Destino

Jacob Collins... Que sujeto tan agradable — Pensé mientras esbozaba una media sonrisa — Aunque ahora que lo pienso... no me dio su número ... ni yo el mío... que tonta— Me puse las manos en la cara y sentí como me sonrojaba —Bueno que mas da, solo una persona mas en este universo de coincidencias.

—¡¡Como te fue Lizz!! — Me preguntó Caroline al entrar a la oficina.

—Umm, no ha sido nada fuera de lo normal Caro — Le dije

—Ay ¿Cómo que no? ¿Se notaba que le gustabas a ese hombre y estaba muy guapo — dijo con una mirada pícara.

—Caro... Ni siquiera me pidió el número... Y bueno a mi también se me olvidó pedírselo y honestamente dudo que volvamos a coincidir. Jamás lo volveré a ver.— Se le acabo la sonrisa.

— Oh, ay lo siento Liz...

—No pasa nada — Le dije carcajeando —Solamente espero no volver a verlo sobre la faz de la tierra. Las coincidencias deben permanecer como eso, como coincidencias.

Caroline puso una mueca triste.

—Que mal, te veías muy emocionada— Me dijo mientras salía de la oficina.

Debo confesar que si me alcance a emocionar un poco... Pero de todas maneras es mejor que sucediera  de esa manera.
 

La semana se hizo larga, había mucho trabajo en la empresa, pero nada de nuevos clientes ni revenues. Así que la presión se sentía en el aire, ¡Tienes que vender, Tienes que vender!! Se podía sentir esas palabras en el ambiente.

— Lizzie te traje 10 nuevos posibles clientes pendientes de aprobación, y te agendé varias reuniones para la tarde de algunos que quieren hablar exclusivamente contigo— Me dijo Caroline

—Gracias Caro, tu siempre tan atenta— Sonrió y siguió su camino.

El resto de la semana prosiguió igual, presión continua y mucho trabajo.

Tanto que ni siquiera pude descansar el fin de semana, claro que descansar para mi era echarme en la cama a ver maratones de series o películas. Oh si, que vida tan interesante.

Llegó el martes de la semana siguiente y un mensaje de correo electrónico a mi celular mientras conducía. Le eché una mirada rápida.

-FW: Propuesta Rusell: Buenos días Caroline, Hemos estado revisando su propuesta y nos interesó mucho su portafolio, podríamos agendar una cita con el CFO de la empresa, que tal a las 11:00 a.m., quiere hablar directamente con el Asociado de inversiones  de Cartiers & Couls, De antemano, muchas gracias, Cordialmente, Robert Spraud-

Debo confesar que Caroline era muy buena en lo que hacía, tiene don de gente y suele conseguir mas ofertas de venta que cualquier otro empleado de Cartiers & Couls, nació con ese don, al cambio otros como yo, tuvimos que aprenderlo a pasos de tortuga.

—Hola Lizzie, ¿te llegó el correo de Rusell?— Me dijo Caroline cuando entré a la oficina

—Si Caro— le contesté.

—¿Y qué opinas? —

Di un suspiro.

—Le preguntaré a Diego si puede atenderlos. En todo caso en media hora te doy la razón.

Esto si que era una molestia, ese hombre era una de las razones por las que no me gusta este trabajo. Siempre que tengo encuentros con el me hace preguntarme si en serio vale la pena el estar aquí.

Tomé mi celular y me dirigí a la oficina de Diego.

Golpeé suavemente la puerta.

—¿Quién es ?

—Soy yo, Elizabeth..

—Ahh que quiere, estoy ocupado — que novedad, el siempre esta ocupado solo que nunca se en que.

—Es importante

—Pasa..

Entro en la oficina, el ambiente de por sí ya es tenso. El esta como siempre en su silla sin siquiera tocar el computador. Veo que rápidamente coge el celular el cual tenía recostado en la pantalla de la laptop, parece que ¿Veía una película en horas de trabajo?

—A ver..— dice

—Lo que pasa es que tenemos un prospecto de cliente, quieren comprarnos servicios pero quieren hablar directamente con el Socio — Le digo mientras el está concentrado viendo su celular.

Me quedo esperando su respuesta.

—¿Ah? No te puse atención perdona.

Se me empieza a subir la sangre a la cara. Siempre es lo mismo.

—¡¡Que un cliente quiere verlo!!..— Le digo en tono grave.

—¿Y es que usted no puede manejar el tema? Como ves tengo bastante trabajo que hacer, te parece justo que también tenga que atender a tus clientes ? — Me dice.

Si tiene bastante trabajo que hace día y noche viendo estupideces en el celular...

— El cliente lo solicitó— Le digo.

—Tu como siempre explicando mal todo...

Ya no podía más, este sujeto me sacaba de mis casillas.

—En todo caso, mira a ver que haces, yo estoy ocupado. — Termina de decir y empieza a ignorarme.

—Pero no quiere ni siquiera saber de qué trata el proyecto ni..— Me interrumpe.

—Que parte de estoy ocupado no entiendes... Tenme algo de consideración.—dice mientras toma su teléfono para luego carcajearse en la silla.

—Bueno, gracias.— Le digo y salgo rápidamente de su oficina.

De antemano ya sabía que eso era lo que iba a suceder, el y yo jamás nos hemos llevado bien, sobre todo desde la vez que lo denuncie en recursos humanos como un abusivo... Obviamente no hicieron nada al respecto.

Entro a mi oficina, dejo el celular en el escritorio y me siento.

—Maldito ser humano— pienso.

—Hola Lizz, ¿Cómo te fue?— Me dice Carolina entrando a mi oficina. Cambia su expresión apenas me ve.

Trato de disimular el mal de estómago que me da la situación.

— Voy a atenderlo yo, me encargaré del proyecto yo misma, comunícales eso...

—Oh si, claro que si Lizz, ya mismo envío el correo confirmando la cita.

—Ya verás que hoy va a ser un gran día y esta una gran venta – Dice antes de irse caminando como dando saltitos de la emoción.

Se notaba que esto era lo que le apasionaba a ella y contagiaba a los demás con su alegría y vaya que necesitaba bastante de eso ahora mismo, sino, iba a liquidar a quien fuera que entrará por esa puerta, de verdad no tenía nada de actitud el día de hoy.