Lunes por la mañana, Carolina camina con mucha ansiedad hacia el salón de arte, sus nervios la pueden y se equivoca de salón y llega al de la señora García.
-¡Hola, Caro!- saluda a la niña.
- Este no es tu salon- aclara.
-¡Perdón, me quivoque!- responde ella nerviosa.
Vuelve sobre sus pasos y entra en el aula de arte, sentándose en el primer banco. Siente que estará más cerca de la señora Medina.
Saca sus cosas y se dispone a dibujar cuando la puerta se abre y por ella entra la profesora, con una gran sonrisa y esa forma extraña que tiene de ser. Es una mujer llena de bondad, y eso a ella le gusta, ella seria una gran mamá, y cuando más lo piensa, más le gusta la idea que sea su mamá.
Dibuja y pinta, hace todo lo que la profesora le enseña y así pasa la hora, que para ella es demasiado corta.
-Bueno niñas, dejen sus trabajos en mi escritorio, para corregirlos. Y nos veremos el próximo lunes y piensen que dibujaran para navidad. Quiero que plasmen sus deseo de navidad en una hoja. Trabajen en eso está semana. Nos vemos- termina la señora Medina.
Las niñas salen al patio en silencio, pero una de ellas se queda parada cerca del escritorio. -¿ Señora Medina?- pregunta la niña con miedo.
-¿Caro? ¿No te has ido todavía?-
-¿Que sucede?pregunta.
-Yo…yo quería preguntarle algo- comenta la niña.
-¿Que quieres saber?-
-¿Usted... usted no necesita una hija?- pregunta la niña con una inocencia que desarma a la profesora, está rompe en llanto y la toma en sus brazos fuertemente.
-¡Sería un honor para mi ser tu madre!-
-Pero,¿ Sabes una cosa? Vamos a hablar con la señora Montes. Y después con mi esposo, mañana el y mi hijo Damián vendrán a conocerte, si tú quieres.-
-¿Tiene un esposo y un hijo?¿ Tiene un papá y un hermano para mí? Esto es increíble, siempre soñé con un papá y un hermano mayor.¿ Me querrán en su familia? Yo prometo ser muy obediente y limpiarle todo lo que usted me pida- aclaró la niña, muy nerviosa.
- Nada de eso, solo serás nuestra hija, te cuidaremos y protejeremos siempre, pero sobre todo, te amaremos, aunque te confieso que yo, ya lo hago.
Esa noche, Caro durmió con una sonrisa en los labios, porque sabe que mañana , quizás tenga una mamá, un papá y un hermano mayor.
Editado: 03.01.2023