque ahora sí estoy con la persona indicada para mí —contesto sin poder ocultar la sonrisa que invade mi rostro, aún estando oculto con la mascarilla.

***

Es la hora de almorzar, compro algo en la cafetería y corro hacia el estudio donde están los chicos grabando un nuevo episodio.

Me siento al lado de mi prima mientras como la ensalada y veo a Jan ataviado con unas gafas, camisa blanca y pantalones grises, escribiendo en una pizarra blanca caracteres chinos.

Los chicos están comiendo a escondidas y tienen que quedarse parados cuando el miembro mayor los mira. YoonKi, TaeJoon y JoMin ya han sido cazados cuando JK está bebiendo un refresco y su compañero, en ese momento maestro, se gira para mirarlo.

El maknae está casi llorando por el gas de la bebida y a Jan solo se le ocurre molestarlo. Lo mira y deja de mirarlo una veces hasta que el chico no aguanta más y termina escupiendo la bebida que tiene en el interior de la boca.

Todos los presentes comenzamos a reír a carcajadas por lo gracioso que ha sido la escena y la clase termina para dar comienzo a la última.

Las cámaras dejan de grabar para poder preparar el escenario y los cantantes se acercan a nosotras para saludarnos. Jan está a punto de darme un beso en los labios cuando apoyo mi mano en su pecho y lo freno.

—¿Qué haces? —le pregunto temerosa de que nos descubran.

—Besar a mi novia. La cuestión es: ¿por qué me paras?

—No creo que deban saberlo todavía —contesto mirando de reojo a todos mis compañeros que revolotean quitando y poniendo objetos en el set.

—¿Qué importa que lo sepan? Tu contrato no es exclusivo con nosotros. ¿Hay alguna otra razón para que decidas ocultar lo nuestro?

—¿Qué otra razón puede haber? —inquiero sin saber a qué se refiere.

—Tal vez un actor muy cercano a ti.

Parpadeo varias veces, observándolo confundida, hasta que recuerdo a YoonJin y el ceño fruncido del chico cuando la chica del staff fue a comunicarme que viniera después de comer.

Le dedico una sonrisa traviesa, me acerco a él para estar mucho más cerca de su cuerpo y le pregunto:

—¿Estás celoso?

—¿Tengo motivos para estarlo? —contraataca enfadado.

—Ninguno. Solo somos compañeros de trabajo. ¿Tanto te importa que sepan que estamos juntos? —lo interrogo en un susurro para que solo pueda escucharlo él.

—No tenemos por qué esconderlo. Ya no estás prometida y, como he dicho antes, tu contrato no es exclusivo con nosotros. Solo sustituyes al camarógrafo que no puede en cierto momento.

—Tienes razón. Está bien —enmarco su rostro con mis manos y le dejo un beso en los labios que me devuelve de inmediato agarrado a mi cintura. Me alejo unos centímetros y le pregunto—: ¿Contento?



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En el texto hay: romance, amor

Editado: 12.05.2023

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