Su Obsesión Conmigo [2]

Capítulo 43 Una Nueva Oportunidad

[William]

Viernes 22:15 PM.

¿En que momento algo así me ha empezado a importar? Quiero reparar todo el daño que he causado, tanto como quisiera que alguien repare el daño que me causaron a mi, pero esto no se trata de eso, esto ya no se trata de mi, si no de Samanta, no la dejé vivir, ella está pero, yo siento que la he matado tres veces antes ¿qué es lo que siento por ella? Sólo dolor y arrepentimiento.

Yo me he mentido a mi mismo al decir que no cambiaría absolutamente nada de lo que hice en el pasado, yo cambiaría mucho de todo lo que hice, pero, puedo decir con total seguridad que Lucy no formaría parte de algún cambio, no me arrepiento de ella, es Lucy quien me da humanidad, ahora comprendo que con ella descubrí un amor diferente y me avergüenza recordar que estuve a punto de hacerle daño.

No me importó nada, pude ser tan desalmado, maté a mis padres, lo único que me queda es mi hermano y no sé como está vivo. He destruido todo a mi paso. Samanta debe odiarme, pero ¿qué pierdo intentando?.

Salgo del auto, camino hasta pararme frente a la puerta de la casa de Gwen, toco el timbre. Mi corazón no puede estar tranquilo, de verdad éste no me ayuda mucho ¿por qué tengo miedo? Quiero escaparme corriendo.

Cobarde ¿yo? ¿desde cuando?.

Gwen es quien abrió un poco la puerta, ella siempre está seria, pero puedo jurar que al verme se volvió aún más seria.

Sonríe Will.

—Hola, Gwen, te ves bien—

—No quiero verte ¿qué haces aquí?—

—Uy, preciosa. No, no he venido a verte a ti, tengo que hablar con Samanta—

—Maldición, ¿qué más daño quieres—

—Cállate.. por favor, basta, te equivocas si creés que no me pasa nada, nada de esto es fácil para mi, era esto o dispararme por favor dile que venga, la necesito—

—Maldito loco— murmuró —. Quédate aquí, iré a decirle que has venido— asentí nervioso.

Comía de más mis uñas, no sé exactamente que le diré.. si viene claro, ojalá que si, pero no me sorprendería que Gwen regrese y me diga que no. Ella regresó se ve molesta, abrió más la puerta dejándome ver a Samanta a su lado, sonreí.

—Ven aquí por favor Samanta— pedí amablemente. Ella no me mira, da un paso y fue detenida por Gwen.

—No, no vayas, no voy a dejarte salir con él—

—Gwen, no le voy a hacer nada, vengo en paz lo juro. Pero sería más fácil si pudiera hablar con ella en privado—

—Gwen, está bien, dejame hablar con él— se escucha calmada. Samanta sale, Gwen cerró la puerta, Samanta y yo nos alejamos un poco de la entrada, se abraza a sí misma.

—¿Cómo estás?— la veo presionar sus labios.

—Estoy confundida, enserio ¿qué haces aquí?—

Mi mirada no deja de ir venir entre ella y nuestro alrededor, realmente no sé como empezar, sé con que finalidad he venido. Mis recuerdos me juegan en contra, me muestran nuestros peores momentos juntos, estrujándome el corazón sin piedad, mis lágrimas borran mi vista, aprieto mis ojos, sintiendo las gotas frías bajar por mis mejillas, miro a Samanta.

—Perdóname— me puse de rodillas frente a ella —. Te lo suplico Samanta. Me destroza darme cuenta de todo lo que te hice, te lo he quitado todo, sé que no merezco que me perdones, pero aún así necesito que sepas que estoy muy arrepentido, jamás podré compensarte por todo, ningún tipo de castigo sería suficiente para hacerme pagar, pero haría esto, mi vida no tiene ningún valor y tienes razón soy un monstruo y me iré a donde pertenezco, al infierno— dije sacando mi pistola.

—No, William, no lo hagas maldita sea— ella se arrodilla frente a mi, sus pequeñas manos al sujetar la pistola toca mis dedos —. Dame eso—

—No, dejame hacerlo, será mejor para todos—

—No, no lo será para nadie ¿por qué no piensas en Lucy? ¿qué harás? La dejarás sola ¿no la quieres seguir protegiendo? Yo te puedo perdonar, pero sólo si me demuestras que puedes ser el mejor para ella, estamos vivos y estamos a tiempo nunca es demasiado tarde y matarte no es una salida sólo sería el principio de la eternidad—

Samanta me quita la pistola, la dejó en el suelo, la veo llorar demasiado, la abrazo, ambos nos abrazamos con fuerza, sus sollozos es todo lo que escucho.

—Tienes que parar, sólo tú puedes hacerlo. No me quedé con Ryan, pero tengo al resto de mi familia cerca y me consuela ya no estar tan sola. No hay nada que guarde en tu contra—

Samanta me aleja, se levanta, me levanto también. Me estoy sintiendo mejor ahora ¿por qué ella es tan buena? Yo en su lugar me moría, ella es muy fuerte estuvo soportando todo éste tiempo.

—Eres tan fuerte, Samanta, superas todas mis expectativas. Eres fantástica, el trabajo de cuidar de Lucy será de los mejores que tuve jamás— Samanta levantó el arma.

—¿Debería encargarme de esto o lo harás tú mismo? Deja de tocar estás cosas, no está bien—

—Lo haré yo— Samanta me la entrega —. Necesito un consejo—

—Dime—

—Alguien está obsesionado con Lucy, la ha chantajeado con algo para conseguir ser su novio, es algo muy complicado, ella tuvo problemas legales y él se aprovecha de eso ¿qué debería hacer? Antes de hablar contigo sólo pensaba en amenazarlo y si no funcionaba lo mataría pero, quiero hacer lo correcto—

—Son difíciles de manejar, ayudala a escapar, llevala lejos y asegúrate de que no la vuelva encontrar, está claro que es muy listo, no hace falta que le digas a ella sobre esto, él lo podría descubrir si está tan obsesionado como yo creo. William ya no mates a nadie por favor—

—Gracias, Samanta, eres brillante—

—De nada—

—Adiós—

[Lucy]

Sábado 11:10 AM.

—Te veo después— dijo Jonathan besando mi mejilla un par de veces, luego mis labios, su mano acaricia mi pierna.

Besos que no correspondo.



#571 en Novela contemporánea

En el texto hay: obsesion, odio, suspenso

Editado: 24.05.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.