Sueño De Una Luna De Estambre

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Estuve corriendo con todas mis fuerzas por un llano de pastizales áridos. Corría sin saber a dónde ir. De pronto me detuve y pude sentir el roce del resplandor del sol. Cuando voltee, contemple el brillante ocaso. Baje mi mirada sintiéndome triste. Había corrido buscándote, pero no te encontré. Entonces escuche el sonido de unas cadenas arrastrándose sobre la tierra. Corrí lo más rápido que pude con dirección al sol, siguiendo el sonido del hierro golpeado contra las piedras en la tierra el cual se hacía más fuerte. De pronto caía cerca de una hilera de árboles, cuando bajé mi mirada vi mis pies apresados por un grillete. Intente moverme, pero solo pude arrástrame como un gusano en el suelo, pues cuando intente moverme, me di cuenta que mis manos también estaban esposadas. Dos brazaletes de hierro estaban aferrados a mis manos sujetados uno del otro por una gruesa cadena de acero. Intenté soltarme, pensando que podía romper las cadenas, pero me di cuenta que era inútil pues al hacerlo mis muñecas comenzaban a sangrar por el roce del hierro con mi piel provocado por la fricción de mis movimientos. Volví a dejarme caer al suelo con mi frente pegada contra la tierra tan solo para llorar, para lamentarme y rendirme. De pronto escuchaba como rechinaba un árbol. Fue cuando comencé a despegarme del suelo, mostrándome con las lágrimas escurriendo por mis mejillas. Mire un cuerpo colgado con un lazo en el cuello al árbol el cual rechinaba por el balanceo de la cuerda de yute friccionando contra la madera de la rama. Levante lentamente mi mirada y fue cuando pude ver tu rostro. Eras tú con una cuerda de yute alrededor de tu cuello. Entonces grite, diciendo tu nombre mientras me quedaba de rodillas en el suelo con mis manos y mis pies atados viendo cómo te balanceabas de un lado a otro, pidiendo de aquella cuerda atada de un extremo a tu cuello y del otro a la rama del árbol.      

Late mi corazón. Vibra como un tambor. Escucho mis latidos como ecos en mi cabeza. Todo me da vueltas. Siento como si estuviera arriba de un carrusel del que no me puedo bajar. La fiebre sube. Mi frente esta empapada de sudor. ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué? Me duele saber que el ultimo recuerdo que tengo de ti fue cuando te marchaste. Cuando te fuiste cabalgando, perdiéndote en el horizonte entre el polvo que levantaban las patas de los caballos. Te vi por la ventana de mi alcoba, y te vi marchándote. Grite tu nombre, pero no me escuchaste. Cuando salí intente perseguirte. Deseaba ser una golondrina para ir detrás de ti. Pero que poco te importe, pues me dejaste atrás como una hoja de un árbol que se lleva el viento. Desde que te fuiste he tenido miedo. He tenido frío. Ahora todo me parece tan confuso. A veces siento como si todo fuera un sueño…Un sueño del que no he podido despertar. Aunque abro mis ojos, siento que en realidad no he despertado, y sigo dando vueltas, una y otra vez. Necesito que vuelves, necesito que estes conmigo otra vez, te necesito…papá…



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En el texto hay: drama, magia, romance amor

Editado: 31.08.2022

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