
Después que Tiziano se había marchado y Zach había finalizado su clase, se marchó a casa, porque a diferencia de otros días en los que, al terminar la clase, se iba un rato a la casa parroquial a conversar con su amigo Dave, éste no había regresado del viaje al que lo había enviado la diócesis. Como Sam no estaba, y Nat comenzaba su trabajo esa noche, Zach no se animó a comer solo, sino que abrió una cerveza, se sentó y se perdió en sus recuerdos.
John Brennan y Zach Colby se habían conocido toda la vida debido a que los padres de ambos, también habían sido amigos desde jóvenes, ya que ambas familias, tanto los Brennan como los Colby, habían llegado de su natal Irlanda en el mismo barco y se habían instalado en el barrio irlandés donde aún vivían.
A pesar de las limitaciones, ambos habían tenido una infancia más o menos feliz, habían asistido a la misma escuela, a la misma secundaria, y ambos habían pertenecido al equipo de rugby. Tanto Zach como John, habían sido chicos alegres y bromistas, al menos durante sus primeros años de vida, porque más bien pronto, ésta comenzaría a golpearlos.
La primera tragedia la vivirían estando muy pequeños, porque cuando tenían cuatro años, la madre de Zach falleció, y aunque como se dijo, estaba muy pequeño, igual podía percibir la pesada tristeza y demoró en entender por qué no volvería a ver a su madre.
Cuando John tenía alrededor de siete años, su padre falleció en un accidente laboral al caer de un andamio, así que su madre tuvo que trabajar el doble para sobrevivir en un lugar donde no tenían más familia, y por esto, John casi dejaría de verla, ya que la pobre mujer trabajaba desde que salía el sol hasta bien entrada la noche. Como John era hijo único, comenzó a pasar más tiempo en el departamento de los Colby que en el suyo, pero seguía sin tener figuras paternas, ya que la señora Colby había muerto, y el señor Colby trabajaba mucho, porque a diferencia de los Brennan, los Colby habían procreado tres hijos que ahora estaban a cargo solo de su padre.
Un poco después de la tragedia de los Brennan, llegó a la escuela otro chico irlandés al que los amigos vieron con muy malos ojos, porque hasta la fecha, ellos eran el centro de atención de su grupo, pero cuando Dave McLeary hizo su aparición en escena, todos se concentraron en él por varios motivos: el primero y obvio, era por ser el nuevo; segundo, porque era muy simpático, parlanchín y no parecía sentirse fuera de lugar y ni siquiera incómodo como le suele suceder a cualquier chico cuando llega a una nueva escuela; y el tercero, y el que causaba mayor indignación no solo en John y en Zach, sino que era compartida por todos los varones, era que Dave era groseramente atractivo, algo que si bien hasta ese momento no les había interesado de manera especial porque estaban pequeños aún, al comenzar a escuchar a las niñas, tuvieron consciencia del asunto, lo que aumentó la mala voluntad de los chicos.
Con las cosas así, durante el primer año de Dave en Inwood, aquel par de demonios hicieron hasta lo imposible por hacerle la vida difícil, pero Dave siempre salía airoso de cualquier trampa, e incluso tuvo la osadía, en opinión de los chicos, de apuntarse para la selección en el equipo infantil de rugby donde ellos habían reinado, y demostró que también tenía habilidad para aquello.
Hacia finales de año, Zach pescó un resfriado y estuvo varios días sin ir a la escuela, y durante los mismos, no hubo ni uno solo de ellos, en los que Dave no le preguntase a John cómo seguía Zach. El primer día que Dave lo había detenido para hacerle la pregunta, John lo había mirado como si fuese un extraterrestre.
No solo John, sino todo el grupo, elevó las cejas y miraban a Dave como si le hubiese salido otra cabeza, pero sin duda, no estaban bastante sorprendidos todavía.
Dave no agregó nada más, sino que le dio la espalda y continuó su camino. Si bien era cierto que como casi todos los habitantes de Inwood que asistían a la misa dominical, habían visto a Dave con la que creían era su madre, aunque en realidad era su tía, no le habían prestado mucha atención a eso porque era normal, así que lo que había sorprendido a los niños era el discurso, que desde luego no era habitual en un niño.
Zach ya llevaba cuatro días ausente, y como se dijo, Dave preguntaba a diario por su salud, pero John se limitaba a contestarle con un: <<Está vivo>> que era más un gruñido que una respuesta, mientras que Dave siempre le sonreía y respondía con un: <<Gracias a Dios>>
El jueves en la tarde, Dave iba hacia la tienda a hacer un encargo de su tía, cuando vio que dos chicos un poco más grandes que él, empujaban a John hacia un callejón, así que corrió en aquella dirección y sin decir ni media palabra, la emprendió a golpes en contra de uno de los atacantes, y el otro, al ver que su compañero estaba siendo apaleado, quiso acudir en su ayuda, pero John se armó con un trozo de madera acomodándoselo en la cabeza, y de seguido, procedió del mismo modo con el otro. Dave que había caído al piso, se incorporó con rapidez sujetando a John.
Editado: 06.12.2025