A veces, miro a Lisha y me pregunto si alguna vez se ha sentido atrapada bajo el peso de su propio misterio. Su cabello, una melena salvaje y plateada, siempre ha sido su sello distintivo, un reflejo de su esencia indomable. Pero últimamente, hay algo en ella que va más allá de su apariencia. Es como si toda su presencia se hubiera agudizado, como una espada recién afilada.
Sus ojos... esos ojos oscuros y penetrantes, siempre tan vigilantes, parecen desentrañar secretos que los demás no pueden ver. Me observan con una intensidad que podría hacerme replantear mis propias decisiones. Y su expresión, esa mezcla de ceño fruncido y calma controlada, solo refuerza la sensación de que siempre está analizando, evaluando, decidiendo si soy un aliado o un enemigo.
Siempre ha sido fuerte, pero ahora... ahora parece que su cuerpo ha sido esculpido con una precisión casi inhumana. Su cuerpo, marcado y definido, es un recordatorio constante de los años de entrenamiento que ha atravesado. Y esos tatuajes, líneas intrincadas que recorren su piel, parecen contar historias que ella se niega a revelar. Historias que, tal vez, preferiría olvidar.
Me preocupa verla así, tan hermética. Antes solía pensar que conocía a Lisha mejor que a nadie, pero últimamente me doy cuenta de que, en realidad, sé muy poco sobre ella. La siento cada vez más distante, como si estuviera construyendo un muro entre nosotras, ocultando partes de sí misma que nunca había mostrado. Es como si fuera una extraña a la que estoy tratando de comprender.
<<¿No confía en mí?>>
Es frustrante. Quiero ayudarla, estar allí para ella, pero ¿cómo se ayuda a alguien que no quiere ser ayudado? Que se ha envuelto en un caparazón tan duro que nada parece penetrarlo. A veces me pregunto si alguna vez dejará de ocultar tanto.
Pensar que todo comenzó con ese lugar... Syriun. Aunque no me ha contado mucho, puedo ver cómo la ha afectado. Es un cambio sutil, pero para alguien que la conoce desde hace años, es imposible no notarlo. Necesito seguir con Lisha.
Le demostrare que puede confiar en mí, debo de...
Editado: 15.10.2024