Después de la muerte de su hijo y esposo, la señora Agatha Turner tomo un buque de regreso a su natal Belfast, sin poder vender su antigua casa, y ya sin dinero tuvo que vivir en la casa de una hermana donde vivió en cama durante cuatro años debido a una terrible depresión ocasionada por la pérdida de su hijo y esposo, que le cobró la vida, diagnosticada por lo médicos con una anemia perniciosa. Una tarde de febrero la encontraron muerta en cama como si estuviera durmiendo. Murió acompañada de su hermana, sobrinos y familiares. A un lado de su cama había una cómoda donde reposaban dos marcos, uno con la fotografía de Benjamin Turner y otra con la de Maxwell. Alma y Leonora supieron de su muerte por un amigo cercano de ambas familias. La noticia las consterno y aunque hubieran deseado viajar a Belfast para acompañar en el duelo a la familia de Agatha viuda de Turner no tenía los medios suficientes para hacerlo.