Sueños Blancos.

AGRADECIMIENTO

GRACIAS POR LLEGAR HASTA AQUÍ

Si estás leyendo estas líneas, significa que caminaste hasta el final junto a Ximena, Julio, Jackie, Joaquín, Alejandra, Marco, David, Mónica y todos. Que atravesaste con ellos sus silencios, sus quiebres, sus reencuentros. Que te permitiste mirar dentro del espejo astillado que esta historia quiso ofrecerte.

Gracias. De corazón.

Escribir Sueños Blancos fue un acto de amor y de memoria. Pero ahora que has llegado al final, este proyecto ya no es solo mío: también es tuyo. Porque cada lector completa una historia desde su propia herida, desde su propia ternura, desde su forma única de mirar el mundo.

Si esta novela te conmovió, te tocó en algún rincón del alma o simplemente te hizo compañía, te pido algo muy simple pero muy valioso: déjanos tu comentario. Cuéntanos qué sentiste, qué te gustó, qué te dolió, qué parte quisieras que no termine. Y también, si algo no te convenció, si hay algo que cambiarías: dímelo. Los lectores no solo son testigos, también son parte del proceso.

Tu voz puede ayudar a que más personas descubran esta historia.

Y quizás, como tú, también encuentren en estos sueños blancos un refugio, una herida que se comprende, una amistad que se parezca a la suya, o una verdad que no sabían que necesitaban leer.

Con gratitud infinita,
BrunoAurelio




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.