
Tiziano despertó y aun sin abrir los ojos tuvo la sensación de estar muy mareado, pero siendo que recordaba perfectamente que no había bebido tanto como en otras ocasiones, no se explicó por qué hasta que abrió los ojos identificando además lo que lo había despertado.
Se detuvo cuando su estómago se rebeló, pero ya menos extrañado, porque sabiendo dónde estaba, sin duda aquel malestar era producto del jet lag. Esperó a que pasase la sensación y luego se bebió casi de un solo trago el contenido del vaso.
Tiziano se echó atrás intentando hacer memoria, pero por más que le dio vueltas al asunto se encontró con lo mismo. Después de abandonar la fiesta en casa de Hoffman, se habían ido a un bar muy exclusivo, pero habían estado poco tiempo allí, después de lo cual cada uno se había ido a su departamento quedando en verse hacia mediodía para ir al club donde almorzarían. Sin embargo, ahora estaba en su habitación de la mansión Wellington y sin idea de cómo había llegado allí. Estiró la mano para alcanzar su móvil, pero no estaba, de modo que frustrado decidió levantarse y darse una ducha y tal vez eso le aclarase las ideas.
Lo que Tiziano ignoraba, era que después que había llegado a su departamento y se había dormido, dos de sus guardias habían entrado y habían colocado un pañuelo bajo su nariz para asegurarse que no despertaría en varias horas, lo habían metido en su avión y hacía relativamente poco lo habían dejado en su habitación de la mansión.
Cuando estuvo listo y correctamente vestido, o al menos lo estaba para él, escuchó su móvil y giró la mirada hasta localizarlo sobre una mesa que estaba en la entrada de su habitación.
Henry que escuchaba tuvo deseos de golpear a Hans, pues sin duda algo serio debía haber sucedido para que Tiziano se marchase sin avisar, y a él solo se le ocurría reclamarle por un almuerzo
Tiziano aun iba riendo cuando entró al salón, pero como Charlotte aún no había llegado, se fue derecho hacia la licorera.
Tiziano se giró para encontrarse con los ojos burlones de su primo Brooke.
El chico se acercó y después de palmearle un hombro se sirvió también y fueron a sentarse.
Antes de que Tiziano pudiese contestar, escucharon pasos y ambos se pusieron de pie cuando vieron entrar a Charlotte.
Tanto Brooke como Tiziano, a pesar de conocerla bien, se sorprendieron, porque si bien era cierto que estaban habituados a su sequedad, aquella manera cortante y que casi rayaba en la hostilidad, solo podía obedecer a que estuviese muy molesta, la pregunta era por qué.
Brooke se despidió a toda prisa y cuando se subió a su coche se preguntó en qué lío se habría metido su primo para que Charlotte estuviese tan molesta, pero independientemente del motivo, Brooke estaba seguro que a Tiziano no iba a irle nada bien, de manera que sacó su móvil y tecleó un mensaje: T., si necesitas ayuda o simplemente escapar, ya sabes dónde encontrarme.
Editado: 23.10.2025