Cap final-¹ Laura

No puedo creerlo, ya puedes vivir con nosotros!exclamo con felicidad, y Caro me ve con una gran sonrisa dibujada en su cara.

Ya pasaron casi doce meses desde que le dimos la bienvenida a nuestro hogar a Carolina, ella llego para cambiarme y cambiar nuestras vidas por completo.

Pero todo el papeleo de adopción es engorroso y complicado, demasiada burocracia, y no debería existir tanto problema para adoptar, demasiados niños esperan por una familia. 

Llevo tres días planeando esta noche en particular, hoy le diremos a Caro qué ya puede vivir con nosotros, fuimos elegido como hogar de transito, y ella será nuestra primera experiencia, así que estoy muy ansiosa. Junto a mi hijo Damián preparamos una cena muy especial y el cocino su comida favorita. Damián ama y proteje a Caro como un hermano mayor, está siempre pendiente de ella.

En el medio de la cena le comunico las buenas noticias y ella salta de emoción.

No puedo más y rompo a llorar, ella me abraza fuerte y con su dulce voz calma mi llanto.

-Ya.. mamá, no llores- y juro que cuando la escucho llamarme mamá, eso hace que mi corazón se salte un latido. ¿ Merezco tanto? Me preguntó, pero siempre encuentro la misma respuesta, quizás yo no, pero ella merece amor, protección, el mundo a sus pies.

-Mamá,¿Sabes cuál es mi deseo este año?- me pregunta.

-No,no  sé, cuál es?pregunto .

Convertirme en una Medina por completo-

Y mi esposo la abraza fuerte entre sus brazos.

-Ya verás como pronto tienes mí apellido, pero sabes que ya perteneces a esta familia, y que no necesitas mí apellido para hacerlo, sino el amor y la protección que esta puede darte y eso ya lo tienes-termina mi esposo con su pequeño discurso.

Han pasado váríos días y todos es muy caótico, hoy tengo consulta con la psiquiatra, todo esta mejorando a mi alrededor y eso esta bien. Solo que mí esposo pasa mucho tiempo encerrado.así que siempre estoy sola con los preparativos de Navidad.

Las niñas del hogar tendrán una noche de navidad muy especial, ya que conseguí que algunas parejas nos ayuden a organizar y traigan comidas y regalos, pero sobre todo tiempo de calidad con otras personas fuera del hogar, y quién no quite que alguna de esas niñas, sea adoptada por estás familias. Ese es mí deseo esta navidad.

Mí esposo me sorprende con un abrazo y  con voz dulce dice me habla al oído.

-Ven conmigo, te tengo una sorpresa - y toma mí mano y bajamos juntos las escaleras.

-¿ Recuerdas que hace unos días, me pediste ayuda para organizar las fiestas navideñas?- pregunta mirándome con una sonrisa.

-Si. ¿ Que sucede?¿Porque tanto misterio? Dime!-ruego.

-Pues, no tuve tiempo, porque estaba resolviendo un tema importante, unos amigos me debían algunos favores, así que los cobre y acelere algunos pasos con respecto a la adopción- me informa.

Toma un sobre del escritorio y me lo extiende. Lo abro con cuidado y grande es mí sorpresa cuando saco su contenido. La felicidad inunda mí alma. Ya tengo una hija, y todo se lo debo a él, este gran hombre, al que amo cada vez más.