Sonríe: Una Vez más

Volviendo a coincidir

La vida de Tomás, después de terminar con Angie, no estaba siendo nada fácil en ningún sentido. Bien dicen que uno no sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido, y eso era lo que le sucedía a él.

Gracias a Nicholas, sabía dónde estaba viviendo Angie, pero no se había atrevido a buscarla, la última charla que tuvo con ella, todavía retumbaba en su cabeza. Todos los días recordaba como Angie le recriminó que estuviera con ella por lástima, nada más alejado de la realidad. Si él se hubiera atrevido a hablar con ella, sobre lo mucho que la deseaba, y su miedo de volver a lastimarla tal vez las cosas serían diferentes.

Después de que se mudara, Tomás habló con Nick, sobre como se sentía al respecto con Olivia y Angélica, a pesar de haberlo escuchado, le dio un único y extraño consejo, ―tomando en cuenta la cercanía de Nicholas con Angie―, le dijo que comenzara a salir con otras personas, ya que, según él, solo así descubriría si lo que sentía por Angie era amor o costumbre.

El principal problema de Tomás radicaba en que después de perder a Angie, ninguna mujer lo atraía. La vida parecía ser tan irónica, cuando estaba con ella se empezó a interesar en otra persona, específicamente, en Olivia y ahora que ya nada lo ataba a su niña bonita, no dejaba de pensar en ella. La misma que le había regalado la más hermosa de las sonrisas, hoy ya no lo hacía porque él, le rompió el corazón.

Después de una hora en la biblioteca sin poder concentrarse en auditoría en sistemas, guardó sus cosas, cerró los libros y los puso en las estanterías correspondientes. Salió de la biblioteca para ir al cuarto donde vivía, quizás ahí tuviera más suerte para estudiar. Dio solo unos pasos afuera de la biblioteca cuando se encontró con Olivia. Tomás dejó claro después del único beso que se dieron no podía haber nada entre ellos.

―Hola ―saludó ella. Le guiñó un ojo, y se tocó el cabello coquetamente.

―Hola ―contestó Tomás serio. Dio la vuelta para caminar en dirección contraria a ella. Olivia lo siguió.

―Tom, necesito ayuda con física cuántica. ―dijo. Su tono de voz dejaba claro que la materia era lo de menos, lo importante era que pudiera estar cerca de Tomás. Parecía que la única forma de lograrlo era a través de asesorías. Si la estúpida de su noviecita no hubiera sido tan inoportuna, todo sería tan diferente, se recriminó internamente.

―Te dije que no estoy dando asesorías, y no las daré más. ―rechazó.

―Solo está vez, lo prometo. ―dijo. Realmente, no tenía una intención de cumplir su promesa. Estaba segura que solo necesitaba una oportunidad de estar a solas con Tomás para conquistarlo.

―Olivia, no voy a dar más asesorías ni a ti, ni a nadie más. ―sentenció. ¿Cómo pretende que de asesorías?, si ni siquiera yo puedo concentrarme, se cuestionó internamente.

―Antes era Liv. ―recordó ella. Olivia empezaba a impacientarse, no entendía cómo podía intentar ignorarla, después de cómo la había besado. Sí, ella había iniciado el beso, pero, Tom contestó con un desenfreno que no esperaba. Además, preferir a la escuálida de su novia por encima de ella, dejaba claro que Tomás no estaba pensando bien las cosas.

―Antes solo buscabas asesorías. No. ―corrigió―. Antes, estaba dispuesto a darte todo lo que querías. Ahora no. ―espetó. Olivia comenzaba a hartarlo, incluso en esos momentos se preguntaba qué es lo que le había visto para engañar a Angie con ella.

―Tu novia no tiene porqué enterarse. ―espetó. Tomás se detuvo, no le gustaba que Liv hiciera referencia a Angie.

―¡Ya no es mi novia! ―refunfuñó. Recordó el consejo de Nick, respecto a intentar una relación con otra persona, pero lo desechó de inmediato. Aunque sabía que era casi imposible recuperar a Angie, también era consiente que Olivia no era a quien quería en su vida de manera permanente.

―No entiendo cuál es el problema ―rebatió molesta. Entender a Tomás era más complicado que resolver los problemas de física cuántica. Y luego dicen que las mujeres somos complicadas de entender.

―Perdí a Angie por idiota, por no hablar con ella. Por creer que pasara lo que pasara siempre sería una constante en mi vida. Di por hecho que ella siempre estaría a mí lado.

»Para mí ella lo es todo, ella dice que le enseñé a sonreír, pero la verdad es otra. A pesar, de haber pasado por momentos difíciles con los que cualquier persona se rompería ella siempre me hacía reír. La perdí y voy a hacer todo lo posible por recuperarla, aunque es posible que no lo logre.

―Tommy, si hay algo entre tú y yo, ella nunca se va a enterar ―dijo desesperada. Le gustaría que así como Tomás se expresaba de su ex, también lo hiciera de ella algún día. ―Ni siquiera estudia aquí, ustedes terminaron. No hay razón para que venga de nuevo.




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