Suplantacion: Comienzo Oscuro

Capítulo 20. DESCUBRIMIENTOS

Gaby, ansiosa por saber cómo fue el encuentro entre Danilo y Fabio, aguarda en casa la llegada de Danilo. Mira por la ventana, preguntándose qué habrá pasado y si la conversación entre ambos ha sido tan complicada como temía. La incertidumbre la mantiene en vilo, y su deseo de apoyar a Danilo la lleva a estar alerta a cada sonido exterior.

Cuando finalmente Gaby divisa la figura de Danilo acercándose, su corazón late con alivio al notar que su semblante parece tranquilo. Sale rápidamente a su encuentro, tratando de leer sus emociones en sus ojos.

  • ¿Cómo te fue? -pregunta con preocupación y cuidado, sabiendo que la situación era delicada.
  • Fue difícil, pero a medida que hablamos superamos nuestras reservas, hasta el punto de acordar trabajar juntos nuevamente -responde Danilo, agradecido por su preocupación-. Esto es obra tuya, la vergüenza no me permitía afrontar mi deber. Tendré que esforzarme para ganarme la confianza y el perdón de Fabio, pero sé que lo superaremos.
  • Me alegro, afrontar de frente es lo mejor, especialmente si hay un verdadero arrepentimiento. Ya sabes, si necesitas algo, no dudes en decirme.

La camaradería entre Gaby y Danilo se fortalece, y juntos ingresan a la casa, listos para afrontar lo que venga.

Gaby no sabía si era el momento propicio para hablar sobre Mateo, justo ahora que parecía estar más relajado y animado, pero él se le adelantó.

  • Tenemos una conversación pendiente, no creas que me he olvidado. Vamos al estudio, allí tendremos privacidad.

Gaby le reveló la verdad que Mateo le había confiado con ella. Explicó que el problema de Mateo no solo radicaba en la muerte de su madre o en la escena traumática que presenció, sino especialmente en un sentimiento de culpa.

Gaby relató cómo Mateo creía que su madre se quedó en el lugar del accidente porque él le rogó que lo acompañara a verlo jugar, y como resultado, terminó en el fatal accidente.

Danilo escuchó con atención mientras Gaby compartía esta revelación, comprendiendo la carga emocional que su hijo llevaba consigo. El dolor de Mateo iba más allá de presenciar la muerte de su madre, como él había pensado; también se sentía culpable por su propia participación, aunque involuntaria, en la tragedia.

Danilo enfrentaba la realidad de la complejidad emocional de su hijo. La sorpresa inicial se mezcla con una profunda tristeza y una sensación de impotencia al darse cuenta de que su hijo ha soportado en silencio, sin que él lo supiera. Se pregunta si debió haber buscado ayuda profesional de manera más decidida o incluso considerado opciones más drásticas, como internarlo en un instituto. La impotencia lo envuelve mientras reflexiona sobre la magnitud del sufrimiento que su hijo ha soportado solo.

Aunque agradece profundamente a Gaby por ser la luz que ha guiado a Mateo fuera de su oscuro aislamiento, no puede evitar sentir que le falló a su hijo al no percatarse de todo el dolor que lo atormentaba.

A pesar de este torbellino emocional, encuentra consuelo en el hecho de que ahora están compartiendo tiempo juntos, gracias a la intervención y apoyo de Gaby. Aunque la revelación es dolorosa, también representa un punto de partida para abordar las heridas emocionales de Mateo.

Gaby observa el rostro afligido de Danilo y decide abordar la situación con empatía y claridad. Con un tono calmado y una mirada compasiva, comienza:

  • Entiendo que esto es abrumador y doloroso, pero ya conocemos la parte fundamental de su sufrimiento. Como padre, hiciste lo mejor que pudiste. Ahora que conocemos la raíz del dolor, podemos trabajar juntos para apoyarlo; no estás solo en esto.
  • Justamente mi secretaria está investigando buenos psicólogos infantiles para solicitar una cita.
  • Sí, me parece importante hablarle de la llamada telefónica, para que también trabaje esa parte.
  • ¿De qué llamada hablas?
  • Ah sí, perdón, olvidé decirte … es que justo en el momento del accidente, su madre lo llamó y por eso piensa que estaba distraída al cruzar la avenida -el rostro de Danilo se transformó aún más al ir escuchando.
  • ¡No, no! … ¡yo fui quien lo llamó! -exclamó Danilo. 
  • ¿Cómo es posible? Mateo dijo que su madre lo llamó y estaba seguro de que ella sostenía su celular.
  • Yo la estuve llamando y nada que contestaba, estaba ocupada con otra llamada … por eso llamé a Mateo, quería saber si habían llegado a tiempo. Salieron tarde de casa y estaba preocupado; yo era quien siempre me encargaba de llevarlo y no quería que se perdiera su juego.

Danilo se sumió en sus pensamientos, recordando esos momentos mientras continuaba explicándole a Gaby:

  • Mateo contestó e inmediatamente lo escuché gritar, pero él no me escuchaba; imagino que soltó el celular y luego alguien me informó sobre el accidente. Por eso pude llegar tan rápido.
  • Es importante que él conozca esto, le ayudará a no sentirse tan culpable. Espero que te crea, porque está convencido que era su madre.

Danilo, con la mente llena de revelaciones, comprende que ya es tarde para abordar a Mateo, decide buscar ayuda profesional de inmediato. La preocupación por el bienestar emocional de Mateo lo impulsa a tomar medidas rápidas para abordar la complejidad de las emociones que su hijo lleva consigo.




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