A la mañana siguiente, durante el desayuno, Rita no dejaba de hacerle preguntas sobre la visita del coronel Juan Duarte y su sobrino a Leonora quién le conto el relato que Jaime, así como la probabilidad de que Gabriel estaba desaparecido.
--Le va a doler mucho a la niña el saberlo—comentaba Rita.
--¡No tiene por qué saberlo!
--¿Piensa ocultárselo a la niña?
--Por un tiempo—afirmaba, Leonora.
--¿Y cómo piensa hacerlo?
--No lo sé…Ya se me ocurrirá algo.