Este día he reído y he sufrido.
Y tú has sido el culpable de ambos actos realizados.
Hoy hemos pasado el día juntos.
Charlando, riendo, discutiendo por trivialidades.
Cuando yo quise besarte, abrazarte y esconderte entre mis brazos.
La ansiedad que siente mi corazón crece con fiereza.
A veces me aterra lo que me haces sentir, Rogan.
Me atemoriza, mas me deja saborear la embocadura agridulce que dejan tus sonrisas y tus miradas en mi ser.
¿Crees tú que ese sabor tan terriblemente amargo, pero irresistiblemente dulce, algún día se irá?
Mis sueños aseguran que no.
—Jacer.