Epílogo. Un nuevo amanecer

Han pasado meses desde que Max llamó a su puerta, dispuesto a hacer cualquier cosa para recuperarla. El tiempo no siempre cura, pero te da la oportunidad de ver las cosas bajo una nueva luz. Alice y Max pasaron por muchas cosas para volver a estar juntos, pero no fue un camino fácil. Cada paso requería esfuerzo, paciencia y voluntad de cambiar por el bien del otro. Pero lo más importante es que volvieron a confiar el uno en el otro.

Hoy estaban sentados en un café, en el mismo lugar donde Max la invitó por primera vez. Sus ojos ya no estaban desesperados, y la suya era la tensión que siempre tenía cuando pensaba en su futuro. Ahora su futuro estaba aquí, en este momento.

Alicia se sentó con los brazos cruzados sobre la mesa y miró a Max. Sabía que él había cambiado. Estaba listo para abrirse, listo para escucharla, para comprender sus experiencias. No trató de mantenerlo bajo control como solía hacerlo. Estaban siguiendo un nuevo camino, donde la confianza y el respeto estaban en primer lugar. Ya no le tenía miedo a su mundo oscuro, porque él le mostraba su vulnerabilidad, sus miedos. Se abrió a ella de una manera que nunca antes se había abierto a ella.

Max tomó su taza de café y la miró con una leve sonrisa. "Sabes que estoy dispuesto a hacer cualquier cosa por ti, ¿verdad?"

Alicia asintió, sintiendo que su corazón se llenaba de calor. "Yo también. Hemos pasado por muchas cosas, Max. Pero ahora entiendo que lo importante no es lo que sucedió. Lo que importa es lo que hacemos ahora".

Max la miró detenidamente, sus ojos se suavizaron. "Estaba listo para perderte, y no puedo permitirme repetir ese error nuevamente. Eres mía. Y ahora sé que lo más importante para los dos es que luchemos juntos por ello".

Ella le tomó la mano y se sentaron en silencio, disfrutando del momento tan esperado. No había más secretos entre ellos, no más miedos. Solo el amor, que se hacía cada día más fuerte.

Max estaba dispuesto a dar un paso desesperado para protegerla, para estar con ella. Y ahora, cuando fueron capaces de superar todas las barreras y momentos oscuros del pasado, sus vidas comenzaron con un borrón y cuenta nueva. Ya no había peligros, ni barreras que pudieran separarlos.

—Te quiero, Alicia —dijo en voz baja, pero con plena confianza en sus palabras—.

Alicia sonrió, con los ojos llenos de gratitud y amor. "Yo también te quiero, Max. Y estoy listo para recorrer este camino contigo. Juntos".

Se sentaron en silencio, y el mundo a su alrededor perdió importancia. Solo su amor era importante, solo ellos dos. Todo lo que había sucedido hasta ese momento quedó en el pasado. Y ahora su futuro estaba en sus manos, donde podían construirlo de nuevo, paso a paso, sin miedo ni dudas.

Un nuevo amanecer estaba aquí para ellos. Y estaban dispuestos a recorrerlo juntos, porque, a pesar de todo, eran los únicos el uno para el otro.