Capítulo 3

Capítulo 3

Jordan

Cam es, en todo el sentido de la palabra, mi hermano. No tenemos los mismos padres, pero sí la misma sangre. Ha llorado mis fracasos y celebrado mis logros, ha estado conmigo en cada momento de mi vida y ha sido mi apoyo constante, así como he sido el suyo. Desde que somos bebés, no hemos pasado más de una semana separados, incluso cuando Blake se mudó con él, pasaba mucho tiempo en su apartamento con los dos.

Ahora es diferente, está casado y ellos necesitan su privacidad, y no me molesta, es que sé que me hará mucha falta. Me había estado haciendo la idea de que esto tenía que pasar luego de lo boda, pero una cosa es pensarlo y otra hacerlo.

Que no se malinterprete, estoy feliz por Cam, Blake es el amor de su vida y me alegra que la haya encontrado, pero es una sensación agridulce porque se siente como que mi hermano me está dejando atrás.

No me había permitido llorar, pero esa determinación queda a un lado una vez llegamos al aeropuerto para despedir a los recién casados y así, los demás, volver a Chicago. En mi garganta se forma una bola gigante que me impide hablar y mis ojos se nublan con lágrimas que empiezan a rodar por mis mejillas de forma automática.

—Oh, Jojo, no llores —gime Cam cuando nota mi llanto.

—Es que no lo puedo evitar —sollozo—, pero son lágrimas de felicidad, lo juro.

Él sabe que miento, así de bien me conoce.

—Yo también te voy a extrañar, Jojo. —Me envuelve en un abrazo apretado y apoya su barbilla en mi cabeza—. Mucho.

Entierro la cara en su pecho, sin importarme manchar su camisa de lágrimas. Qué bueno que no me puse rímel.

—Mentiroso —hablo en su pecho y temo que no me haya entendido, pero empieza a reír, lo que significa que sí escuchó.

—Estoy diciendo la verdad. —Toma mis hombros y me aleja unos centímetros para mirarme a la cara—. ¿Cómo no voy a extrañar a la persona que siempre ha estado conmigo?

El torrente salado se intensifica y tengo que volver a poner mi cara en su pecho para que no me vean la cara contorsionada por el llanto.

Ninguna persona es bonita llorando y yo no soy la excepción.

—¡Ay, ya! —exclama a nuestro lado Jazmine, despego un poco la cara del pecho de Cam para mirarla; tiene su habitual expresión de fastidio, pero sé que también lo va a extrañar—. Compórtate, Jordan, estás dando un espectáculo.

—Vete al demonio —mascullo.

—Mira que Blake está por creer que no vas a dejar ir a Cam y no quieres meterte en el camino de Blake, ¿cierto? —continúa Jaz.

—No seas insensible y deja de meter a Blake en esto.

Suelto a Cam y doy un paso atrás. No me creo lo acaba de decir Jazmine, pero de igual forma, miro hacia Blake; ella está despidiéndose de su familia y amigos.

—¿Puedo despedirme de Cam ahora que no lo tienes acaparado? —cuestiona ella con sarcasmo antes de envolver el cuello de mi primo con sus brazos—. Avísame cuando Blake se dirija hacia acá con mala cara para empezar a correr.

Suelto una risita y Cam ríe en toda regla, llamando la atención de todos los presentes.

—Bueno, te digo que ya los vio —comento, viendo como Blake observa a Jazmine con los ojos entrecerrados—. Cuenta hasta cinto y te alejas.

Jaz no cuenta hasta cinco, sin embargo. Se aleja inmediatamente después que termino de hablar.

—Es mejor prevenir, me gusta mi cabello como está y si no me aparto a tiempo, ella me lo va a arrancar de tajo.

—Exagerada —replica Cam y Jaz ignora sus palabras.

—Tomas muchas fotos y, a tu vuelta, me dices si Nápoles es un buen lugar para unas vacaciones. —Mira sobre el hombre de mi primo y hace una mueca—. Qué par de idiotas.

Veo hacia el lugar que ella está mirando y encuentro a Alex con Cara, agarrados de la mano y haciéndose arrumacos.

—Vive y deja vivir —aconseja Cam sin siquiera mirar atrás, intuyendo el motivo de la molestia de Jaz.

Ella rueda los ojos al tiempo que se acomoda la cartera en el antebrazo.

—Voy a ir a registrar mi equipaje, si no vuelvo cuando te llamen para abordar, ten presente que te voy a extrañar. —Besa su mejilla y empieza a alejarse—. Aunque a tu esposa no.

Esto último lo dice tan alto que el otro grupo la escucha y Blake empieza reír.

—¡Supera de una vez que te quité al hombre! —grita para que Jaz escuche.

—¡Si hubiese querido, me lo habría quedado! —responde por encima del hombro.

—¡Sigue diciéndote eso para que puedas dormir tranquila!

—¡Eso hago!

Blake abre la boca para responder, pero Kurt se la tapa con una mano.

—Gracias a Dios, sino esta estúpida discusión se extendería por siempre —murmura Cam.

Blake empieza a discutir con Kurt por haberla callado y su madre interviene para que no se ponga demasiado agresiva con su hermano. Una vez Lucy les da la espalda, Blake le hace la seña a Kurt donde choca el puño con la otra mano, una promesa de que se vengará.