Suspiros.

Capítulo 9

- Lo siento Ell, ya es demasiado tarde

- No te preocupes Sofía, es trabajo y con gusto lo hago.

- Perdóname en verdad, si no es porque en verdad es mucho trabajo no te hubiera pedido que me ayudaras, ya se hizo muy noche e inclusive ya pasó tu hora de salida. - le dijo preocupada a Elizabeth

- no es nada, pero ¡qué bueno que ya terminamos todo! - le aclaró

- sí, me alegro mucho- le dijo con una gran sonrisa. - gracias a ti pude acabar todos los informes

- bueno, pues entonces me retiro. - se acercó a ella para despedirse.

- no espera…

En ese instante alguien tocó la puerta y entró

- Sofía…- dijo adler mientras observaba a la persona que se encontraba junto a ella - Buenas noches. - le dirigió su mirada y las palabras a Elizabeth.

- Buenas noches arquitecto.

- No pensé que estuvieras ocupada

- Elizabeth me estaba ayudando, tenía mucho trabajo y gracias a ella ya pude terminar todo. - le explicó Sofía.

- Me alegro

- ¿Qué pasó adler?

- Quería hablar contigo, pero mejor otro día será, mejor me paso a retirar y otro día nos vemos

- No, espera- lo detuvo Sofía. – ya terminamos y ya nos vamos, pero… por favor, ¡hazme un enorme favor!

- Sí claro, lo que quieras.

- Gracias. - sonrió. - por favor lleva a su casa a Elizabeth, ya es muy noche porque ya la detuve aquí conmigo, yo la quería llevar, pero ya estoy muy cansada y tú aún eres joven, por favor llévala a su casa, así ella llegará mas temprano a su casa.

- No es necesario Sofía yo me puedo ir sola. - interrumpió Elizabeth

- Te mereces que te lleve a tu casa, ya es muy noche y quién sabe si aún pase el autobús. - le explicó a ELL- entonces que me dices adler, ¿la podrías llevar?

- Sí está bien, lo haré por tratarse de ti. - dirigió la mirada a Elizabeth. - entonces ¿ya nos podemos ir o harán otras cosas?

- No, ya nos vamos

Todos salieron de la oficina, Sofía aseguró con llave y caminaron hasta el estacionamiento.

 

- No es necesario que me lleves, si quieres puedes bajarme en la parada del autobús. - le dijo mientras se encontraba sentada en el asiento de al lado.

- No, Sofía me lo pidió, además…- calló

 

Hubo un momento de silencio

 

- Se llevan bastante bien entre ustedes, parecen que se conocen muy bien

- Sí, pero parece que no soy el único que se lleva bien con Sofia

Elizabeth no respondió a ese comentario, en cambio le dijo la dirección en donde vivía.

 

- Gracias por lo de antier, Jaden me dijo que fuiste para llevarme los papeles, además de que me ayudaste a entrar a mi casa.- volvió a hablar adler

- Era importante para Sofía

- Pues de todos modos gracias y perdona si es que hice algo no agradable, no logro recordar lo que pasó, además gracias porque también hiciste algo para que no chocara peor.

- ¿Eh? Tú chocaste porque el taxi estaba en frente y no fuiste capaz de frenar a tiempo. - le aclaró

- ¿Entonces fue tu culpa? - sonrió- ¡estúpido Jaden!

- No, fue tu culpa por estar borracho y manejar en ese estado

- Entonces no te tengo que dar las gracias porque fuiste la culpable de que yo chocara a mi bebé.

- ¡No! Ya te dije que fue por tu culpa. - subió su tono de voz

- Pero fue por tu culpa que yo no pudiera estacionarme bien, porque gracias a que fuiste choqué y tuve que reponer mi casa y mi coche

- Tenía que llevarte los papeles, además no frenaste

- Pues uno no piensa en frenarse cuando llega a su casa. - le respondió un poco irritado.

- Estaba estacionado el taxi y no fue la culpa de él. - le dijo

- No lo estoy culpando a él.

- Pues él se estacionó ahí y tú eres un ciego que no fuiste capaz de ver a un taxi estacionado

- ¿Ahora culpas al taxista?

- ¡No!, solo te estoy explicando que yo tampoco tuve la culpa- le dijo alterada

- ¿Te encubres y escondes tu falta? – la criticó

- ¡No! Entiende que tú tuviste la culpa

- Pero tú llevaste a ese taxista y él estorbó en mi camino.

- Porque quería que firmaras los papeles ya que no te presentas al trabajo, desobligado.- logró decir esa última palabra con un tono de voz más bajo

- Te logré escuchar, y creo que no debes andar juzgando

- Pues entonces haz tu trabajo y no des problemas

- Pues yo no te pedí que me ayudaras, además si me ayudaste fue porque sabías que era tu culpa

- Lo hice porque soy una buena persona y te ayudé a pesar de que eres tú

- ¿Y para que yo te pudiera firmar los papeles y así irte lo más rápido posible?

- Sí, era mi objetivo, pero al fin y al cabo no eres tan resistente como dices serlo y tuve que darte mi ayuda

- Mira quien lo dice. - sonrío burlonamente. - la que huyó y perdió ante mí en aquella competencia. – además pudiste…




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