Su juguete secreto

Capítulo 13. Angustia

Alicia no recordaba cómo había salido del apartamento de Max. El mundo a su alrededor estaba como en una niebla. Su corazón latía rápido, rompiendo su ritmo habitual. Cada paso resonaba con dolor en su pecho, y sus pensamientos eran confusos, como si estuviera tratando de reunir los fragmentos de algo importante y querido.

No sabía a dónde ir. La noche era fría, el cielo estaba nublado y la ciudad parecía tan lejana y extraña. Las calles estaban llenas de gente, pero cada una de ellas era solo una mancha en su ansiedad. Se sentía sola, a pesar de que había tanta gente a su alrededor. Todo era tan inverosímil. No podía entender lo que le estaba pasando. No podía creer que Max, el hombre del que se había enamorado, fuera muy diferente. Su mundo se derrumbó y nada pudo unirlo.

Alicia se detuvo en uno de los cafés callejeros donde una vez se sentó con sus amigos. Hay demasiados recuerdos que ahora parecían tan lejanos. Miró a su alrededor y quiso volver, recuperar todo lo que había dejado atrás. Pero no había vuelta atrás. No había ningún Max al que amara.

Las lágrimas comenzaron a caer silenciosamente por sus mejillas. No pudo contenerse más. En estos pocos días, experimentó más que en todo el tiempo de su vida. Max destruyó todo lo que ella había construido y su corazón se rompió.

Cuando el teléfono vibró en su bolsillo, no decidió contestarlo de inmediato. Era el mismo mensaje que había estado esperando durante tanto tiempo y al mismo tiempo con tanto miedo. Máximo. Ya no podía evitarlo, pero tampoco estaba dispuesta a perdonarlo.

Sacó su teléfono y vio un mensaje corto: "Lee esto. De nada. Estoy haciendo esto por tu seguridad".

No dijo que la amaba, no dijo que la extrañaba. Solo le pedía que entendiera que era por su bien. Pero ella no podía aceptar sus palabras. No podía perdonarlo, incluso si todo lo que él hacía era por su propio bien. Demasiado dolor, demasiada traición.

Alice dejó el teléfono en sus manos y volvió a los recuerdos de cómo comenzó todo. Era tan diferente, tan cercano, tan real. Podía sentir su calor a su lado cuando él la tomaba de la mano. Sus amables palabras, llenas de promesas. Pero ahora todo era como una cáscara vacía. La manipuló, la mantuvo en la oscuridad, no le dijo la verdad hasta que fue demasiado tarde. Él creó este mundo para protegerla, pero él mismo destruyó su vínculo.

Sus pensamientos eran como una tormenta, y Alicia no podía encontrar la fuerza para detenerse. Lo hizo para protegerla, pero ella no podía perdonarla. No podía perdonarse a sí misma por confiar en él, y no podía perdonarlo por aparecer en su destino y resultar ser el lado oscuro de su mundo.

Él siempre estaba listo para ir al límite, pero ella ya no podía ser parte de este juego. No podía estar con un hombre que llevaba una máscara que ocultaba la verdad sobre su vida. Era fuerte, dominante, peligroso. Pero también era un hombre que se había perdido a sí mismo en este juego, un hombre que se había convertido en parte de la oscuridad.

Alicia se dio cuenta de repente de que Max no la había destrozado. Se destrozó a sí misma. Se escapó porque no podía estar en este mundo que se había vuelto tan extraño. No podía estar con él, sabiendo que su lado oscuro lo abarcaba todo. Era demasiado frágil para resistir esta tormenta.

—No lo entiendes —sus pensamientos volvieron de nuevo a sus palabras—. No quería entenderlo. No quería aceptar la realidad que él le ofrecía.

No podía quedarse en este mundo. Tenía que dejarlo, sin importar lo doloroso que fuera. Alicia se armó de valor y dio el último paso, un paso que la llevó a una nueva vida, a un nuevo camino.

La ciudad ruidosa no podía reemplazar la paz que buscaba. Y solo ahora se dio cuenta de que la búsqueda de seguridad podría llevar a la destrucción completa de todo lo que una vez amó.

A altas horas de la noche, sentada en su habitación, Alicia no podía encontrar una respuesta a su pregunta: "¿Por qué el amor es tan precioso y por qué puede doler tanto?"

Todo lo que sentía estaba apretado en su corazón, en cada latido del cual sentía su amor insatisfecho. Y tal vez no era su culpa, sino la culpa del mundo que Max le mostraba.

Lo hizo para protegerla. Pero ahora, después de todo, no estaba segura de si alguna vez podría recuperar lo que habían perdido



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En el texto hay: intriga, mafia, amar

Editado: 03.03.2025

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