~ • 𝓔 • ~
Estaba en casa como de costumbre, viendo una película, nada fuera de lo común en mi vida cuando recibí una llamada, era Jake, pero —¿Qué hacía llamándome a esta hora?, eran casi las 12 de la noche.— Pensé. Sin embargo decidí contestar. Me estaba invitando a ir a un club, no era sorpresa para mi, los hombres solo quieren beber y fornicar. Pero bueno creo que ya había pasado demasiado tiempo en casa, deprimiéndome cada vez mas. Así que le dije que si.
Me empecé a alistar. Me coloqué un vestido semi corto de fiesta y me llevé el cabello alborotado. Me dejé un maquillaje natural, nada de labiales rojos intenso intimidantes de oficina...
Pedí un taxi.
Al llegar al lugar recordé que hacía años no venía a un club. Me sentía un poco como cuando era adolescente... y estúpida.
Entré, el lugar estaba abarrotado de gente. Caminé entre la multitud que se movía a todos lados bailando al ritmo de la música en busca de aquel sujeto... pero no lo encontraba. Miré hacia la barra y allí estaba, besándose con otra chica... Muy apasionadamente.
Realmente no sabía si seguir allí o irme, debo admitir que me sentí un poco avergonzada. Pero le dije que vendría así que seguramente quedaría como una tonta si salía huyendo del lugar.
Me acerqué a la barra. Era bastante incómodo. Aunque no entiendo por que me importaba, ya sabia que eso era algo natural.
Mientras se besaban el miró de reojo y me vio. Rápidamente trató de acomodarse y se quitó a la chica de encima. Ella lo miraba confundida.
—Lo siento tengo que irme — Le dijo mientras se limpiaba su labial de la boca, ella lo miro aun mas confundida y luego me miró a mi.
— Eres un Idiota — Le dijo antes de irse, yo pensé exactamente lo mismo.
— Emm hola Elizabeth... este... — Empezó a decir mientras se revolvía el cabello. Se quedó mirándome como si no supiera que decir.
— Hola Jake, veo que te diviertes — le dije divertida.
Cualquier expresión de gozo que tuviere desapareció en ese instante de su rostro. Aunque el club tenía música muy alto entre nosotros se alzó un silencio insoportable.
—Mmm ven... te voy a presentar unos amigos — Cambió rápidamente el tema, tomó mi mano, estaba sudando.
Me llevó hasta una mesa, un grupo de 4 o 5 personas.
— Ella es Elizabeth — dijo. Todos se quedaron callados. Una chica rubia de ojos azules se levantó de la mesa, me miró fijamente con los ojos abiertos como platos. Era mas alta que yo, así que me alcanzó a intimidar un poco.
— Así que tu eres Elizabeth... jaj, de razón — Dijo mirando a Jacob, me sentí extraña. ¿De razón que?
— No le pongas atención, ella es mi hermana Michelle y siempre anda molestando con cualquier cosa — Mientras decía eso ella lo miró como tratando de sacarle una verdad.
Nos sentamos en la mesa y pedí una margarita, me sentía un poco nerviosa.
Rápidamente todos se presentaron, no se si alcance a memorizar todos los nombres, Michelle, Rose, John, Alex...
— ¿Y de donde se conocen? — Dijo Rose, de piel clara y cabello negro azabache.
— Ella es la mente maestra del proyecto que presentamos esta mañana en Rusell—Dijo Jake, mientras yo observaba. Su comentario me hizo ruborizar un poco, pero a la luz de los láseres dudo que se notara.
Trajeron mi bebida y la tomé con ambas manos, tenía calor, el hielo de la copa me hizo sentir muy fresca.
—Oh, no sabía que eras casada — dijo Michelle mientras hacia una mueca y miraba de vuelta a su hermano.
— Michelle.. — Dijo Jacob. Me sorprendí, hacía tiempo nadie me preguntaba si estaba casada aunque claramente todos lo asumían. Así es la gente... les gusta asumir cosas sobre las demás personas sin siquiera conocerlas.
— No lo estoy, el anillo simboliza otra clase de compromiso, pero nada que tenga que ver con romance por supuesto. — Jake se quedo mirándome. Michelle esbozó una sonrisa de par en par. No se porque la gente se sorprende con mi respuesta, a final de cuentas tampoco soy alguien que la mayoría de hombres desearan desposar. Me parecía algo evidente.
— Interesante... —Dijo Jake, que no paraba de mirarme.
Me dedique a tomar la margarita, ya me sentía bastante nerviosa. No sé por qué había decidido venir esta noche, hasta ahora no parecía haber sido una buena idea. Permanecía un constante silencio incómodo. Que molestia.
Sería mejor ir a la pista a bailar un rato, ya basta de incomodidad en esa mesa.
Me tomé la margarita de golpe y me levanté de la mesa. Ellos quedaron viéndome extrañados.
— Iré a la pista a divertirme un poco — Dije.
— Umm esta bien — Me dijo Jacob. Entonces Michelle le pegó con el codo en el pecho a lo que el hizo un quejido.
— Ayy queee. — Le gritó.
— Eres un idiota — Le dijo Michelle con cara de molestia.
Me fui a la mitad de la pista y empecé a bailar. Hacía tanto tiempo que no lo hacía, pensé.
Al poco tiempo un hombre de tez clara, cabello negro y ojos miel se me acercó.
— Hey, que haces por aquí tan sola — Gritaba mientras me miraba coquetamente.
— Lo mismo que tu — Le contesté de vuelta.
— Vamos a divertirnos un rato — Me dijo. En ese momento no se porque se me vino a la mente Jake y su amiguita con la que andaba besándose muy a gusto antes de que llegara.
— Claro, ¿Por qué no? — Le dije. Finalmente, después de todo era solo una noche y nadie aquí me conocía. No había razones para cuidar apariencias estúpidas.
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— ¿Entonces pensabas que estaba casada? A veces puedes ser tan tierno hermanito – Me dijo Michell con tono de burla.
— No sé de que estas hablando —Le contesté mientras miraba a otro lado.
— Jaja bueno, como digas, pero anda, vamos a divertirnos, estamos muy quietos ya. —
Michell se levantó de la mesa y arrastró a Rose hacía la pista. Los demás fueron detrás.
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Editado: 16.02.2024