Suspiros.

Capítulo 35

Fue inevitable ocultar aquello. El no ir al trabajo fue motivo de preocupación para sus jefes. Loan decidió contarle a su tío sobre el accidente sin dar más detalles.

Pronto llegó Sofía.

Se encontraban uno al lado del otro sin pronunciar palabra alguna. Su presencia era apenas soportable.

El silencio era ensordecedor. Ambos esperando para que Elizabeth reaccionara de ese estado. Ella, tratando de llamar a adler sin tener respuesta alguna, él, bloqueando todos sus negocios. Pasó algunas horas para que Jaden le respondiera y le avisara.

Nadie más fue a visitarla. Pasó un día más para que alguien más viniera.

Jaden entró agarrado de la mano de Jenell. Observaron a Sofía hablando por teléfono. Caminaron hasta ella, los miró y colgó.

- ¿Dónde está? - preguntó rápidamente Sofía

Movió su cabeza en sentido de que no vendría Adler.

- ¿Y cómo está ella? – preguntó Jenell

Se encuentra con algunas fracturas.

Estuvieron sentados esperando. Un silencio perturbador donde nadie se atrevía a hablar y comentar sobre las verdades. Desesperados, enojados, angustiados, traicionados y tristes.

Observaron a Raymond venir. Minutos después observaron a Adler. Desarreglado, ojeroso, ojos rojos y con olor a alcohol. Se encontraba en un estado miserable y demacrado.

Al verlo, Sofía lo abrazó, le acarició su cabello tratando de arreglarlo y le sonrió.

- ¿En qué habitación? - trató de que su voz fuera agradable

No se permiten visitas

- ¿Por qué?

- Ella… está… adler…

- ¿Qué pasa?

- Tiene Fracturas, pero no son graves, Adler… necesita de tu apoyo.

- Necesito verla

- Yo lo sé mi niño, pero…

- En verdad necesito… - sintió el abrazó y se recostó sobre cuello- Ella me mintió… ellos me engañaron

- Tranquilo- le acariciaba su cabello

- Pero tal vez, en verdad sus palabras fueron sinceras y no la quise escuchar. Yo solo quiero hablar con ella, deseo que esté bien.

- Todo estará bien, no te preocupes, hablaremos para que puedas verla

Esperaron una hora más, sin embargo, la espera se volvía infinita y desgarradora. Adler se levantó, caminó hacia las enfermeras para preguntar por el cuarto, pero regresó con un rostro más desesperado. No le dieron informes.

Con voz fuerte expresó que estaba harto y quería verla.

- ¿Y para qué deseas verla? - le preguntó Loan amablemente llegando hasta ellos.

- No te importa- le contestó tajante y sonriéndole sínicamente

- No tienes por qué estar aquí

- ¿Enserio? - subió su tono de voz- ¡Tú eres el que no debe de estar aquí! - le dijo acercándose.

Pronto, todos empezaron a notar la molestia que denotaban con sus palabras. Jaden se levantó y se acercó a Adler.

- Tengo más derecho que tú. Fuiste el causante de que ella se cayera- le expresó con tono suave.

- Si no mal recuerdo cuando me fui se encontraba bien- se burló- o sea que tu tuviste que ver con su accidente, ¡Tú eres el culpable! - Le expresó enojado

- Claro que no. Escucha adler- bajó su mirada- tenemos que hablar…

- No me interesa hablar contigo, con la única que voy a hablar es con Elizabeth

- No… no te dejaré, lo siento adler, pero no quiero que la veas

- ¿Y tú quién te crees que eres? – se burló- Yo soy su prometido, tú no eres nada, ¡Un simple recuerdo absurdo! ¿Te crees su dueño o algo así? – sonrió

- La lastimarás

- ¿Yo?, mira quién habla- levantó sus manos y girando sobre sí. –El que la hizo sufrir todos estos años- se acercó- El que la tiró de las escaleras, ¿no te cansas de hacerla sufrir? Entiende Loan, tú ya no existes para ella.

- Soy su presente

- ¡Pues yo también lo soy! ¿Estás tan celoso que hasta la quieres matar? ¿Tanto te duele que ella te diga que quiera estar conmigo?

- Perdóname! - le suplicó- perdóname hermano, pero… ELL estará conmigo

- ¿Qué parte no entiendes que tú no tienes que estar aquí? – se burló- Ella me prefiere, pero está bien – exhaló y se frotó su rostro- ¿Dime una razón por la cual ella te preferiría? Porque si no recuerdas, ella dijo que era a mí al que amaba. – sonrió

Loan se acercó.

- Temía por su vida, así que mandé a que le hicieran chequeo de todo

- ¡Habla ya! - se desesperó

Se acercó aún más parándose al lado y chocando hombro a hombro con sus miradas hacia al frente. Podían sentir perfectamente su contacto.




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