Sonríe: Una Vez más

Niña Bonita

Los dos primeros meses desde la llegada de Tomás a la vida de Angélica pasaron demasiado rápido.

Para él, el cambio había sido muy bueno, incluso ahora dando una mirada al pasado se preguntaba: ¿Por qué al principio tenía tantas dudas al cambiarse de ciudad? Angie había llegado a su vida para llenarla de dulzura y madurez, porque aunque no lo pareciera era una persona madura. Claro, una madurez que había adquirido debido a los golpes de la vida.

Angie por su parte había iniciado la terapia con la psicóloga que había recomendado Nicholas y aunque parecía no tener grandes avances, estaba haciendo pequeños progresos. Uno de ellos, fue inscribirse el mes anterior a las clases extracurriculares de dibujo.

En cuanto a cuestiones académicas el período de exámenes estaba iniciando, razón por la que Angie estaba nerviosa, ese primer parcial sería su prueba de fuego en especial el del día siguiente. Si bien, todas sus evaluaciones las realizaría Edwin, la que más le preocupaba era ciencias ya que estaba trabajando con Tomás y si cometía algún error repercutiría directamente en él.

En ese instante se encontraban en la habitación de él ajustando los últimos detalles para su presentación del día siguiente. Angie estaba sentada frente a la computadora, Tom permanecía a espaldas de Angie ―Todo va a salir bien. ―intentó tranquilizarla.

―Lo sé. Estoy tranquila ―rebatió tratando de convencerlo. Angie se mordió la parte interna de la mejilla.

―¡No sabes mentir! Lo peor que puede pasar es que nos ponga 0, tengamos que hacer examen final y saquemos un 7.0, un 7.0 no nos hará daño.

―¿Un 7.0 no afectaría tu ingreso a la superior?

―Lo dudo, solo será una materia con 7.0, las demás con 10.0 ―agregó, guiñandole el ojo.

―¡Eres un engreído!

―Algún defecto tenía que tener, no puedo ser perfecto ―dijo en sorna. Angie giró los ojos.

Siguieron trabajando un rato más hasta que los dos concluyeron que el proyecto estaba impecable, siendo perfeccionistas como lo eran se demoraron un par de horas más. Al levantarse Angie de la silla, Tomás la tomó por la cintura, para jalarala hacía él.

―¡Ahh! ―chilló ella. Angie colocó sus brazos alrededor del cuello de Tom. Él se acercó para darle otro de sus acostumbrados besos en la nariz, mientras la acercaba a él.

―Te quiero ―murmuró él.

―Yo… ―respondió titubeante.

―Voy a lograr que me quieras ―murmuró contra su boca.

―¡Tomás! ―gritó Sofía interrumpiéndolos.

―¡Ya vamos! ―respondió con desgano― Tenemos que bajar ―informó a Angie. Tomás se preguntaba si su madre tenía cámaras escondidas en su cuarto para ser siempre tan inoportuna.

Depués de la comida Tom la llevó a su casa, cuando llegaron al destino en el momento de despedirse Tom intentó tranquilizarla nuevamente.

―Angie, no importa lo que diga Edwin mañana, eres una gran persona.

―Gracias.

―No me agradezcas, es la verdad. No importa si nos reprueba o nos asigna baja calificación, siempre podemos pedir revisión. Entiendo que estés nerviosa por todo lo que significa para ti, pero solo es una evaluación más.

―Lo sé ―murmuró Angie nerviosa.

―Te quiero ―dijo él antes de besarla está vez sin interrupciones. Se despidieron con la promesa de que al día siguiente pondrían todo de su parte, pero si las cosas no salían como esperaban no se culparían.

****

Liliana, Angie, Tomás, y los demás alumnos se encontraban ya en el salón de clases cuando entró Nicholas acompañado de Edwin. Lo primero que hizo el profesor Soria fue lanzarle una mirada lasciva a Liliana para incomodarla. A pesar de que ella hizo todos sus esfuerzos para ocultar su desagrado, no lo logró.

―Buenos días ―saludó Nicholas rompiendo la tensión con la que se había llenado el lugar desde que entró con Edwin, ―para nadie es un secreto que Angélica es hermana de la profesora Meléndez, por alguna razón eso parece perjudicarles a ustedes ―continuó sin dirigirse a nadie en especial―. Esa es la razón por la cual el profesor Soria evaluará los trabajos, proyectos y exámenes que realice durante el semestre.

―¿Y él siguiente semestre? ―indagó una alumna que estaba sentada en la última fila.

―Lo que suceda el siguiente semestre será decisión de su compañera. Espero que este repentino interés en el futuro de la señorita Meléndez sea porque se ofrece a apoyarla en sus siguientes evaluaciones, Señorita Arizmendi. ―sentenció Nick, dejando a más de uno sin palabras.

―Lo siento ―se disculpó la aludida, antes de dirigirle una mirada asesina a Angie.

―Perfecto. Si no hay otra pregunta más pueden iniciar.

El primero en empezar con la exposición fue Tomás mientras él exponía, el estómago de Angie estaba hecho un nudo, un poco por los nervios que precedían a cada exposisión y otro poco por la adrenalina que a cada momento crecía dentro de ella.




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