Esperaba la media noche para ponerme aquel collar, además nada perdía intentando, por mi mente pasaba muchas cosas, miles y miles de cosas, decía que tal vez iba a pasar como en aquella película que los objetos toman vida a partir de la media noche en este caso lo único que tomaría vida serían los peluches, pero no importaba con tan solo me animara.
Llego la media noche después de una larga y dura espera, me puse el collar, estaba atenta y quieta durante una hora para ver si algo se movía, pero no nada, no se movió nada, decía ¡muévanse no sean tímidos!, ¡alacasan!, ¡habrá cadabra! pero nada ocurría, me sentí como una tonta por creer cosas de niños, me eche y de pronto sentí que los ojos se me cerraban y me quede profundamente dormida.
El collar me llevo a el sueño más hermoso que alguien haya podido soñar, algo que sube el ánimo a cualquiera, aunque sea el más amargado de los amargados, yo deseaba no volver a despertar, vi las cosas más hermosas, todo lo que en algún momento deseé ver, me encantaba estar en ese lugar, no sé si será real, pero me fascina y la verdad es quisiera retornar.
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Editado: 14.02.2020