Sombras de Fuego

Prólogo

 

 

Me acerqué a él un poco temerosa, su mirada estaba llena de vacío. El brillo en sus ojos había desaparecido con la luz de la luna. Su rostro, su cuerpo sus manos… esas manos que me sostenían con tanta fuerza estaban cubiertas por tantas cortadas que denotaban el dolor de su alma en sus ojos, en su cuerpo y en todo su ser.  Aun en ese estado estaba preocupado por mí, me miraba como siempre lo hacía, yo que solo tenía el alma rota en varios pequeños pedazos vacíos que poco a poco fui perdiendo hasta convertirme en quien soy.

 

Le pregunte ¿porque lo había hecho?

Porque alguien tan glorioso, tan cruel y a la vez misericordioso salvaría a una simple humana sin importancia como yo, pero…

Lo único que respondió fue la palabra

—Amor—

 

Entre el susurro de su dulce, cálida y triste voz que se confundía con el viento, cerro sus hermosos ojos ámbar que me miraron incontables veces… alejando para siempre su mirada de mis ojos. Cuando el sonido ceso pude ver como se desintegraba con el viento que se arremolinaba cubriendo nuestros cuerpos; contando unos segundos largos, los más largos que jamás viví. Aun así, el tiempo se detuvo a mí alrededor y mi corazón dio un suspiro estremecedor que paralizo mi cuerpo y mis sentidos

 

En ese momento podía notar como poco a poco iba desapareciendo de mi lado,

de mis manos frente a mis ojos, de este plano llamado mundo.

 

El único ser que me demostró que aun estando en pedazos

pudo mirarme a los ojos con un simple recuerdo…

 

Un recuerdo de ese día…

“Donde todo comenzó”

 

Donde encontré por primera vez…

El lugar donde siempre quise estar.

El lugar donde pertenecí y siempre perteneceré.

 

 Por el daría incluso mi alma solo por estar en un lugar …

 A su lado…

 

 

 

 




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