Ha pasado una semana desde la última visita a Syriun, y el misterio del club sigue dándole vueltas a mi mente. Sé que debo mantener a Elyse alejada de todo esto, no porque no confíe en ella, sino porque estoy convencida de que el lugar es peligroso. La última cosa que quiero es ponerla en riesgo.
Ese día, decido que es momento de distraerla un poco y cambiar el enfoque de nuestras vidas. Necesito que deje de hacer preguntas sobre Syriun y lo que pasó. Elyse está en la cocina, preparando un desayuno que huele a gloria mientras yo me preparo mentalmente para lo que voy a decirle.
—Buenos días, Elyse. ¿Te parece si salimos a almorzar con algunos amigos de la universidad? —pregunto, intentando sonar casual. Elyse levanta una ceja mientras mira la sartén en la estufa.
—¿Desde cuándo tienes la idea de salir con Tony y su grupo? ¿No has olvidado la última vez que estuviste con ellos? —bromea.
—No, no lo he olvidado. Solo pienso que podríamos hacer algo divertido y distraernos un poco. Además, podría ser una buena oportunidad para ver qué tal están las cosas en el campus —le respondo, tratando de sonar convincente.
Elyse se gira hacia mí con una sonrisa escéptica.
—¿Tú queriendo socializar? Eso es nuevo. ¿Y qué les vas a decir a los chicos sobre tu desaparición repentina? —pregunta, mientras se pasa la mano por el cabello.
—Podemos decirles que simplemente fue una noche larga y que no me sentía bien al final —le explico—. No quiero preocuparlos más de lo necesario.
A regañadientes, Elyse acepta la propuesta, y un par de horas después nos encontramos en un restaurante cercano al campus, donde sabemos que vamos a encontrar a Tony y otros compañeros de la universidad. Tony, un chico alto con una risa contagiosa, nos recibe con un abrazo efusivo.
—¡Lisha, Elyse! No esperaba verlas por aquí. ¿Todo bien? —pregunta con genuina curiosidad.
—Todo bien, Tony —respondo con una sonrisa cordial— Solo necesitábamos un cambio de escenario.
Me doy cuenta de que Tony y su grupo están inmersos en una conversación animada sobre un próximo torneo de baloncesto. Tony, al igual que sus amigos, es notablemente alto, algo que parece característico entre los jugadores de baloncesto. Trato de mantenerme al margen, escuchando de vez en cuando mientras intento relajarme.
—Entonces, ¿cómo va la preparación para el torneo? —pregunto, buscando integrarme en la conversación.
—Nos va bastante bien, pero siempre hay cosas que mejorar —dice Tony, con una sonrisa—. Por cierto, ¿qué tal la fiesta de hace una semana? No te vi mucho después de eso.
—Oh, ya sabes cómo son las fiestas —digo, esquivando la pregunta—. Me fui temprano porque no me sentía bien —dije. Elyse tenía una mirada acusadora sobre mi pero no dijo nada.
A medida que avanza la tarde, el ambiente relajado y la conversación despreocupada me ayudaron a despejar un poco mi mente. Aun así, no puedo evitar los recuerdos de la conversación, de lo que ha pasado en Syriun. <<En Syriun hacían experimentos>>
“Es un lugar donde se experimenta con cosas... cosas que no deberían existir, cosas interesantes” La voz de Vagne resuena en mi cabeza produciéndome un ligero dolor.
Mi preocupación por Elyse sigue latente, y la idea de involucrar a más personas en este lío es algo que quiero evitar a toda costa.
Cuando el grupo de Tony decide ir a un bar cercano después del almuerzo, me uno a ellos, buscando una mejor manera de distraerme, nada mejor que el alcohol, y de paso quizás descubrir algo útil. En el bar, la conversación se vuelve más ligera, y mientras Elyse y Tony discuten sobre el próximo partido, me encuentro observando a los demás, analizando lo que hacen. Es entonces cuando aparece una chica con cabello rizado y una sonrisa brillante. Me parece familiar, y empiezo a sospechar que ha estado en la fiesta de hace una semana.
—¡Hola! ¿Puedo unirme a ustedes? —pregunta con entusiasmo.
—Claro, siéntate —le responde Tony—. Somos un grupo bastante acogedor.
La chica se sienta y comienza a hablar con entusiasmo. La conversación fluye sin problemas, y aunque mi mente sigue girando en torno a los secretos del club, me esfuerzo por disfrutar el momento. Me doy cuenta de que mis intentos de distraerme de mis pensamientos sobre Syriun, no tienen mucho éxito, ya que algo empieza a surgir del fondo, una chispa, una duda, una sospecha. En lugar de ser una sensación que me frustra resulta ser algo divertido, o ¿será que el alcohol me esté afectando?
Más tarde en la noche, mientras Elyse y Tony siguen enfrascados en su discusión sobre el próximo partido, aprovecho la distracción para escabullirme discretamente hacia donde está sentada la chica de cabello rizado. Mi corazón late con fuerza mientras me acerco, simulando una calma que no siento. La excusa de ir al baño me sirve para acercarme sin levantar sospechas, pero mi verdadero objetivo es claro. Estoy convencida de que la he visto antes, en la fiesta en casa de Tony. Necesito averiguar más.
Al llegar a su lado, noto cómo sus rizos oscuros caen de manera desordenada pero estilizada sobre sus hombros. La observo por un momento, analizando cada gesto, cada pequeña señal que pueda delatar algo más, y la encuentro, cuando me acerco, levanta la vista y me dedica una sonrisa que, aunque encantadora, me deja con una extraña sensación en el pecho, parece una sonrisa gatuna.
Editado: 15.10.2024