Capítulo 14. PREGUNTAS
Danilo, sumido en una tormenta emocional tras la impactante confirmación de la infidelidad de Lilian, se encuentra en un estado de desconcierto y dolor. La verdad recién descubierta abrió una brecha en su comprensión del matrimonio y de la mujer que creía conocer.
Ahora, impulsado por una necesidad abrumadora de comprender la vida secreta que Lilian llevaba, se embarcará en una búsqueda de respuestas. A pesar de que han pasado casi tres años desde la muerte de su esposa, no puede simplemente ignorar esto, un fuego interior lo impulsa a llenar las dudas emocionales y dar sentido al pasado.
- Karina, no te ofendas. ahora no busco culpar ni reprochar a quienes la cubrieron, solo conocer toda la verdad. Por favor, contéstame con sinceridad.
- Entiendo que estés muy confundido, pero te lo advierto, no tengo información. Y, créeme por favor, nunca estuve de acuerdo, pero era mi amiga y le debía mi lealtad.
- Ustedes se reunían semanalmente, así que debiste verlos muchas veces. Por favor, cuéntame todo.
- Lilian había cambiado. No es cierto que nos reuniéramos semanalmente. Cuando me buscaba, parecía más interesada en tomarse fotos o llamarte para mostrarte que estábamos juntas, y luego partía apurada -Hizo una pausa recordando-. La verdad, yo también me distancié para no tener problemas con mi esposo; él es un poco celoso y no quería que afectara mi matrimonio.
- No lo entiendo. Se suponía que todos los jueves se reunían en el bar para la "noche de chicas" y los sábados pasaban todo el día juntas. Eso era lo que creía, que se encontraban las cuatro, junto con Patricia y, como se llamaba, me olvidé.
- Carolina; en una época fuimos un combo super unido. Por lo menos en los primeros años después de terminar la universidad, pero con el tiempo, ya sabes, trabajo, familia, compromisos; en fin, nos fuimos distanciando y terminamos encontrándonos solo en ocasiones especiales.
- Bueno, esto también es nuevo para mí. Entonces, todas las salidas habituales que tenía con sus "amigas" no eran ciertas. Semanalmente tenía dispuesto el tiempo y no era negociable; nunca dudé de sus reuniones.
- Lo siento, como te dije, no te seré de mucha ayuda. No se me ocurre que pueda decirte, así que pregúntame lo que quieras saber y veremos si conozco la respuesta.
Suspiró y dijo:
- ¿Sabes quién era?, por lo menos, ¿cómo se llamaba? -la voz de Danilo era insistente.
- No lo sé, te lo aseguro -Karina hizo una pausa al ver su decepción-. Si me permites aconsejarte, creo que deberías dejar esto, no te tortures investigando cosas. A veces es mejor no saber, puede que lo que encuentres sea más doloroso.
- Sé que también quería el divorcio -continúa hablando sin atender el clamor de Karina-, ¿qué más sabes que sea peor que esto? -le preguntó Danilo, malinterpretando la intención de Karina.
- No sé nada más, créeme; no vale la pena que te atormentes. Ella ya no está con nosotros y ha pasado bastante tiempo, entonces no vale la pena que remuevas el pasado.
Danilo intentaba procesar la realidad; las imágenes de Lilian en brazos de otro hombre llenaban su mente. Karina no sabía o no quería contar la vida secreta de Lilian.
- No he podido reanudar mi vida, mi hijo tiene un trauma por la muerte de su madre y yo la tenía en tal pedestal, que ninguna mujer podía siquiera acercarse a sus virtudes.
- Lo siento, éramos amigos por ella y luego de su partida, nunca te llamé ni visité para saber cómo estabas.
- No te preocupes, yo también me alejé de todo lo que teníamos en común, amigos, actividades y lugares.
- ¿Por qué insistes en seguir indagando?, ya sabes que es verdad, no te tortures tanto -le insiste Karina.
- Esta búsqueda de respuestas no está impulsada por una curiosidad morbosa, sino por la necesidad de darle sentido a este sufrimiento. Quiero hacer un cierre emocional y no puedo hacerlo con tantos vacíos; necesito sanar las heridas abiertas. Entiendo que puedo parecer masoquista, pero aparte de la decepción, a estas alturas ya nada es más doloroso de lo que hubiese sido en ese tiempo.
Karina, reflexiva, planteó una posibilidad que resonó en la mente de Danilo.
- ¿Recuerdas que cuando la conociste, Lilian estaba saliendo de una decepción amorosa y tú la consolaste?
- Sí claro, desde que la conocí me enamoré y la apoyé en esos momentos que sufría porque la habían abandonado. Unos meses después aceptó ser mi novia.
- Es posible que sea este hombre. No recuerdo su nombre, en esa época tomábamos algunas clases juntas y no éramos tan amigas.
La incertidumbre de Danilo persistía, pero ahora se enfrentaba a la posibilidad de que la historia de Lilian con este hombre se remontara a aquel momento. Esto quería decir que no fue un hombre cualquiera que apareció en su vida, sino que es ese hombre que le causó tanto daño y aun así lo perdonó. Tan enamorada estaba, que quería divorciarse, a pesar de que aparentemente su matrimonio era feliz y tenían un hermoso hijo.
Después de escuchar a Karina, pese a que no dio detalles ni mayor información, fue suficiente para que Danilo mantenga su convicción de descubrir la verdad. No puede detenerse, debe continuar su búsqueda en otra parte.