17

¿Días? ¿Semanas tal vez? No lo se exactamente, mi monótona vida de pasarla sola o estar con Ji Eun cambió hace poco, no solo por la partida de Hoseok sino por Taehyung, no llevo la noción del tiempo los días algunas veces se hacen más largos de lo normal y otros se hacen tan cortos.

Siento que a veces estoy en un sueño del cual no puedo despertar, todo a mi alrededor suele cambiar de un momento a otro, no se lo que pasa, el insomnio se ha vuelto más frecuente y no hay pastilla que ayude.

¿Taehyung? El se ha vuelto más cercano y cada vez que estoy cerca mi corazón se acelera así como el los cuentos de hadas donde la chica se enamora del príncipe azul pero él no es mi príncipe, esto no es un cuento donde los sueños de la protagonista se hacen realidad porque es la realidad y sí, he soñado e imaginado que yo puedo ser feliz fuera de este lugar junto con Jimin, Jin, Taehyung e incluso formar una relación con mi hermana menor o Ji Eun pero a quién quería engañar yo no podía salir de aquí solo eran simples alucinaciones en mi mente trastornada.

Después de aquel beso y aquella confesión por su parte pasábamos más tiempo juntos pero siempre había alguien ahí para separarnos y alejarnos las cosas iban mal y decidí volver a encerrarme en aquel frío y solitario cuarto donde era un sin fin de lágrimas y nuevamente siempre había alguien parado en la puerta observándome.

Jimin, él salió del hospital porque a su madre le dio el cargo de conciencia y ahora lleva un tratamiento en casa, nunca me hace falta una carta por parte suya, siempre me cuenta a través de varias líneas su día a día y le va bien junto a las personas que lo rodean lo cual me mantiene tranquila al saber que el ya no está metido dentro de este lugar lleno de personas que muchas veces llegan a alterarse y dañar y alterar a los demás pacientes.

Jin y Namjoon habían desaparecido, un día simplemente ya no vinieron, nadie se atrevía a hablar sobre lo que es había pasado, la preocupación también estaba ahí, saber que ya nadie podría defenderme de Ji Eun me atemorizaba.

El maltrato por parte de Ji Eun había aumentado ahora solo no era algo de una vez por semana ahora era más frecuente y con mucha más ira, con cada golpe dado era quedarse sin aire, las enfermeras rumoraban sobre aquel chico y ella habían terminado lo que tenían, si es que tenían algo y sabía que gracias a aquellos comentarios causaban rabia en ella, rabia que desahogaba en mi.

Cada momento era un recuerdo más, un puñal más para un corazón destrozado por el paso de los días, no podía estar con la persona con la que yo creía que era para mi era como si se alejara, como si estuviéramos en un gran callejón y el avanzará y volteara cada cierto a verme y sonreír de esa manera tan única y luego seguir con su camino y en cambio yo estaba ahí parada viendo como se iba, yo sin poder dar un paso adelante, estancada.

Estando como ahora pérdida en mis pensamientos no le tomo importancia a mí alrededor, si alguien camina por el pasillo o se detenía o entraba a mi habitación, todo a mí alrededor era tan irreal.

-____ te vienen a ver- ¿visitas? quien podría ser no tengo a nadie, estoy sola y me auto compadezco por eso- ____ ¿me escuchas- vuelve a insistir aquella voz yo solo asiento y me siento correctamente en la cama.

Veo como aquella persona se va a pasos lentos, mi mirada se posa en la ventana y veo el cielo gris.

-Hija...- la voz de aquella mujer se vuelve eco en la habitación- Hey estoy aquí- no, no lo estás, no hay nadie estoy en un abismo oscuro.

-Vete- digo algo irritada algo que se había vuelto habitual en mí- No quiero verte.

-Lo siento, no fui buena madre y lo acepto... después de lo de Hoseok se que debería estar al pendiente de ti- dijo con una voz quebrada, sabía lo que estaba haciendo, estaba buscando perdón pero no iba a disculparla- Por favor di algo.

-Vete y no regreses, no necesito tu atención, no quiero que te sientas obligada a venir cuando se que no quieres- por primera vez voltee a verla y ella estaba con una sonrisa.

-Eres mi hija y estoy aquí porque quiero, me arrepiento el no haber estado cuando murió tu hermana- soltó un suspiro lastimero y en sus ojos se acumularon las lágrimas- Me arrepiento.

Arrepentimiento ese sentimiento que siente cada persona en un punto de su vida, el arrepentimiento le llego a la persona más indicada pero no en el mejor momento.

-Guárdate tu arrepentimiento y vete- escupí con molestia, ella volvió a suspirar y a pasos lentos salió de la habitación dejándome oyendo el sonido de sus tacones chocar con el suelo.

Me volvía derrumbar por milésima vez, tan depresiva podría ser a tal punto de que volvía a querer una cuchilla, volvía a mi bucle.

Perdida entre lágrimas y pensamientos vi como una sombra estaba en la puerta sin hacer nada solo estaba ahí parada, no podía distinguir si era una mujer o varón porque mi vista estaba nublada por las recientes lagrimas pero solo una persona podía venir a mi mente en este momento.

-Taehyung vete no quiero verte- dije y no recibí respuesta como si no me escuchara no hizo ni un movimiento, estaba cansada para discutir con la única persona que no lo merecía, él no lo merecía, había muchas personas que no lo merecían pero mi mente me impulsaba a gritar y tratarlas mal.

Silencio, volvió el silencio a este lugar, habiendo tanta gente pasando de una lugar a otro por el gran pasillo ahora estaba desierto solo estaba esa sombra. Estaba cansada de sentirme observada, seque mis lágrimas y trate de normalizar mi entrecortada respiración para encarar a aquella persona que no hacia nada, aquella persona que casi siempre estaba allí parada observando.

-Ya vete Taehyung! Vete ya- grite levantándome molesta e irritada por mi constante cambio de humor, mire hacia la puerta encontrándome con una silueta femenina que me miraba.

-No soy Kim Taehyung- hablo causando escalofríos en mi cuerpo, por alguna razón no podía respirar ni hablar aquella silueta no tenía rostro sentía miedo al verla- ____ no crees que es hora de despertar- dio un paso hacia mi.