Sueños de navidad

Cap 5 Laura

¿Laura?- escucho la voz de mi esposo y poco a poco voy saliendo de estos recuerdos que dañan mi alma. Siento que la respiración me abandona y lentamente hago los ejercicios que me enseñó la doctora,me  doy cuenta que mí mente se ha perdido y mí corazón late tan fuerte dentro de mí, que siento que se saldrá de mí pecho, veo que llevo varios minutos así,ya que la bacha se revalso de agua y está escurre hacia el piso.

-¡Ohhh, perdón. Ni cuenta me di de lo que estaba haciendo!- digo con uná disimulada sonrisa.

-Se nota. ¿Me puedes explicar en que estabas pensando, para que te pase esto?

No sé que contestar, no quiero que sepa que estoy otra vez teniendo estos episodios,  porque el volvería a preocuparse por mi, y no es justo. Él fue quien más mal la paso de los dos, ya que tuvo que enfrentar a nuestro hijo y lidiar con sus sentimientos, con los suyos propios y también con una mujer undida en la depresión. No se me hace justo que vuelva a pasar por esto, así que finjo una sonrisa y lo enfrentó dándole un pico.

El me abraza y me aprieta fuerte contra el.

-¿ Sabes que cuentas conmigo siempre?.-

Me dice en el oído y eso hace que lo ame más de lo que ya lo hago.

-No te preocupes,amor, solo pensaba en una niña que conocí hoy y me llamo la atención. Solo eso.- comento, para despistarlo.

El se sienta a la mesa y se pone a preparar la ensalada de tomate y lechuga, que tanto le gusta, mientras yo seco el piso.

-¿Y, que tiene esa niña en particular?- pregunta dudoso. 

¿Tanto me conoce?

-Es una niña como de unos doce o trece años muy delgadita, pero lo que más me llamo la atención de ella, es el color de sus ojos, son muy parecidos a los tuyos, no son marrones, peró tampoco son negros del todo

- le comento y me doy cuenta que esa niña si llamo mi atención sin darme cuenta. Y comienzo a contarle como fue mi día, todo lo que hice con los niños, pero en ningún momento esa niña de ojos oscuros dejo mis pensamientos. El a su vez me relata su día y que en breve tendremos una cena con amigos en casa. Un rato después llamo a Damián a comer y nos sentamos a la mesa contándonos el día que pasamos cada uno y así transcuree un día más en la pequeña familia Medina.




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